Inauguración de la Feria del libro de Málaga

El viernes 28 de abril comenzó en Málaga la quincuagésimo cuarta Feria del Libro, que tendrá lugar hasta el 8 de mayo. Con algunas ausencias y un formato similar al de los años anteriores, la jornada de inauguración fue exitosa. En este artículo te contamos qué puedes encontrar durante estos días en esta fiesta de libros.

El viernes 28 de abril al mediodía se inauguró la Feria del Libro de Málaga. El alcalde de la ciudad, Francisco de La Torre, visitó el establecimiento, dejándose ver en cada una de las casetas y conversando con los protagonistas de este encuentro. Periodistas y personas del mundo del libro y la cultura estuvieron presentes para este gesto a través del cual, cada año, se da por iniciada esta fiesta, invitándonos a todos a participar de ella. En esta primera jornada, un día soleado y primaveral, muchísima gente se acercó a comprar y disfrutar del ambiente cálido que siempre propician los libros.

Aunque Málaga se ha posicionado en los últimos años como una de las capitales culturales de España sigue sorprendiéndonos la dificultad que supone para la ciudad colocar a la Feria del Libro a la altura de otras de la región. Se nota un gran esfuerzo conjunto por sostener esta fiesta año tras año —su permanencia ha estado en vías de extinción varias veces— pero resulta inevitable hacerse muchas preguntas en torno a la salud y las dificultades que esta fiesta encuentra para evolucionar. La ausencia de librerías míticas para nuestra ciudad, como Áncora, en esta fiesta de los libros, sólo sirve para intensificar nuestras dudas respecto al rumbo de este acontecimiento anual. Pero, sea como sea, es siempre una alegría saber que habrá libros en la plaza y que durante dos semanas podremos disfrutar de varias actividades en torno al mundo del libro.

En las cuarenta casetas emplazadas en la Plaza de la Marina podremos conocer algunas de las instituciones públicas de la ciudad dedicadas al ámbito de la cultura, librerías y pequeñas editoriales de la zona. Se destacan las casetas del Centro Cultural Generación del 27, la Universidad de Málaga, y de las librerías Luces y Suburbia. La Fnac y Casa del Libro también están presentes, al igual que muchos colectivos e instituciones de nuestra ciudad. Con una apuesta incuestionable por libros comerciales y cierta tendencia a la literatura fugaz, pero también la posibilidad de encontrarnos con publicaciones menos populares sobre personajes de nuestra ciudad y colecciones ensayísticas, de poesía y de ficción que seguramente llamarán nuestra atención.

A lo largo de estas dos semanas, tendrán lugar también numerosos encuentros con autores. Como el que tuvo lugar el sábado en torno a la literatura malagueña. Una charla que reunió en el mismo escenario a los escritores Pablo Bujalance, Isabel Bono, Aurora Mateos, Isabel Bono y Laura Carneros. Otros personajes importantes de la literatura contemporánea que estarán presentes en estos días son Gustavo Martín Garzo, Rodrigo Blanco Calderón, Francisco Ruiz Noguera, Diego Medina Poveda, Virginia Aguilar, Rafael Ballesteros y Álvaro Galán. Te invitamos a echarle un vistazo al programa para no perderte nada.

Hemos aprovechado para conversar con los representantes del Colectivo Malagueño de Escritores, quienes en su caseta ofrecen información acerca de las actividades que realizan y venden ejemplares de los libros de sus integrantes. Una buena oportunidad para escritores nóveles que estén buscando un grupo de apoyo para difundir sus obras y compartir textos.

Hablamos unas pocas palabras con su fundador, José Ramón Vega Frías, quien nos contó sobre la semilla de este proyecto. «Se fundó en el año 2019 con el ánimo de ayudar a todos los escritores que se hallan un poco perdidos». Unirse a la organización supone el pago de una cuota mensual, que sirve para sostener las muchas actividades de las que Asociación participa. «Muchas actividades para que los escritores puedan darse a conocer al público, como participar de la feria del libro», explica su fundador.

Aunque de momento no tienen un espacio físico propio donde reunirse y realizar sus Asambleas, están conversando con el Ayuntamiento para conseguir un sitio físico que les permita unificar todo el esfuerzo y conseguir cierto estatus en el mundo cultural de la ciudad. Una iniciativa que estaba casi alcanzada en el 2019 pero que se estancó a causa de la pandemia.

Conversamos también con Manolo M. Huertas, ferroviario de oficio, pero aficionado desde joven a la escritura. Nos cuenta que tuvieron que pasar varios años hasta que se decidiera a publicar su primer libro, aunque la literatura ha sido siempre una de sus grandes pasiones: «una afición que no me abandona. A veces me tiro cuatro o cinco semanas sin escribir, pero tarde o temprano vuelvo».

Su libro Sintonía de Bareto combina un retrato de la vida madrileña de los años noventa con el rock, otra de sus pasiones juveniles. «Las primeras palabras las puse hace treinta años, a partir de unas vivencias que tuve en el barrio de Malasaña de Madrid», explica. Las vueltas de la vida, y el trabajo, lo alejaron de aquella época y dejó aparcada la escritura durante años. Cuando se declaró el estado de alarma se encontró azarosamente con el texto y decidió corregirlo. Se asombra de que sus palabras hayan permanecido vivas tanto tiempo. «Es un manuscrito que resistió seis mudanzas», dice con cierto asombro.

Aunque el eje principal del texto sea el retrato social, la mayoría de los textos son autoficcionales, cuenta. Pero existe una gran distancia entre lo vivido realmente y lo narrado, dice, porque «la memoria es muy mentirosa y justificadora, y no es objetiva». De este modo, lo que encontraremos es un relato consistente, donde Huertas ha tomado elementos autobiográficos que perviven en su memoria y, haciendo uso de todos los recursos de escritura que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo, ha intentado reconstruir aquella historia de la forma más fiel y honesta posible.

Es una novela que se encuentra escrita con cierta fragmentación y «personajes que he procurado que sean redondos». Muchos pasajes se pueden leer de forma independiente aunque toda la novela tiene un hilo discursivo lineal y constante. El ingrediente secreto para convencernos de que leamos su libro es mencionar el erotismo. «Tiene pasajes eróticos. Pero yo utilizo lenguaje pornográfico». Así que ya sabes, si te gusta la novela social y testimonial que presenta escenas picantes, este libro te está esperando en la caseta 9, del Colectivo Malagueño de Escritores de la Feria del Libro de Málaga.