Foto: Michael Ochs Archives/Getty
Hunter S. Thompson nació en Louisville el 18 de julio de 1937 y es uno de los periodistas estadounidenses más revolucionarios de la historia. Cuando tenía tres años, quedó huérfano de padre y a cargo de una madre alcohólica. Estos dos elementos marcaron considerablemente la infancia y la formación de Thompson y deben tenerse en cuenta a la hora de analizar su carácter y su biografía.
Otra cosa que le marcó profundamente fue vivir en la frontera entre un barrio de gente adinerada y uno de familias de clase media baja. Aunque le tocó vivir de este último lado se propuso desde niño conseguir cambiar de mundo; y tanto se esforzó que terminó codeándose con gente de ese otro mundo ajeno de la infancia sino convirtiéndose en una de las personas a las que esa gente admiraba.
La vida de Hunter fue insólita y variopinta. Pasó de ser soldado en el ejército a convertirse en uno de los primeros reporteros "freelancers". Su paso por el ejército le enseñó gran parte de lo que sabía respecto a las armas y a la política: dos cosas que le interesaban profundamente. Tuvo que abandonar las Fuerzas Armadas porque su comportamiento rebelde no era compatible con las exigencias del servicio.
Hunter Thompson se quitó la vida con un arma de fuego el 20 de febrero de 2005 en su rancho de Woody Creek. Tal como había solicitado en su testamento, sus restos fueron inhumados y lanzados desde un cañón ubicado sobre una torre construida junto a su casa con el símbolo del periodismo Gonzo incrustado: un puño mirando hacia arriba con dos pulgares que sostienen un peyote, que es símbolo de mestizaje, aquéllo que a Thompson tanto le gustaba, así como los viajes a los que dicho cactus lo invitaba.
La obra de Hunter S. Thompson
A Hunter Thompson se le recuerda por haber renovado el género del periodismo incorporando una nueva perspectiva al trabajo informativo. Mientras que hasta ese momento el reportero era un ser invisible que observaba y contaba tal cual lo que veía, Thompson decidió involucrarse y se puso en medio de la escena: el periodista no sólo como observador sino como parte del suceso.
Así surgió un estilo que se denomina Gonzo, y a cuyo tren se han subido muchísimos periodistas, algunos con más acierto que otros. Sea como sea, Thompson, y esto es lo que verdaderamente entusiasma al pensar en él se sentía tan seguro de sí mismo, tan libre, que no necesitaba que le dijeran cómo tenía que hacer las cosas, simplemente las hacía.
Entre sus trabajos más relevantes cabría destacar su libro Los ángeles del infierno, en el que cuenta en detalle las andanzas de una pandilla de motoqueros muy populares en los setenta por usar el delito como modelo de aventura, y Miedo y asco en Las Vegas, que inspirado en el trabajo de Kerouac se presenta como un viaje aunque el suyo es aún más peculiar que el de Jack.
Asimismo, vale la pena leer su correspondencia y los artículos periodísticos, porque hay en él no sólo un estilo propio y auténtico, sino también una voz inolvidable y una pasión por la verdad que asombra. Otros libros interesantes para conocer a Thompson son Screw Jack y otros cuentos y La gran caza del tiburón.
Pese a trabajar y moverse en el ámbito periodístico durante mucho tiempo, recién en 1970 consiguió que se le prestara atención. Fue a través de su artículo El Derby de Kentucky es decadente y depravado". Había sido enviado para cubrir la famosa carrera de caballos y lo que envió a la prensa fue un texto sociológico fascinante sobre el público que formaba parte de ese circo. Su nombre sonó en todos los rincones del país, ya para siempre.
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