La literatura venezolana ha dado vida a algunas de las voces más significativas del continente americano. Entre los muchos escritores importantes de esta tierra encontramos a la narradora y ensayista Teresa de la Parra.
Teresa de la Parra nació el 5 de octubre de 1889 en París, en el seno de una familia venezolana. El lugar de nacimiento fue fortuito: la familia se encontraba de viaje en Europa y de ahí sus orígenes parisinos.
Pasó su infancia en una hacienda ubicada muy cerca de la ciudad de Caracas. Aunque al poco tiempo y, tras la muerte de su padre, la familia se mudó a Europa, donde permaneció durante gran parte de su vida.
Pese a residir lontano su tierra, De la Parra supo aferrarse a sus orígenes y construir con ellos una obra auténtica afincada en el criollismo pero con vuelo propio. Se la considera una de las escritoras venezolanas más destacadas de su tiempo.
Teresa de la Parra falleció el 23 de abril de 1936 después de luchar durante mucho tiempo contra la tuberculosis y padeciendo también asma.
La obra de Teresa de la Parra
Entre las características más importantes de la obra de Teresa de la Parra debemos señalar que fue una de las primeras escritoras latinoamericanas en denunciar la situación de la mujer en la sociedad, destacando el matrimonio como un yugo de crueldad y censura para la propia voz.
Esta idea se halla presente en toda su obra pero fundamentalmente en las dos novelas que corroboran su talento y su magia: Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca.
Realizó también conferencias en las que ponía en palabras esta inquietud. Algunas de ellas también publicadas en papel, en formato de ensayo. En Tres conferencias inéditas podemos descubrir su opinión en torno al papel de la mujer en la cultura y la importancia de romper con esta estructura agobiante.
Sin duda Teresa de la Parra es una de las autoras latinoamericanas que nadie debería dejar de leer.
0 Comentarios