Yevgueni Baratynski nació el 2 de marzo de 1800 en Rusia y fue un importante poeta y ensayista soviético cuya obra fue reconocida por personajes ineludibles de la literatura rusa, tales como Anna Ajmátova, Alexandr Pushkin y Iósif Brodski.
Durante su vida, Baratynski gozó de bastante popularidad. Tuvo un primer período de renombre gracias a su trabajo como periodista que le permitió dar a conocer sus primeros poemas. Pero el tiempo pesó sobre su obra y fue olvidado, hasta que la poeta Ajmátova lo redescubrió y lo devolvió a la luz. Ella y Brodski construyeron todo un mito en torno a Baratynski, al denominarlo "el poeta supremo del pensamiento" e invitar a mucha gente a leerlo y amarlo con devoción.
La obra más conocida de Baratynski es La gitana, en la que toma el relevo de Pushkin y construye una historia altamente abrazada a la tradición pero con una mirada renovada sobre la poética y el lenguaje. Otra de sus creaciones más conocidas es Eda, un poema extenso que publicó en la prensa nacional rusa mientras se hallaba trabajando de periodista en Finlandia. Otras de las lecturas que pueden hacerse para conocerle son Media luz y otros poemas, y la selección de su poesía que ha hecho Rawley Grau.
En su estilo podemos encontrar un gran conocimiento de la tradición y una mirada casi melancólica sobre el pasado glorioso de Rusia. Al día de hoy se cree que Baratynski sufría algún tipo de trastorno de las emociones que le llevaban a mostrarse de una forma pesimista y desalentada. Con el tiempo su mirada sobre el mundo se tornó más oscura y llegó a escribir versos absolutamente contradictorios a la luz de su primera poesía.
A Baratynski le interesaba una poesía apegada a la naturaleza: la búsqueda de una armonía mental vinculada al sentimiento primitivo es seguramente una de las cosas más interesantes y atractivas de su obra. Su poesía se opone así a la industrialización y automatización de la vida, y el poeta en todo ese engranaje es una criatura que vela por la protección de la verdad que nos convierte en seres vivos. Yevgueni Baratynski es seguramente uno de los poetas más fascinantes de su tiempo, al que todos deberíamos leer.
Baratynski falleció el 11 de julio de 1844 de un infarto. Tenía cuarenta y cuatro años y se hallaba en Italia, donde había ido en busca de un mejor clima para su salud ya muy desgastada. Nos queda su intensa y revolucionaria poesía.
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