Biografía de Roald Dahl

Escritor noruego que cultivó el género del relato fantástico en la tradición anglosajona.




Cuando pensamos en autores de la literatura anglosajona que hayan tenido éxito en otros países, es difícil no visualizar a Roald Dahl, que supo construir un universo literario para grandes y chicos que ha sido capaz de trascender en el tiempo.

Roald Dahl nació el 13 de septiembre de 1916 en Llandaff (Gales) y fue hijo de una pareja de inmigrantes noruegos. Durante las vacaciones de su infancia realizó numerosos viajes por Noruega, los cuales despertaron en él el gusto por la fantasía; muchos de estos paisajes aparecen en sus historias. No obstante, nunca vivió en este país.

La infancia de Dahl fue complicada porque debió aprender demasiado pronto que no vinimos aquí para quedarnos. La muerte de una de sus hermanas y de su padre, cuando Roald tenía menos de cuatro años, provocaron en él profundos problemas de adaptación a la vida.

Como Dahl era un niño reservado y callado, no le resultaba sencillo integrarse en los grupos, y esto en más de una ocasión derivó en que se convirtiera en el blanco de insultos y burlas por parte de sus pares. Si a esto le sumamos los violentos métodos de enseñanza de las instituciones en las que se formó, podemos deducir que muchas de las cosas que cuenta en sus historias provienen de su propia experiencia o de la marca indeleble que ese tipo de vivencias le impremieron.

La imaginación fue su gran compañera. Y no sólo la cultivó de niño para huir de las situaciones que le hacían daño, sino que continuó aferrándose a ella para desarrollar un universo literario que le convertiría en uno de los mejores escritores de habla inglesa.

Roald Dahl falleció de leucemia el 23 de noviembre de 1990 en su casa de Buckinghamshire.



La obra de Roald Dahl


Entre sus obras infantiles más destacadas se encuentran Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate, Los gremlins, Agu Trot, Las brujas y James y el melocotón gigante. Dahl también publicó cuentos para adultos que se reúnen en Relatos de lo inesperado y una gran variedad de antologías.

Hay que señalar que la obra de Dahl se caracteriza por contener dos ingredientes acertados: una tensión narrativa impecable y giros sorprendentes.

En el caso de los cuentos para niños, no tuvo inconveniente en poner a prueba la imaginación para crear mundos ficticios exquisitos y sumamente atractivos para los pequeños; donde criaturas con problemas para socializar finalmente encuentran la forma de cobrarse por los daños sufridos o consiguen escapar de esa situación.

Los cuentos para adultos se caracterizan por construirse a partir de situaciones de lo más cotidianas y devenir caos o absurdo de una forma sorprendente. Haciendo un uso exquisito de la sorpresa y del humor negro, Dahl consigue mantenernos atentos y absolutamente predispuestos para que la narración haga su trabajo en nosotros.

Es evidente que leer a Dahl nos devuelve a la infancia y nos permite repensar aquellos asuntos importantes de la vida. Asimismo, acercarse a sus cuentos es tener asegurada una tarde de jugosa lectura.

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