«Posibilidades en la sombra» de Mariano Peyrou (Pre-textos)

«Posibilidades en la sombra» de Mariano Peyrou es un poemario maravilloso en torno al dolor y el significado de las palabras.



«Posibilidades en la sombra» de Mariano Peyrou (Pre-textos)

«Hay otro ojo al lado y no es igual». Lo que nos diferencia ¿nos aleja o nos acerca? Mariano Peyrou parte de esa pregunta para componer Posibilidades en la sombra (Pre-textos), un poemario sobre la perspectiva poética y vital que se va apoyando en los sentidos de las cosas para encontrar la verdad. A través de una búsqueda inquieta la voz en los poemas roza ese espacio invisible de la vida que no es la realidad, sino la percepción única de cada criatura, para otorgarle sentido y verdad al ojo. Aunque los ojos sean distintos según qué lado, ¿existe uno que mire bien? Jugando con perspectivas significativas, el sentido de las cosas y su significado, Peyrou nos ofrece una serie de preguntas e inquietudes que nos hablan de una poesía que escarba en lo profundo.


Posibilidades en la sombra es un poema largo que nos invita a hacernos las preguntas importantes; acerca de la identidad y acerca del movimiento que habita en el lenguaje. «Tal vez en la proximidad / destaque la diferencia»; porque nuestra identidad sólo puede sopesarse en tanto y en cuanto orilla opuesta a otra. En ese sentido, la poesía se va abriendo como una búsqueda de sentido que se apoya en el significado de las palabras. Hay un juego entre los opuestos sumamente interesante, donde la poesía choca contra el río, las piedras, y el movimiento que producen y donde el lenguaje que habitamos es inestable y cambiante. Cabe aquí una reflexión en torno a la repetición como normalización, que es válido tanto para el lenguaje como para la vida. «El sentido de una palabra se pierde o se extraña cuando la repetimos»

Hay un ritmo circular en el movimiento del poema y en su velocidad. En cuanto una idea cobra sentido se va abriendo, como si le crecieran alas, pero vuelve al mismo punto, donde el río nos llega a la cintura y lo que creíamos verdad se ahoga. A través de la lectura, el eco que se dibuja en nuestra percepción es el que provoca el pensamiento, ese ir y venir constante, saltando de una idea a otra, y volviendo siempre al tema que desencadenó la reflexión. Peyrou juega con el sentido de las palabras y sobre cómo según qué ojo su sentido puede variar. «Desde mi orilla, / el concepto de esperanza está gastado, / pero la esperanza no; desde la tuya / todavía no ha acabado de formarse». La forma de ver las cosas distintas, de entender la vida distinta, no impide el afecto. Como tampoco impide la distancia. La vida desde la orilla propia a la otra, donde vive el que es distinto, con otros ojos, pero a quien necesitamos, desde esa soledad.

Si seguimos indagando en el ritmo y el desplazamiento de las frases encontramos la siguiente intuición: Peyrou viaja de la luz a la sombra constantemente; pero el sentido de su búsqueda está siempre velado; depende de nuestra forma de leer e interpretar el mundo y el lenguaje. Fluye su poesía, como fluye en nuestro interior el curso de los pensamientos y así las estrofas se van concatenando y lo que podría presentarse como muchos poemas distintos, se ofrece como un largo poema que tiene las pausas justas y los tiempos exactos para definir el mundo y ofrecernos pautas para mirar y leer mejor. Del amor a la pasión, del dolor a la vejez, de la identidad a la posibilidad de ser en otro, de la tristeza a la alegría; así vamos viajando a través de su poesía y reinterpretando nuestra propia vida, nuestro propio río, nuestras propias mentiras. Y siempre la comparación de dos orillas, de dos opuestos, de dos mundos, es lo que permite la visibilidad, la posibilidad de luz. Porque somos «la bisagra entre dos tiempos, entre la belleza y la verdad, / entre la confianza y la confianza».


La poesía de Mariano Peyrou

La verdad y el poema


Dos cosas resultan sumamente interesantes. Por un lado la idea de que la verdad siempre está fuera de foco; en esa orilla donde dos identidades pierden nitidez y se encuentran, donde el sentido de identidad se difumina, donde lo mío y lo tuyo se mezcla. La verdad, como la luz, sólo puede percibirse donde no es nombrada. «La espera, no la esperanza / (...) trato de concentrarme en la espera»Lo segundo está relacionado con eso: el sentido de las cosas, de las palabras, de la vida, es algo inexistente. Así como no poder responder a la pregunta ¿para qué somos? tampoco podemos responder al significado de las palabras, porque siempre será desde una percepción, desde una orilla, desde un faro específico. Y sin embargo, la necesidad de vivir, el deseo de comunicarnos, el deseo de dar con la palabra exacta sigue latiendo. Ahí está la verdad, en el deseo, en lo que alumbra sin sentido. «Saber que / puede no haber nada, ni / río ni palabras, no impide / que las palabras caigan en / el río y se alejen».

La verdad del poema está fuera del poema, como la vida «es algo situado al / margen del sentido» y «la belleza no se encuentra buscando la belleza, sino buscando la verdad». Pese a todo, aunque «el tiempo no existe», seguimos ensimismados intentando pedalear, braceando con el agua del río a la cintura. Probablemente porque hay una verdad rotunda en este libro y es ésta: «Mirar es vivir, no hay vida sin mirada». Peyrou se posiciona a favor de la percepción, pero de una que contempla que hay un ojo del otro lado distinto, y donde orilla es un punto de encuentro entre aguas distintas, entre tierras extrañas.


Entre las muchas formas de mirar el mundo y su sentido resulta verdaderamente interesante la forma de trabajar sobre el estado de las cosas: lo líquido (lo que subyace) y lo sólido (aquello que deja constancia). De este modo, lo líquido es casi imperceptible pero otorga sentido a aquello que representa tanto como lo sólido, que es visible y contundente, y que quizá es el resultado de eso imperceptible. «El miedo es el estado líquido del / dolor, como una herida es el estado sólido / del miedo, y no sé si duele más la / verdad o la belleza».


Poemario de Mariano Peyrou

En "Posibilidad en la sombra" encontramos una poesía exquisita, reflexiva, preguntona, que sirve para pensarnos mejor y sobre todo nos recuerda que para entender, para decir y para escribir hace falta libertad, Porque «hay que tener cierta libertad para sufrir» así como también «tal vez lo que alimenta la herida / sea la esperanza de su curación». Y volvemos a que el sentido de las cosas siempre está en otro lado, la verdad está en otro lado. Y terminamos pensando en esa contradicción entre destino y deriva, que nos resulta luminoso. «Tal vez yo nunca tenga un destino, sino / una deriva» donde «la alegría sea un lugar donde todo lo que / soy fluye en la misma dirección»


POSIBILIDADES EN LA SOMBRA. MARIANO PEYROU. EDITORIAL PRE-TEXTOS. 2019

2 Comentarios

  1. ¡¡Holiiii!!
    Vengo de la iniciativa de "Seamos Seguidores". A partir de ya, tienes mi follow. Me gusta el libro que enseñas hoy, de hecho, considero una pena que en los colegios de hoy en día no hagan leer más libros de poemas a los chavales, porque hay libros de este tipos que son muy bonitos.
    ¡¡¡Bsssos y te invito a pasarte por el mío!!! (solo tienes que pulsar en mi nombre)

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    1. ¡Muchas gracias por tu lectura! La poesía siempre ha sido un género de lectura minoritario, porque se rebela contra la normalidad y nos invita a pensarnos desde otra perspectiva. Me alegro muchísimo de que te haya interesado el libro, porque es realmente extraordinario. Y muchas gracias por tu invitación. Un abrazo.

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