«Todo arde» de Nuria Barrios (Alfaguara)

«Todo arde» es una novela que nos interna en el corazón de la noche, donde aguarda la hoguera.



Reseña de «Todo arde» de Nuria Barrios (Alfaguara)

En la fuerza de algunos libros para llevarnos de la mano y ofrecernos otra mirada sobre nuestra vida, quizá resida el mayor mérito de la literatura. No sé si hay razón más verdadera y más fascinante para entregarse a la lectura. Todo arde de Nuria Barrios (Alfaguara) es una novela atrapante que se lee como una buena narración oral y te atraviesa hasta la médula. En ella cabe la luz y la sombra, y todo lo que existe entre medio de ambas. La frontera, como un espacio donde ocurre cosas impredecibles, donde la muerte hace su nido, pero también como el espacio de la posibilidad, del amor cuando significa esperanza.


Los modernos Orfeo y Euridíce

Estamos hechos de mitos. Podemos reconstruir toda nuestra vida apoyándonos en estas tradicionales historias y construyendo paralelismos. En Todo arde, Nuria Barrios se apoya en el viaje de Orfeo al inframundo, quien abandona la superficie en un gesto desesperado por recuperar a su amada, Euridíce, sepultada entre los fantasmas mudos del abismo por la furia de los dioses. Como Orfeo, Lolo se zambulle en el infierno. En su caso, en un poblado de chabolas donde su hermana Lena se encuentra absorbida por la adicción a la heroína.

Lolo viaja al inframundo, un sitio que es oscuro y tenebroso para recuperar a Lena, para recordarle a su hermana quién es. Sin embargo, al igual que le ocurre a Orfeo, descubrirá que en ese sitio hay más verdad que en ese afuera que se muestra como la realidad deseable. Nuria Barrios viaja y nos lleva de la mano. Ilumina a sus personajes con las hogueras y nos sacude con violencia. El amor y la guerra en una familia es quizá la gran trama de fondo, la que tendrá que emprender Lolo y redescubrirse.

«¿Por qué no vuelves a casa conmigo?» Lolo intenta llegar hasta su Lena, ofrecerle la luz de una promesa colectiva que la ayude a salir de su miedo y a abandonar ese camino de autodestrucción. Pero Lena también tiene preguntas para él. Preguntas que él no sabe responder y que tendrá que descubrir a lo largo de esa larga noche. Nuria Barrios trabaja sobre el miedo y la ternura. La inocencia, traducida en una canción infantil que de alguna forma los enlaza. Una canción que no recuerdan, y que buscarán en su memoria desesperadamente a lo largo de toda la noche.

Con un registro cercano, Nuria Barrios acompaña al protagonista durante toda una noche al infierno. Lolo va recorriendo las calles, se funde en la oscuridad y va conociendo a los diversos personajes que dan vida a ese sitio. A medida que se acerca, que los conoce, entiende que la vida es mucho más compleja de lo que parece, y que en todos los grupos hay violencia pero también espacio para la ternura y para la cotidianidad. Aquí habría que señalar la exquisita narrativa de Barrios que consigue mostrarnos en detalle todo ese mundo, con detalles que nos ayudan a estar sin detenernos en la sombras sino en la luz. Leerla es viajar a ese sitio, y acompañar de cerca a Lolo.

Estamos ante una novela durísima a la vez que tierna. Barrios pasa de la luz a la sombra a velocidad de halcón y nos invita a pensar diferentes aspectos de nuestra vida que a veces olvidamos. La familia, la necesidad de los vínculos y el trasfondo colectivo de toda guerra social están allí, para que los pensemos.

Todo arde es una novela que trabaja con un discurso épico y nos zambulle en la noche física de un poblado de chabolas y en la noche íntima de algunos de sus personajes. Con un juego de lenguaje exquisito Barrios salta de la superficie a lo metafórico con absoluta destreza y nos invita a vivir una historia intensa, asombrosa y con atisbos de luz. Que nadie deje de leerla.

TODO ARDE. NURIA BARRIOS. ALFAGUARA. 2020

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