Biografía de Alejandra Pizarnik

Poeta y ensayista argentina del siglo XX.



Biografía de Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik se encuentra entre las voces más reveladoras y reconocidas de la literatura argentina. Su obra compuesta por poesía, traducciones, diarios y crítica literaria es fundamental para entender la literatura de su tiempo.

Alejandra Pizarnik nació el 29 de abril de 1936 en Avellaneda, en el seno de una familia de origen ruso. Su condición de extranjera y su sensación de desapego respecto a su aspecto físico, hicieron de Alejandra una niña arisca más propicia a la soledad que a las aventuras con sus pares. Si a esto le sumamos sus problemas de tartamudez y el asma que la aquejó intermitentemente a lo largo de la vida, podemos decir que tuvo una infancia y una adolescencia durísima, y ni siquiera el hecho de haberse convertido en una de las voces fundamentales de su generación le ayudó a superar esas tristes experiencias.

Sus problemas de salud la llevaron a desarrollar una dependencia con fármacos, que la condicionarían fuertemente en su juventud temprana. Y la posibilidad de huir de la realidad a través de las anfetaminas la fue conquistando y sumergiendo en una situación que tarde o temprano no pudo controlar.

Pizarnik se quitó la vida en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1972. Tenía 36 años. Para muchos es una de las autoras imprescindibles de la Literatura Argentina del siglo XX.


La obra de Alejandra Pizarnik


La poesía de Pizarnik ha sido fuertemente influenciada por las voces más significativas de las vanguardias francesas. Podríamos ubicarla en la línea de los poetas superrealistas, que supieron ir un paso más allá del lenguaje para situarse en un espacio donde voz, sonido y color se fundan, desarrollando una poética sinestésica que lo queramos o no, nos transforma en cada palabra.

De Pizarnik se lee sobre todo su poesía; no obstante, sus diarios y correspondencias también pueden permitirnos conocer el fondo poético de la autora. La búsqueda de una identidad elegida (no impuesta social o tradicionalmente), la sensación de pérdida constante y la muerte son los tres temas fundamentales de su obra. Leer a Pizarnik es sumergirse en el infierno pero salir de él con un poco más de luz.

Algunas de sus obras inolvidables son Árbol de Diana, Extracción de la piedra de la locura y La condesa sangrienta. Los Diarios y la Nueva correspondencia son otras lecturas que merecen muchísimo la pena.

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