La poesía ha sido en numerosas ocasiones un espacio de fertilidad para las corrientes revolucionarias. Muchos poetas han centrado el hilo de su discurso lírico en la lucha obrera o el empeño contra las injusticias sociales, proponiendo obras de índole poética y social. Vladimir Mayakovski fue uno de ellos.
Vladimir Mayakovski nació en Baghdati, el 7 de julio de 1893 en el seno de una familia obrera. Su padre era leñador. Cuando Vladimir tenía 13 años, su padre falleció y la familia se mudó a Moscú; donde Vladimir comenzó a tratar con algunos personajes del mundo literario vinculados a la Revolución Rusa. Algunos de sus amigos más cercanos fueron Borís Pasternak, Anna Ajmátova, Serguéi Eisenstein y Lilia Brik.
De manera temprana se interesó por el futurismo, corriente en la que compuso sus primeros poemas. Más adelante, al unirse al Partido Bolchevique, sus poemas se tornaron rotundamente políticos y combativos, lo que le trajo muchos problemas con las autoridades.
Su sed revolucionaria lo llevó a viajar por Europa para difundir las ideas. Uno de sus grandes aportes al mundo de la cultura fue la invención de carteles y afiches publicitarios, elementos que le sirvieron para volver viral la propaganda y llegar a una cantidad de personas que no era posible acercarse a través de la poesía. Además, recitó sus poemas en público y fue uno de los fundadores de la revista LEF, una importante sello de izquierda que promovía a artistas del movimiento revolucionario.
El 14 de abril de 1930 Vladimir Mayakosvi que se quitó la vida. No dejó nota alguna, por lo que las explicaciones que se han desarrollado en torno a este triste hecho son imprecisas.
La obra de Vladimir Mayakovski
Mayakovski estaba convencido de que para ser poeta había que resistirse a las leyes del orden y buscar tu propio camino, porque un poeta manso no debía ser denominado poeta.
En la obra de Mayakovski encontramos algunos elementos reincidentes. Su rechazo a las normas del universo burgués, su idea de buscar una revolución que incluyera a todos en un sistema equitativo, y su búsqueda de un lenguaje cercano pero con elementos fantásticos, son quizá las cosas que primero encontramos y las razones por las que se convirtió en un poeta inolvidable.
Entre sus trabajos más destacados habría que mencionar su obra poética y teatral: La nube con pantalón, La flauta-columna vertebral, La chinchey Hablando a plena voz. Y su famoso manifiesto: La bofetada al gusto del público. Sin duda, es uno de esos poetas a los que se vuelve imprescindible regresar.
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