¿Quién escribe cuando nosotros tipeamos palabras en nuestro teclado? La naturaleza de la escritura es una de las cosas más fascinantes y misteriosas que existen. A lo largo de la historia no han sido pocos los estudiosos interesados en descubrir el origen de la intuición y la vocación. Al conocer los muchos libros que han existido en la historia cuyo origen resulta dudoso y generalmente se encuentra lleno de leyendas y mitos, la inquietud se vuelve más acertada. Entre los códices más famosos hay muchos que presentan conocimientos que se hicieron mucho después del momento en el que fueron escritos. Otros códices cargan con maldiciones que los vuelven un tesoro anhelado y temido al mismo tiempo. ¿Quieres saber de qué códices hablamos? Al igual que te hemos contado acerca de algunos de los libros más raros de la historia, hoy vamos a hablarte de los códices más curiosos.
1. Codex Vaticanus
El Códice Vaticano se llama así, porque se encuentra protegido y conservado en la Biblioteca Apostólica Vaticana. Es uno de los códices antiguos más famosos. Lamentablemente no se conserva completo; no obstante, lo que aún existe puede servir para hacernos a una idea del maravilloso tesoro que supone.
Es uno de los manuscritos más antiguos que se conservan de la Biblia. Se cree que proviene del siglo IV, lo que lo vuelve contemporáneo al también popularísimo códice llamado Codex Sinaiticus (escrito en 330 y 350). Entre sus peculiaridades habría que señalar que se halla escrito en griego, en letras unciales (una tipografía similar a las mayúsculas que actualmente conocemos).
Entre los mitos que rodean este códice habría que señalar que se cree que es una de las 50 biblias que pertenecieron al emperador Constantino I. Aunque existen discrepancias en torno a esta teoría, dado que este libros se encuentra escrito en el formato alejandrino y las de Constantino, al bizantino. Al margen de eso, es un texto fundamental para entender la escritura de la antigüedad.
2. Códice de los Beatos españoles
Entre los Códices Medievales éste es uno de los más populares. Se lo conoce también como Códice sobre el fin del mundo y es un escrito que data del siglo VIII d.C. (año 776). Fue redactado por un presbítero cantábrico, de Liébana, en un intento por componer un comentario para el Apocalipsis de San Juan. Pero que se volvió tan popular, que adquirió vida propia.
Su escritor, llamado Beato, propuso algunas formas en las que podría darse el fin del mundo. En situaciones críticas para la humanidad, estos códices simbolizaban una verdad y una especie de luz o de guía. Todos estos escritos, conforman códices medievales de enorme valor, que al día de hoy se conocen como beatos.
Foto: Todo Libro Antiguo
3. Códice Dresden
Con este nombre se conoce un códice muy antiguo que actualmente se encuentra guardado en la biblioteca de Dresde, en Alemania. Una de sus peculiaridades es que contiene diagramas e ilustraciones, que lo vuelven sumamente atractivo.
Es un calendario en el que aparecen todos los dioses mayas y la influencia que cada uno ejerce en los días del año. Se compone de una larga hoja de papel subdividida en 39 partes en las que se registra información detallada sobre el calendario numérico y el sistema numérico maya.
En este libro aparece información detallada sobre la ubicación de los astros, los días en los que se pueden contemplar eclipses y movimientos estelares. También hay datos sobre los movimientos de los planetas, y descripciones en torno a las ceremonias que deben desarrollarse en cada día.
En lo que respecta a su procedencia, se cree que fue escrito por intelectuales mayas antes de la conquista española. Y se cree que llegó a Europa gracias a Hernán Cortés. Es importante señalar que gracias a este códice se pudo conocer y descifrar gran parte del sistema jeroglífico maya.
Entre las cosas más significativas podríamos mencionar que este libro registra conocimientos inauditos porque revela información que todavía la ciencia no había conquistado. Esto ha llevado a los estudiosos a manifestar cierto respeto y cierta inquietud en torno a la naturaleza de dicho códice.
Resulta un poco preocupante, que habiéndose revelado su procedencia, continúe en manos europeas. Probablemente debería estar en el territorio que conquistaron y sostuvieron los mayas, antes de las invasiones.
4. Códice Daza
En España el Códice Daza es una joya inigualable. Se trata de uno de los tres borradores de la obra de Lope de Vega. Un conjunto de cuadernitos escritos entre los años 1631 y 1634 por el famoso poeta. No sólo hay fragmentos de su poesía sino también de otras obras de su autoría y comentarios sobre la realidad.
Hasta el año 2004 estos códices se encontraron en manos privadas. Durante ese año, sus propietarios quisieron venderlo a Sotheby's por una buena suma de dinero, pero el Estado Español reclamó su legalidad e impidió que fuera exportado. Al día de hoy se encuentra en manos de la Biblioteca Nacional Española.
5. El Codex Gigas
El Codex Gigas, conocido también como Códice de Satanás o Biblia del Diablo, proviene de la época medieval. Se cree que fue escrito en el siglo XIII.
Seguramente este es uno de los códices más populares, puesto que se cree que fue encargado por el mismísimo Satanás. El libro grande, en su traducción del latín, recibe este nombre dadas sus inquietantes dimensiones (92 centímetros de alto, 50,5 centímetros de ancho y 22 centímetros de profundidad) y su peso (75 kilogramos). Se compone de 624 páginas en formato pergamino.
En el Codex Gigas fue escrito por un monje de Podlažice conocido como Germán el Recluso y contiene no sólo una copia de la Biblia, una serie de textos con encantamientos mágicos y curas medicinales, así como también trabajos sobre la historia judía, un calendario y un obituario de la época. Es una minibiblioteca con textos valiosísimos que se ha conservado muy bien. No existe un libro más extraño, donde se combinen temas tan diferentes, esto ha logrado que este raro códice llamara más la atención, llegando a convertirse en la octava maravilla del mundo.
Pero tampoco debemos olvidarnos de las cuidadas ilustraciones que otorgan más valor al objeto: los colores de la tipografía. Es un códice con bordes rojos y dorados que llaman muchísimo la atención. Y, la frutilla del postre: un retrato del mismísimo Satanás.
La historia cuenta que el monje copista que lo escribió se puso a trabajar en él luego de recibir la noticia de que sería emparedado como condena por uno de sus delitos. Decidió entonces componer esta obra para expiar su pecado, y consiguió llevarla a cabo en una sola noche. Para poder terminarlo tan rápido tuvo que pedirle ayuda al diablo, y como forma de compensación, decidió incluir un retrato de su ayudante al comienzo de la obra. Sea o no verdad, no deja de ser una historia estimulante, ¿no te parece?
El mundo de los manuscritos antiguos y los códices es fascinante. Existen muchísimos textos que se han perdido pero tampoco sabemos cuántos se conservan sin haber sido todavía descubiertos. La posibilidad de dar con ellos es esperanza para los amantes del mundo del libro.
¿Te gusta este tema? ¿Conoces otros códices famosos? Aprovecho para invitarte a visitar el sitio Todo Libro Antiguo, en el que he descubierto algunas de las cosas que aquí te cuento.
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