Judith Butler nació el 24 de febrero de 1956 en Ohio en el seno de una familia de ascendencia judía.
Gracias a la educación que recibió, en instituciones hebreas, tuvo acceso de pequeña a la filosofía, que la fascinó y la llevó a leer a algunos de los pensadores fundamentales de esta disciplina.
La muerte ha estado muy presente en la crianza de Butler, porque casi toda su familia materna fue asesinada durante el Holocausto. El cuerpo quizá sea la segunda gran obsesión de Butler. Y es posible que su historia la haya sacudido para pensar en cómo el poder corrige y comanda en torno a los cuerpos. Sobre la liberación y la reapropiación de la identidad sexual ha trabajado en la mayoría de sus reflexiones.
La obra de Judith Butler
La claridad de Butler nos invita a pensar el mundo de otra manera, a replantearnos la mirada estructurada y obtusa en la que nos criamos y a contemplar otras formas de entender la vida en sociedad.
En su libro El género en disputa Butler hace uno de los planteos más significativos para el feminismo y para la mirada del cuerpo: entre el género y el sexo ya no va a existir esa distancia impuesta por "lo que existía antes de la forma" sino que va a trabajar sobre la absoluta independencia de los sujetos a construirse, interior y exteriormente. Sin duda se trata de uno de los libros más importantes, que abriría un debate significativo para las identidades no binarias.
El pensamiento de Butler se enmarca en la era posestructuralista donde el feminismo, la visión queer y la ética ecológica ocupan un papel fundamental. Se ocupa de los temas que le interesan desde una perspectiva que abraza la filosofía, el derecho, las ciencias políticas y la literatura, con una lucidez que nos obliga a pensar las cosas de una forma nueva.
Algunas de sus obras imprescindibles son Cuerpos que importan, Lenguaje, poder e identidad, Deshacer el género y Violencia de Estado, guerra, resistencia.
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