Diego Medina Poveda en «Lunes de Poesía»

Un poema de «Todo cuanto es verdad» de Diego Medina Poveda en «Lunes de Poesía»



Diego Medina Poveda en «Lunes de Poesía» de Bestia Lectora

Una de las cosas que me impactó cuando conocí a Diego Medina Poveda hace ya varios años, fue el buen trabajo de forma de sus poemas. Y sigue siendo una de las peculiaridades de su poesía que me fascina. Porque aunque se puede notar la gran influencia que ejercen sobre él los poetas de la generación del 98, bajo la luz de la generación del 30, hay una autenticidad, un deseo de trabajar desde la tradición buscando nuevos caminos, que nos expliquen sin arrancarnos del nido. Algo que Diego ha sabido transformar y hacer propio año a año, libro a libro. Recientemente Diego Medina Poveda ha sido reconocido con el Accésit del Premio Adonáis 2019, por su libro Todo cuanto es verdad (Rialp). Lamentablemente ha salido en un tiempo duro y me temo que ha tenido menos repercusión de la que se merece, porque es un libro fabuloso. En nuestro «Lunes de poesía» vamos a zambullirnos en su tono y forma y te invitamos a leerlo.


Cambiar de casa, cambiar de piel


El tema central en Todo cuanto es verdad podría ser la mudanza. Desde este cambio de lugar, Medina Poveda explora la extrañeza, y con ella, la necesidad de repreguntarnos nuestro papel en el mundo. Podríamos decir que es un poemario que trata acerca de las transformaciones interiores y exteriores, que se ponen en marcha muchas veces a lo largo de la vida. La extranjería y la madurez ocupan un lugar fundamental, así como también la forma en la que observamos a los otros. Pero sobre todo, se destaca la búsqueda de significado, de identidad, la necesidad de respuestas a lo que somos, que es el resultado de muchas decisiones pero también de las oportunidades que hemos tenido en la vida.

Toda esa indagación obliga a mirar de cerca el pasado, la tradición. Por eso, quizá no podría escribirse este libro sin ese enlace directo con el clasisismo. Porque explicar la forma en la que los cambios exteriores imponen un camino de madurez interior determinado, exige pensar en lo leído, en el papel que juega la lectura como apoyo incondicional en los tiempos de oscuridad, y de formación. La lectura, la poesía, que ayuda a que esa extrañeza sirva como espacio de revisión y no de pérdida constante.

Comenzamos hablando de la forma, y hay que volver a ella. Porque Diego Medina Poveda nos ofrece aquí un libro redondo, muy bien compuesto formalmente. El empeño está puesto en conseguir a través del vínculo intertextual pero desde un discurso cercano, la explicación de la identidad, que es vida y escritura. Y en estos poemas vemos el proceso de crecimiento a través del cual la creación poética es atravesada por la extrañeza, la extranjería, la mudanza. Es un trabajo minucioso donde a través de imágenes cotidianas, el poeta busca plasmar una hondura que parece imposible. Pero lo consigue con precisión de relojero.


Mudarse de uno mismo, entender el mundo


Una de las ideas que más me interesa de Todo cuanto es verdad es esa doble vía de entendimiento del dislocamiento: desde lo íntimo y desde lo social. Si en la primera parte el abordaje de la extrañeza es desde los cambios interiores y solitarios, la segunda parte abarca las diferencias sociales, los cambios en el entorno, que deviene crítica social, reflexión sobre la decadencia cultural que presenciamos en nuestra actualidad. Esta doble pregunta es muy interesante y Diego Medina Poveda sabe tratarla con buen gusto y oficio, llevándonos a necesarias cavilaciones en torno a nuestro mundo.

Quizá lo que tendríamos que entender es que al plantearnos esta idea de pensamiento de doble punta no hacemos más que confirmar nuestra única certeza: somos porque hay otros. Y por eso, cuando el poeta analiza su extrañeza siempre termina llegando al territorio de los otros, a planteamientos sobre el comportamiento social, y las relaciones. Y por eso también, siempre termina invitándonos a tomar medidas para cambiar nuestra realidad. Es evidente que el compromiso social es otra de las cualidades de este poeta, y no es este libro la excepción.

En Todo cuanto es verdad de Diego Media Poveda encontramos un conjunto de poemas en torno a la soledad, a la extranjería, al miedo de perderse. Pero también es un libro luminoso, con bellísimos poemas sobre la forma en la que la lectura (y sobre todo la poesía) nos salva, así como también hace hincapié en el deseo como punto de anclaje a los sueños, el deseo que se renueva e impide que caigamos en picado, encendiéndose cuando creíamos que ya no habría luz para nosotros.

Es un libro, además, que viene a confirmarnos lo que las anteriores obras del poeta anunciaban —Mar de Iroise y A pesar del frío—, que Medina Poveda es un poeta comprometido que nos ofrece un universo poético cada vez más sólido; un espacio de reflexión sobre lo íntimo, que nos permite ahondar en lo que no se ve, y a mudar de piel en cada lectura.

Como es tradición en este ciclo, termino esta lectura sobre el poemario dejando un fragmento de uno de sus poemas. «Charcos», que creo es una buena expresión de lo que hemos charlado sobre este fabuloso libro. Que nadie deje de leerlo.


Charcos (Fragmento)


«(...)
Yo he visto aquel reflejo en muchos rostros
que encuentran sus esbozos en los charcos
mugrientos de la acera,
y ven las cicatrices invisibles
los trazos que dibuja a hurtadillas el tiempo,
y así envejecen, con sigilo,
mirándose en un mar a ras de suelo
con pecios como hormigas y colillas,
y el sol —igual que un gran ojo eléctrico—
parpadeando frío y lejano
al horizonte.

Huir de uno mismo como quien se traga
los charcos del recuerdo y aún no sabe
que en su voz infinita están las voces
de todos los secretos.»

«CHARCOS». TODO CUANTO ES VERDAD. DIEGO MEDINA POVEDA. EDITORIAL RIALP. 2020

0 Comentarios