Martín Rodríguez-Gaona en nuestro «Lunes de Poesía»

Fue Enrique Jardiel Poncela quien dijo, con esa ironía casi catastrofista que le caracterizaba, que son muy pocos los sueños que pueden cumplirse. «La gran mayoría de los sueños se roncan», sentenció. La relación entre sueño y realidad ha dado muchos frutos en el mundo de la literatura, sirviendo como punto de partida al desarrollo de interesantes ideas. Y atravesando ambos estados de conciencia (íntima y colectiva) nos topamos con el tiempo. Los sueños y el tiempo (su paso y su peso) mantienen en vilo nuestra ilusión; podríamos decir que nos sostienen en esta extraña locura a la que llamamos vida. En nuestro «Lunes de Poesía» vamos a compartir un poema del libro Motivos fuera del tiempo: las ruinas de Martín Rodríguez-Gaona (Pre-textos), donde estos dos elementos permiten el desarrollo de una poesía ambiciosa en forma y fondo. No dejes de leer a este maravilloso poeta y teórico peruano.

Motivos fuera del tiempo: las ruinas de Martín Rodríguez-Gaona (Pre-textos) es un libro que se inicia en un viaje a Venecia, y que nos ofrece una lectura interesante sobre el desengaño y las pérdidas íntimas y colectivas, desde una metáfora interesante entre cultura y capital. «La mejor forma de acabar con los sueños, ya se sabe, es contrastarlos con los hechos», leemos en el prólogo. Desde ese lugar, se van abriendo ante nosotros una reflexión sobre la pérdida de la inocencia que otorga el conocimiento y también un canto a la curiosidad y a la reinvención, cuando el mundo que conoces se halla en ruinas.

Martín Rodríguez-Gaona nos promete en el prólogo un viaje a los comienzos de la historia de Europa. Sin duda, Venecia fue un pilar fundamental para la construcción del mundo que conocemos, para bien y para mal. Pero este libro va más allá de las razones históricas y de las búsquedas arqueológicas, intenta abordar esa idea que todos tenemos inoculada en nuestro imaginario cultural: su relación estrecha con lo bello, con lo mágico, con lo místico. «¿Cómo se puede tolerar la extrema belleza?». Quizá este libro sea el empeño por responder a esta pregunta, por reconstruir desde una verdad y no desde el ilusionismo la idea de belleza y la relación con esta ciudad fascinante.

En lo estético, Motivos fuera del tiempo: las ruinas, es un libro que apuesta por un fraseo variopinto. Por momentos encontramos poemas que responden a una rima perfecta y más clásica, donde hay un extremo cuidado del lenguaje, pero también hay una serie de poemas y textos más narrativos, que es como si vinieran a romper con el ritmo armonioso de la obra. No obstante, todos ellos tienen en común la musicalidad, que es algo que está trabajado con exquisito buen gusto sin caer en rimas predecibles ni en la cursilería poética.

A lo largo de esta travesía lectora hacia la isla del conocimiento, que también puede funcionar como metáfora para los sueños, encontramos aquellas piedras que se interponen en el camino y vuelven la dulce experiencia en un penoso viaje al filo de un vórtice marino. La capacidad para aguantar en medio del desgarro y la alegría es la que permite la poesía. Después de dos intentos fallidos de llegar a Venecia: el tercero se concreta. Pero entonces el viaje verdadero es una experiencia sosa. Ha habido tantos otros viajes antes mediante el sueño y los libros, que la imagen que encuentra el poeta es pobre, no está a la altura de las expectativas. Me parece una fabulosa metáfora para el amor, las expectativas profesionales y todo aquello en lo que nos volcamos, y siempre termina mostrando su aleta herida.

Una de las cosas más interesantes del libro es la pregunta que deja sobre el aire respecto a la transformación de nuestra concepción de los lugares desde el capitalismo. Si en algo se parecen aquellos primeros años de efervescencia mercantil que dio vida y brillo a esta ciudad con el tiempo que nos toca vivir es el empeño humano por tocar la carne. «La historia se repite: sexo, corrupción, traición, muerte». Quizá en esas experiencias retorcidas no haya otra cosa que un anhelo desesperado de inmortalidad.

El yo poético quiere entender por qué esa desazón, ese desengaño. Las cosas no son lo que parecen, ni siquiera la añorada ciudad lo es. Al servicio del capital, en estos tiempos de turisteo, se hunde en esas raíces de tiempo mercantil y no permite que el poeta vea en ella el esplendor que encontraron Byron, Pound o Brodsky. «Mentimos, pues nuestra única y auténtica pasión es el conocimiento», escribe. Nos metimos para sobrevivir y las ciudades, con su forma parasitaria de sobrevivir al tiempo se parecen a nosotros en ese empeño de reconstruirse y en su capacidad para ser nombradas de nuevas maneras. «Esa curiosidad, al principio compartida y amable, / pero que también, tarde o temprano, nos llevará a otro cuerpo».

Otra cosa a destacar es la reflexión sobre el capitalismo. Sin duda, esta ciudad es un referente icónico del progreso comercial, que no industrial. Una ciudad que fue el punto de encuentro de los grandes traficantes de la Europa y que, sin lugar a dudas, fue decisiva para el engrandecimiento de las colonias. La pasión del mundo por ella no se ha quedado ahí. Quizá su cualidad cosmopolita haya tenido algo que ver, quizá, como leemos en este libro, hay algo de nosotros oscuro que tienta con arrastrarnos al fondo de un mar de aguas estancadas.

Y llegados a este punto, encontramos el fabuloso «Manifiesto antimaterialista», que nos hace pensar en el libro anterior de Rodríguez-Gaona, pero va un poco más allá. Ya no sólo es un análisis de la poesía y el empobrecimiento para volverse "vendible" sino que ahonda en esta época extraña en la que todos somos productos para poder sostenernos en un sistema que nos explota. Donde «Productivo es aquello que posee / capacidad para crear deseo»

El daño aparece cuando todas las expectativas se comparan con la realidad, y esta última nunca está a la altura de lo soñado. Lo que nos ocurre en lo íntimo, atraviesa también lo colectivo. Todo parece un bello proyecto hasta que arrasa con los cuerpos. Todo esto leemos en este poemario intenso y redondo.

Pero, pese a que hay una gran sombra planeando sobre las ideas que formula el libro, también encontramos mucha luz. «El secreto consiste en creer», leemos. Por eso, aunque la primera lectura nos puede llevar a la idea de que es éste un recuento de pérdidas, la certeza de aquello que se ha desvanecido, las ruinas, está también por encima de eso la luz, que es el deseo del poeta por revisitar sus propias experiencias desde la ilusión, con la intención de la inocencia. Para ello, nada mejor que aceptar lo tangible, y aferrarse a él. «Quiero que el amor sea / de este mundo / y se quede».

Y ya no vamos a desvelarte más. Como acostumbramos en este ciclo, te despedimos con un poema de Motivos fuera del tiempo: las ruinas de Martín Rodríguez-Gaona. No dejes de leerlo porque, seguramente, encontrarás en él nuevas miradas sobre Venecia y sobre tu propia percepción del mundo, del tiempo y de los sueños (procuremos mantener vivos no sólo aquéllos «que se roncan»).

«Gestión de memoria y olvido.
El recuerdo es un campo de minas. Apenas
cicatrices y secretos. Sensaciones
que no quieren desaparecer.

Nos une el acto de alcanzar
otro estado de conciencia
antes que algún resultado específico»

MOTIVOS FUERA DEL TIEMPO: LAS RUINAS. MARTÍN RODRÍGUEZ-GAONA. PRE-TEXTOS. 2020