Las mejores obras literarias son aquéllas que se oponen al sistema y nos permiten pensar de otra manera la vida. Anaïs Nin es una de las autoras que más ha cuestionado y puesto en palabras la represión de la educación occidental. Una autora ineludible, fascinante y delicada, que nadie debería perderse.
Anaïs Nin nació en Francia el 21 de febrero de 1903 en el seno de una familia de artistas. Su madre fue la cantante cubana Rosa Culmell y su padre el pianista Joaquín Nin. Cuando Anaïs tenía once años, su padre las abandonó. Y esta experiencia le dejó una huella imborrable a la niña.
Cuando era adolescente, Anaïs comenzó a trabajar como modelo y bailarina, combinando estos trabajos con la escritura. A los 19 años conoció a Hugh Guiler, con quien se casó y se fue a vivir a Francia.
Su carrera literaria comenzó con un ensayo sobre Lawrence, que le ganó la admiración de Henry Miller, a quien la uniría durante muchos años una relación amorosa. También mantuvo una relación amorosa con la mujer de Miller, June.
A lo largo de su vida mantendría muchas relaciones amorosas y escribiría sobre ellas con mucha apertura. Gracias a sus diarios, hemos podido conocer mejor las intenciones y los miedos de esta maravillosa autora.
La obra de Anaïs Nin
La obra de Anaïs Nin es amplia y única. No sólo contamos con sus diarios (escritos desde los años treinta hasta poco antes de su muerte), sino que publicó importantísimas novelas, ensayos y obras narrativas de difícil clasificación.
Entre sus títulos más destacados podemos mencionar Invierno de artificio, Pajaritos, Pájaros de fuego, La novela del futuro, Incesto y Henry y June.
Leer a Anaïs Nin es asomarse a un espacio tenebroso, en el que nuestra represión y nuestra incapacidad para tocar libremente lo que deseamos se vuelve evidente. Pocas lecturas más liberadoras y enriquecedoras como el lenguaje de Nin.
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