
La literatura mexicana nos ha regalado algunas de las voces universales más insólitas. Es difícil decir esto y no pensar en José Emilio Pacheco.
José Emilio Pacheco nació en Ciudad de México el 30 de junio de 1939. A lo largo de su vida fue sumamente conocido gracias al cultivo incansable de múltiples géneros: poesía, crónica, cuento, novela y ensayo.
Ya en la infancia era un fiel devoto de autores como Julio Verne, Manuel Payno y Alfonso Reyes. Además, siendo su padre un importante intelectual, recibía en su casa a personajes destacados de la esfera literaria, de cuyas voces Emilio escuchó algunas de las revelaciones más misteriosas y fascinantes de la vida, que le convertirían en escritor.
Cuando entró en la adolescencia ya era un apasionado escritor. Comenzó a publicar en revistas como «Proa», «Letras Nuevas» y en el «Diario de Yucatán». A partir de ahí, poco a poco iría gestándose su carrera literaria sin tropiezos.
A lo largo de su vida fue condecorado con prestigiosos galardones, tales como el «Premio Iberamericano de Poesía Pablo Neruda» (2004), el «Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana» (2009) y el «Premio Cervantes» (2009).
Pacheco falleció el 26 de enero de 2014 en ciudad de México, a los 74 años.
La obra de José Emilio Pacheco
Como buen representante de su generación, Pacheco ofreció en su obra una mirada versátil y urbana. Reflexionó sobre temas como el regreso a la infancia en lo fantástico, la posibilidad de habitar un tiempo circular y lo hizo a través de un lenguaje directo y rico.
Entre sus obras más importantes podemos destacar. No me preguntes cómo pasa el tiempo, La arena errante y Tarde o temprano (Poesía). Morirás lejos y Las batallas del desierto (Novela). El viento distante y La sangre de Medusa y otros cuentos marginales (Cuento). También compuso la Antología del modernismo, donde reunió a escritores desde 1884 a 1921, que fue publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
José Emilio Pacheco es una de las voces latinoamericanas más irresistibles. Hay verdad y duda en su escritura. Nadie debería dejar de leerlo.
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