«Con otro sol», de Diego Angelino (Malas Tierras)

En nuestro «Miércoles de Cuento» te recomendamos «Con otro sol» de Diego Angelino (Malas Tierras), ¡un libro asombroso!

Diego Angelino en nuestro «Miércoles de Cuento»

De Diego Angelino dice Selva Almada: «Escritor y jardinero: podría ser Dios». Y no se equivoca. La escritura bebe del paisaje y de nuestra forma de interactuar con él. Algunos escritores (y esto las nombra primero siempre) tienen la capacidad de transformar el lenguaje en arena y construir con él un universo completo, fascinante y vivo. Lo sabemos cuando leemos Con otro sol de Diego Angelino (Malas Tierras). Encontramos en este libro un vasto territorio donde todo lo que sucede es inolvidable. Tomar de la tierra la semilla y germinar desde ahí un árbol gigantesco de personajes inseparables de ese suelo. Algo fascinante que estimula en nosotros una lectura honda, casi taciturna, porque es la única manera de absorber todos (y casi todos) los matices del libro. Este cuentario fabuloso protagoniza nuestro «Miércoles de Cuento».


La vida al otro lado


«Campo del Banco es un gran yermo limpio de la memoria». Dos palabras: campo y memoria. Desde ahí parten estos personajes. En ellas se empeña la raíz de este árbol inmenso. Las historias que encontramos suceden entre el ahogado grito de la pérdida y la llama que enciende un nuevo nacimiento. Todas ellas tienen la marca del pasado y ansían la chispa de una luz distinta. La escritura de Angelino tiene la fuerza de las catástrofes, donde el afán de supervivencia es brutal, donde no hay desidia sino empeño de porvenir. La peste, la sequía, las tormentas y el ir y venir de viajeros extravagantes convierten este territorio en un lugar próximo a los grandes escenarios de las obras clásicas, donde todo es posible y, al mismo tiempo, todo lo que acontece tiene una cuota de fantasía, de sutura incompleta.

La tragedia inaugurando un territorio de desolación es el gran tema de los cuentos. No debemos avanzar demasiado en la lectura para comprenderlo, e intuir que las criaturas de este libro se parecen en el modo en que aceptan el dolor y le ponen la jeta a la desesperación. «Cuando nació el cuarto hijo murió la madre y en seguida murió el padre».

La muerte avanza. Guadaña contra el tiempo. Cambio de carril para los desesperados. La muerte apuntala las bases del porvenir. «No es el dolor, es el frío que nace justamente donde la mano se empapa con la tibieza de la sangre». Pero quiero volver a la luz, porque la forma en la que Angelino trabaja con la muerte es bella. Aparece como un instante de luz; como si ese último suspiro tuviese algo de epifánico y portara un mensaje de esperanza o de dulzor a la boca. En esas pequeñas aberturas en el universo y en la brisa nueva que atraviesa el acontecer de los personajes instaura Angelino la luz: eso que perseguimos en cada lectura y que ansiamos. La luz que no se traduce en un cambio de tornas en los acontecimientos sino, en todo caso, en un cambio de perspectiva de los hechos narrados o mirados. «He andado mucho y ahora alguna vez voy a morir y no se puede morir andando, hay que quedarse quieto para esperar la muerte».


Un cuento de «Con otro sol», de Diego Angelino (Malas Tierras)

Feligreses adorando a Angelino


Almada también dice que después de leer a Angelino te quedas prendida de su palabra. Feligreses en busca de Dios. También estoy de acuerdo en esto. Ahora quiero leerlo más. Conocer mejor Campo del Banco, visitar ese territorio ahora y en el pasado. Y creo que en ese fervor que despierta en nosotros lo insólito reside la magia de su escritura, que transporta las voces atrapadas en la tierra y las hace visibles. El universo mágico de Angelino tiene mucho de inquietante y telúrico pero también de cristalino y celestial. Como píos peregrinamos a este campo con el deseo de que su voz se nos pegue, que no la olvidemos nunca.

Escribir bien es saber crear un lenguaje que resulte transparente y misterioso al mismo tiempo. Que se construye de lo dicho y también de los silencios, de las insinuaciones que bordean el mundo. Un lenguaje que pueda ser escuchado y comprendido con la voz del corazón. En este libro, el discurrir de un discurso cercano y conciso da paso por momentos a descripciones paisajísticas e imágenes líricas, que contribuyen con una obra auténtica y fascinante. «El último sol de la tarde estaba aún donde ahora los ojos no veían otra cosa que sombras».

Campo del Banco es el territorio de lo extraordinario. Todo es posible y, al mismo tiempo, insignificante. Angelino nos presenta una serie de personajes que cohabitan en un mundo que está desapareciendo, pero que no lo hará hasta que se apague la última memoria. Campo y memoria unifican un libro de relatos maravilloso que nadie debería dejar de leer.


Jaurías, un cuento de Diego Angelino (Malas Tierras)

Diego Angelino en «Miércoles de Cuento»


«Los desesperados no tienen paz sobre la tierra», escribe Angelino y nos regala un cuentario donde la luz no está en la paz sino en la posibilidad. Un libro escrito con una extraordinaria sensibilidad que nos invita a quedarnos a vivir en su árida llanura. En nuestro «Miércoles de Cuento» te invitamos a leer Con otro sol, compartiendo contigo un fragmento del cuento «Jaurías», que es uno de nuestros favoritos.


«Jaurías», de Diego Angelino (Fragmento)

«Se hubiera dicho que el Linye se quedó en Campo del Banco para morir. Como si después de andar tanto dijera justamente eso: he andado mucho y ahora alguna vez voy a morir y no se puede morir andando, hay que quedarse quieto para esperar la muerte. Por Campo del Banco siempre habían pasado linyeras y quizás siempre van a seguir pasando. Venían de cualquier parte y no se sabía nunca hacia dónde iban a ir. Y tampoco a nadie le importaba mayormente. (...) Y después se iban, daban media vuelta y, sin siquiera saludar ni responder preguntas que nadie había hecho, tomaban para el camino y se perdían para cualquier parte».


«Con otro sol», de Diego Angelino (Malas Tierras)

«JAURÍAS». CON OTRO SOL. DIEGO ANGELINO. MALAS TIERRAS. 2021.

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