José María Merino es condecorado con el Premio Nacional de las Letras Españolas

Algunos premios nos causan más alegría que otros. Cuando las personas que son reconocidas han tenido algún tipo de influencia intelectual o afectiva sobre nosotros la alegría se multiplica. José María Merino ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas, por «la inteligencia de sus reflexiones teóricas sobre la ficción», y su alegría es la de todos aquellos que lo leemos con avidez y le admiramos.

El Premio Nacional de las Letras Españolas se creó en 1984 con el objetivo de destacar la obra de escritores que publiquen en alguna de las lenguas españolas oficiales. Además de destacar la obra de un personaje literario este premio cumple el objetivo de crear un canon lingüístico, plural, que contenga la inmensa diversidad literaria de nuestro bello idioma.

En sus 38 años de existencia el Premio Nacional de Las Letras ha sido otorgado a escritores de la talla de Gabriel Celaya, Ana María Matute y Bernardo Atxaga, entre muchos otros. Como ocurre siempre y lamentablemente, solamente han sido reconocidas con él seis mujeres, las escritoras Rosa Chacel, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Carme Riera, Rosa Montero y Francisca Aguirre.

Este año el Premio Nacional de las Letras queda en manos de José María Merino. El jurado ha argumentado su gran trabajo teórico en torno a la creación literaria de ficción. Han destacado también «su maestría y excelencia en la creación de literatura fantástica en las modalidades narrativas de novela, novela corta, cuento y microrrelato», considerándolo además, un «referente para sucesivas generaciones».

José María Merino es un prolífico escritor que ha cultivado diversos géneros narrativos y también textos teóricos. Su discurso para tomar posesión de su cargo en la Real Academia Española no ha pasado desapercibido. Un manifiesto titulado "Ficción de verdad" en el que defendió la ficción como punto de amarre a la vida pero también como camino de entendimiento. Lleva ocupando el sillón de la letra M desde el año 2009.

Sobre la relación entre fantasía y ficción, precisamente, conversamos hace unos años cuando lo entrevisté para el sitio Poemas del Alma. Dice ahí Merino: «Sería un poco estúpido pensar que la realidad está perfectamente clara, que es siempre comprensible». Su manera de intentar vislumbrar esa frontera entre fantasía y realidad es asombrosa porque, en lugar de plantear eruditas explicaciones para justificar la distancia entre ambos mundos aúna sus propiedades y pone el misterio de lo desconocido en el foco del argumento.

De Merino conviene leerlo todo. Pero puestos a recomendar, no quiero olvidarme de sus libros Aventuras e invenciones del profesor Souto (Páginas de Espuma) (que nos permite descubrir a este personaje fascinante que está y no está, que aparece y desaparece y que establece tratos extraños con lo invisible) y La trama oculta (Páginas de Espuma) (un conjunto de relatos sobre el carácter absurdo de la existencia y la verdaderamente imposible tarea de establecer una frontera nítida entre la vigilia el sueño, entre la vida y la muerte, entre la luz y la sombra).

Leer a José María Merino exige aceptar que lo que vemos siempre esconde algo. Asumir el carácter tramposo de nuestros sentidos y disponernos a disfrutar con la mente abierta de experiencias lectoras estimulantes, al borde de lo paranormal o lo misterioso.

Te invito a leer a este fabuloso escritor y a celebrar con nosotros este nuevo reconocimiento en su vasta carrera literaria.