El exilio atraviesa como un punzón todo el lenguaje de Flavia Company, dejando un camino de puntos que permiten ahondar en la propia experiencia de la extranjería y en nuestra relación con los demás. La dimensión del deseo por metros cuadrados (Editorial Comba) reúne su obra poética completa y nos permite comprender la hondura filosófica que implica para esta autora la escritura.
La obra completa de Flavia Company
La dimensión del deseo por metros cuadrados es un libro dividido en tres partes. Encontramos los dos poemarios anteriores de Flavia Company, Volver antes que ir y Yo significo algo a los que se suma un poemario inédito, La dimensión del deseo por metros cuadrados. A través de los tres textos realizamos un viaje que implica descubrimiento íntimo y perspectiva frente a la herencia.
Aunque los tres libros presentan una estética y un hilo cerrado, es decir, que pueden disfrutarse y comprenderse de forma independiente, la lectura conjunta es mucho más enriquecedora. Por eso, creo que ha sido sumamente acertada esta publicación en forma de tríptico poético.
Entre los elementos reincidentes de la obra de Company encontramos dos que podríamos considerar pilares de toda su búsqueda: la extranjería y el deseo. A través de una serie de poemas la autora nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el viaje y con la extrañeza y también nos da sensuales hilos para ahondar en nuestro propio deseo y en el placer como brújula.
En La dimensión del deseo por metros cuadrados hay rabia, desconsuelo, abandono pero hay también esperanza. La luz está en la intención con la que se mira, en la certeza de que existe algo más hondo que la materia, algo distinto y siempre nuevo, que está por encima de nosotros.
«Volver antes que ir»
«¿Vos creés que detrás de las cosas hay algo?». En Volver antes que ir Company plantea una indagación sobre la memoria y el impacto que la herencia supone sobre el cuerpo y la mente. Una niña cruza el océano con cierto desconcierto pero también con la posibilidad de la luz de la que tanto le han hablado. No será ella sino su hija quien intente llenar de palabras ese viaje. El diario de su madre será su faro pero, a medida que avance en la historia las voces se volverán una: tan iguales y tan distintas.
Entre los temas más interesantes nos encontramos con muchas preguntas en torno a la formación de la propia identidad y la manera en la que los demás influyen en esa esencia. «la huella dactilar del mundo / sembrada y creciente / llena de pelos que se atragantan». La herencia muchas veces no es consuelo sino un obstáculo, tal como lo observa la voz poética.
Desde el principio aparece la rebeldía y el deseo de hacer algo distinto. La voz grita que de no quiere ser domesticada por los mandatos que le han inculcado y que tiran de ella hacia un mundo que no desea habitar, en el que no se reconoce. ¿Podemos a través del regreso encontrar a aquella que fuimos y reconstruirnos sin la herida? Quizá sea ésta la gran pregunta que subyace al libro. Leemos: «un regreso es una semilla, / un cuerpo extraño e impermeable».
En ese regreso comprender la distancia entre el yo y los lugares es vital. ¿Cuál es mi patria? ¿Desde qué lugar, la escritura?, son algunas de las inquietudes que leemos. Leemos: «quiero decir estos versos en un lugar oscuro / donde me escuche todo el mundo». Inevitablemente la escritura se hace con el control y pone en palabras lo desconocido y lo escondido para liberar la propia voz. Y es a través de ella que la identidad cobra sentido y conciencia. «Vos sos el nexo, el lugar donde todo ocurre». Patria y yo: quizá ahí el gran punto cardinal al que apunta este libro de viaje interior.
«Yo significo algo»
Si en Volver antes que ir la pregunta está en los lugares o espacios transitados, en Yo significo algo la intriga reside en la intimidad y la identidad del yo. En ese camino de búsqueda vuelve a aparecer la escritura, el lenguaje como punto de referencia. «la palabra no sabe / antes que yo comprenda / ni veo yo nada antes que ella / me encuentre».
La pregunta sobre la identidad atraviesa la poesía de punta a punta. Resulta difícil plantearse un trabajo poético sin saber desde dónde se realiza. Y esto ocupa un lugar fundamental en la obra de Company. «hay que corromperse / para renacer», leemos. Y también: «quien se fue hasta el fondo / no regresa a demostrarlo».
Corromperse para reconstruirse. Captando el sentido y la hondura de esa destrucción podremos ir un poco más allá. Buscarnos en la desesperación, redescubrir nuestra identidad. Sin embargo, en ese camino de dudas y búsqueda surge la idea de la vida como un todo cíclico, repetitivo. «qué difícil creer que todo / ya ha ocurrido, que volverá / a suceder». ¿Cómo mantenerse despierta, entusiasmada frente a una vida tan cuadrada, tan cíclica? Podríamos intuir en la respuesta a esta pregunta la intención de este libro.
«La dimensión del deseo por metros cuadrados»
El poemario inédito de Flavia Company es de una gran belleza. No sólo hay un brillo nuevo en su poesía sino que se nota toda la evolución y el oficio poético que han permitido los años.
El amor, la violencia doméstica, el desarraigo son algunos de los hilos conductores de un libro que trata, precisamente, del deseo. De las formas distintas y a veces nebulosas que pujan en nosotras cuando amamos, cuando ansiamos encontrarnos y vivir ese ideal en carne viva. «Puedo quererte desatada / y atada, sí, / desde un diálogo / o desde un poema». La poesía va avanzando sobre ese deseo y construye posibilidades no escritas. Porque si hablamos de deseo no podemos negar el más importante de todos: el de la propia identidad, el de aferrarnos a un yo que intuimos en nuestro cuerpo.
Una vez que ese yo, que significa algo, está lúcido, ya no hay nada que lo frene. Leemos: «vamos a escribirlo / nosotras que no
seguimos lo escrito / vamos a escribirlo / en un pentagrama». El deseo como música, como lenguaje distinto que no puede interpretarse desde lo escrito.
El lesboerotismo está más presente en este libro, aunque tímidamente, Company gira sobre él y nos presenta una estética del deseo que puede iluminarnos y servirnos para sentirnos escritas, de alguna manera. «Soy un exoplaneta / cuya estrella se mueve sin parar».
Una cosa que me ha llamado mucho la atención es que mientras en los dos primeros poemarios hay una fuerza poderosa de la narrativa, como si existiera el esfuerzo por no perder el hilo narratológico, en La dimensión del deseo... encontramos un libro desatado, donde la forma no bebe de la narrativa sino de lo sensorial. Esto le ha permitido a Company construir imágenes sugerentes sumamente exquisitas, que llevan su poética un paso más allá. Podríamos decir que, al igual que la voz poética, la propia autora ha entendido la importancia de «desaprender con el cuerpo», liberándose así de lo pautado incluso por ella misma y renovando su voz poética.
LA DIMENSIÓN DEL DESEO POR METROS CUADRADOS
FLAVIA COMPANY
EDITORIAL COMBA
2021
FLAVIA COMPANY
EDITORIAL COMBA
2021
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