«Mecánica terrestre», de Emma Prieto (Eolas Ediciones)

Los cuentos de Emma Prieto son artilugios precisos que exponen los fascinantes y tenebrosos mundos que acechan nuestra realidad.


Detenerse en el umbral, justo donde lo que parece un conflicto es un desierto. Esto es lo que hace Emma Prieto en su libro Mecánica terrestre (Eolas), un libro increíble desde lo técnico y desde su espíritu. En él atisbamos las vidas de un conjunto de personajes que se sostienen suspendidos de un hilo; desde ese lugar serán capaces de mirar con otros ojos, nuevos ojos, el mundo que les toca. Que nadie se pierda estos maravillosos cuentos.


Un cuento es una casa


En Mecánica terrestre Emma Prieto nos presenta un conjunto de historias que duermen debajo de la realidad. Vidas aparentemente tranquilas que son acechadas por un suceso que las trastoca. Lo hace a través de tramas realistas que contienen un giro tenebroso. Esto nos obliga a pensar estos cuentos como si fuesen sueños, como visiones oníricas, a ratos grotescas, del mundo que conocemos. La transformación que viven los personajes y la familiaridad con la que se adaptan a una nueva y extraña realidad son los dos elementos que mejor sabe trabajar Prieto; a través de los cuales consigue atraparnos desde la primera frase.

Emma Prieto se aferra a historias con cierto deje misterioso pero no nos narra lo principal, el hilo del conflicto. Los cuentos empiezan cuando la situación ya es insostenible para los personajes. Cuando una hormiga ya lleva muchos días viviendo en el centro del ojo de la narradora, por citar un ejemplo. El punto de partida de este cuento, que es uno de los que más me han gustado, es un punto sin retorno ya en la vida del personaje. ¿Cómo llegó ahí esa hormiga? ¿Por qué la narradora no enciende la voz desde el principio? Desde el momento en que entramos en este relato ya podemos sentir la desesperación de la protagonista; no hay mucho que se pueda hacer. El principio no es lo que importa. No es lo que le importa a Emma, al menos, que usando el recurso in media res viene a hablarnos de lo que no aparece en el cuento. Y nos ofrece con este libro una reflexión sobre la humanidad, lo que somos y lo que nos hacemos. Volviendo a este cuento, podríamos pensar en la facilidad con la que nos adaptamos a las situaciones que nos incomodan y la importancia de reconocer el abismo antes que sea tarde. Se me ocurre que hay muchas cosas para pensar en este relato alegórico.



La realidad y sus posibilidades


Muchos de los cuentos se ambientan en una frontera indecisa, entre realidad y fantasía. «Una piel delgada separa este mundo del otro, ligados los dos por un lazo sencillo de deshacer». Muchos personajes viven convencidos de esta superposición de realidades y han desarrollado vidas que son atravesadas por esa coincidencia espacial. La familiaridad con la que se incorporan al relato los elementos que atraviesan la frontera de lo real permite que nosotros también, como lectores, entremos en esos pequeños mundos y aceptemos ciertas reglas que son aparentemente imposibles. Esto aporta absoluta credibilidad a los cuentos.

Para trabajar esa superposición de realidades Emma Prieto se apoya en diversos recursos. Por ejemplo: uno de los cuentos nos presenta a un personaje que padece insomnio y que desarrolla un mundo vivo mientras su propio mundo está detenido. En este relato no sólo hay una interesante reflexión sobre la desesperación de quien necesita dormir pero no puede hacerlo sino que, de forma alegórica, nos puede hacer pensar en la lectura o en las vidas interiores, que se revuelven y rebelan aunque el mundo exterior permanezca intacto. Imaginar y habitar otros mundos posibles es el deseo que tienen en común la mayoría de los personajes de estos cuentos. Desean algo distinto, una vida distinta, piden a gritos «Un poco de oxígeno, por favor»

Emma Prieto no sólo es una maravillosa lectora sino que sabe usar lo que aprende en su propia obra, consiguiendo darle a los recursos un toque personal que vuelve únicos sus cuentos. Este libro tiene dos cosas fabulosas. Por un lado, prepara el terreno para que cada cuento aterrice contra la tierra pero deje cosas inconclusas. Los personajes, después de la primera sacudida, se ven obligados a tomar una decisión importante; sin embargo, el resultado no se concreta en el cuento. Por eso, aunque todos los cuentos son conclusivos, al terminarlos tienes la sensación de irte cuando comienza lo mejor; como si la vida de los personajes recién empezara.

Lo segundo es el uso de un lenguaje concreto que, sin embargo, alude a experiencias o imágenes simbólicas. Y estoy pensando en el cuento de la muela y el duelo, que creo que es donde mejor se aprecia esta cualidad del libro. Leemos: «El mismo mes en el que murió mi padre, una de mis muelas se suicidó». Tenemos aquí otro cuento fabuloso, que puede ofrecernos mucha luz para entender el dolor y las formas en las que construimos nuestro propio relato para sobrevivir. Un cuento que es, además, un hallazgo a nivel narrativo.

«Todo lo que se congela tiene que descongelarse», leemos en uno de los cuentos. Del mismo modo, todo lo que hallamos en este libro puede ayudarnos a acomodar nuestra propia visión de la realidad y guiarnos para imaginar una realidad más amable. Mecánica terrestre es un libro que parece venir a decirnos: sí, es verdad, la vida es muy difícil y sostener buenas relaciones una tarea titánica, pero tenemos la palabra. Es la confirmación del relato como una especie de oportunidad constante. En pocas palabras: en estos cuentos acontece el milagro de la palabra que salva; que nadie deje de leerlos.



MECÁNICA TERRESTRE
EMMA PRIETO
EOLAS EDICIONES
2021

0 Comentarios