Todas las infancias en las que ha entrado la fantasía seguramente han tenido a Peter Pan como referente. Este personaje fue creado por James Matthew Barrie y aunque su historia tiene ciertos rasgos autobiográficos representa el esfuerzo de un escritor por inventarse una vida distinta donde todo sea posible.
James Matthew Barrie, más conocido con las iniciales J.M.Barrie, fue un novelista escocés nacido en Kirriemuir el 9 de mayo de 1860. Fue el noveno hijo de una familia de padres trabajadores que pusieron por delante de todo la educación de sus hijos. Cuando tenía diez años su padre falleció bruscamente y el joven Barrie se impuso la responsabilidad de cuidar de sus hermanos. Comenzó entonces a reforzar el lazo que lo unía a su madre, gracias a las anécdotas del pasado y las lecturas que compartían.
Su pasión por la literatura le llevó a dedicarse al periodismo, siendo un importante colaborador del Edinburgh Evening Courant. Gracias a sus excelentes artículos conoció y trabó amistad con personajes destacados de la literatura anglosajona: George Bernard Shaw, Thomas Hardy y Robert Louis Stevenson.
Barrie falleció en Londres el 19 de junio de 1937.
La obra de James Matthew Barrie
Aunque su obra más conocida es Peter Pan y el mundo de nunca jamás, en ese intento de preservar la infancia para siempre, escribió numerosas historias, algunas más destacadas que otras. El sentimental Tommy, Tommy y Grizel y El pajarito blanco, son algunas de de las que han recibido una mejor acogida. Entre sus piezas teatrales se destacan El niño David, Espectros, El admirable Crichton. Peter Pan también tuvo varias obras de teatro, que consiguieron potenciar rotundamente la fama del personaje y también del escritor.
Durante años Barrie escribió notas y artículos para diversos medios, compaginando su trabajo de periodista con la ficción y el drama. Una vez se asentó como escritor profesional comenzó a abandonar el territorio periodístico. Aunque en torno a su vida existe una gran controversia, quizá porque el apego a la infancia es algo que el mundo adulto no consigue ver como algo positivo, la calidad de su obra es innegable.
Ningún amante de la fantasía debería perderse la obra genial de Barrie.
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