«Manual de modelado de corazones para hombres de hojalata (Cuadranta) |
Por Verónica Avilés Calderón
Son muchos los autores a quienes la timidez les lleva a escribir. Las palabras siempre buscan una vía de escape, más aún las palabras de amor. Tal es el caso de Pablo Llanos Urraca. Sí, porque Manual de modelado de corazones para hombres de hojalata es un libro que habla de amor.
Las palabras siempre buscan una vía de escape, más aún las palabras de amor.
«Amor es una palabra demasiado pequeña para contener todos los versos y dudas que intentamos almacenar en ella»: dice la sinopsis del libro. Sin embargo, no encontraremos en este poemario los versos de un adolescente enamorado sino de un adulto que reflexiona acerca del sentimiento y la forma cómo éste evoluciona en las distintas facetas de la vida. Así mismo, nos acompaña a recorrer el camino de baldosas amarillas:
«Baldosas amarilla
la felicidad no es más
que ese rato que discurre
entre que superas un miedo
y te enfrentas al siguiente».
la felicidad no es más
que ese rato que discurre
entre que superas un miedo
y te enfrentas al siguiente».
El recorrido es también un juego de palabras que captura nuestra atención, en algunos tramos nos extraña y en otros nos hace sonreír.
Un cúmulo... Nuestra ruptura fue un conflicto de desintereses. Eras nitrógeno líquido: me abrasaste con tu frialdad Puedes seguir gritándome que aún no te odio bien. A medida que tú perdías el poder, yo perdía el miedo. Hoy por fin he dejado de sentir tu ausencia en mi cama y he empezado a notar la mía. |
...de despropósitos Cuando rompimos apenas nos hablábamos: teníamos nuestras indiferencias. Tú fuiste la única capaz de herir mi insensibilidad Siempre fui incapaz de contener mi mal ingenio. Me costó la vida olvidarte, por eso, cariño, Fue más fácil ocupar tu lado de la cama que ponerme en tu lugar. |
Nuestro primer no una separación. |
error fue pactar de males. |
En cada una de las cinco partes que componen el libro, Pablo nos muestra el desamor, la búsqueda, el amor nuevo y el maduro, e incluso aquel que sentimos cuando la persona que nos acompaña exhibe solo los vestigios de aquella que amábamos o cuando llega el momento de la muerte.
«Morir Juntos
hace un par de meses dijo el médico:
¡prepárense para lo peor!
No conocía la capacidad de mi abuela
para llevar la contraria.
Diez años después nos dijo adiós y
aunque mi abuelo gozaba de buena salud,
solo tardó dos meses y un ictus
en reunirse con ella.
Probablemente habían dejado
alguna discusión pendiente.
No puedo decir cómo vivieron,
pero dejaron claro que
no podían morir el uno sin el otro».
hace un par de meses dijo el médico:
¡prepárense para lo peor!
No conocía la capacidad de mi abuela
para llevar la contraria.
Diez años después nos dijo adiós y
aunque mi abuelo gozaba de buena salud,
solo tardó dos meses y un ictus
en reunirse con ella.
Probablemente habían dejado
alguna discusión pendiente.
No puedo decir cómo vivieron,
pero dejaron claro que
no podían morir el uno sin el otro».
Entrevista de Verónica Avilés Calderón a Pablo Llanos Urraca
V—Después de una vida dedicada a diversas actividades te presentas ahora como escritor. ¿Cómo se dio este paso? ¿En qué momento te conviertes en poeta?
P—La escritura siempre me ha acompañado. Desde niño. Colándose disimuladamente en cada aspecto de mi vida o sirviéndome como desconexión. A lo largo de los años y de los cursos de escritura he ido acumulando relatos y poemas en el disco duro de mi ordenador. En el verano del 2020, al terminar el estado de alarma yo acabé en el hospital. No sabían que tenía y me sometí a pruebas durante dieciséis días. No recibía visitas, aún estábamos con el miedo de la pandemia en el cuerpo. Quizás la mezcla entre la incertidumbre y el exceso de tiempo muerto me hicieron pensar en la posibilidad real de que todos los textos acumulados en mi ordenador desaparecieran algún día. Precisamente por su naturaleza digital, ni siquiera cabía la posibilidad de que un futuro nieto en una mudanza pudiera descubrirlos dentro de muchos años al fondo de un cajón. Así que eso me llevó a decidir publicarlos. Así acabé autopublicando un primer poemario «Causa y Defecto» en Amazon. Con Manual de modelado de corazones para hombres de hojalata ocurrió que se lo di a leer a otros amigos escritores aficionados y fueron tales los buenos comentarios que me animaron a mandarlo a las editoriales. Algunas se interesaron y, entre ellas, puede decirse que fue Cuadranta la que conquistó mi corazón.
Pablo Llanos Urraca, autor de «Manual de modelado de corazones para hombres de hojalata (Cuadranta) |
V—He visto que tus poemarios suelen girar en torno a un concepto, ¿qué ocurre primero el concepto o el poema?
P—Tengo que decir que conscientemente ocurre primero el poema o, para ser más conciso, los primeros poemas. Después llega el concepto y por último los poemas que acaban de engarzar el conjunto. Sin embargo, quizás subconscientemente el hilo conductor de todos los poemas estuviera allí desde el principio. A fin de cuentas, ¿no proyectamos lo que llevamos dentro en todo aquello que vemos y hacemos cada día? ¿Cómo no hacerlo sobre la escritura?
La incertidumbre y el exceso de tiempo muerto me hicieron pensar en la posibilidad real de que todos los textos acumulados en mi ordenador desaparecieran algún día.
V—También he notado que tienes predilección por escribir poesía más que narrativa o ensayo, ¿por qué? y ¿de dónde surge ese interés?
P—Sinceramente no lo sé. Hace ya muchos años me inscribí en mi primer taller de escritura en la escuela Hotel Kafka de Madrid. Al terminar el curso teníamos una tutoría personalizada con la profesora y pese a que habíamos pasado todo el curso escribiendo relatos, ella me preguntó si no escribía poesía y si no me había planteado hacerlo. Esa pregunta me sorprendió en aquel momento y ni me planteé la poesía como forma de expresión. Seguí escribiendo relatos pero quizás, sin saberlo, había estado escribiendo siempre poemas que aún no lo eran.
V—¿Qué papel juega el lenguaje en tus creaciones y por qué?
P—Es la base. La mayoría de los poemas que escribo tienen como base figuras retóricas basadas en el propio lenguaje: la paradoja, el oxímoron, el calambur, la literalidad entre otras son parte de la estructura básica de mis poemas y disfruto mucho utilizándolas.
V—Manual de modelado de corazones para hombres de hojalata ¿Con qué nos vamos a encontrar detrás de este sugerente título?
P—Con un camino. Todos los libros son un camino, ¿verdad? Las historias nacen cuando alguien emprende un camino o cuando en algún sitio reciben a un viajero que trastoca la monotonía local. En este caso tenemos un camino de baldosas amarillas en busca de la felicidad o de respuestas que quizás no nos hacían falta. Un camino que discurre por diferentes etapas del amor y de las relaciones. Probablemente un camino que todos hemos recorrido ya o estamos abocados a recorrer, y cada uno lo hace desde sus propias circunstancias. En el libro hay diversos puntos de vista que quieren reflejar algunas de esas experiencias durante el viaje. Los expertos en educación dicen que, para fomentar la lectura entre los jóvenes, hay que explicarles que la literatura sirve para comprender el funcionamiento del alma. Quizás yo deseo que sirva también para modelar el corazón.
Verónica Avilés Calderón nació en Caracas (Venezuela) en 1976, estudió ingeniería y se especializó en marketing y desarrollo de negocios y comercio. Ha recibido clases de escritura con autores como Eloy Tizón y Elvira Navarro, que le han servido para perfeccionar su estilo.
Ha publicado las novelas Domitila (Amazon 2013) y Arena negra (Cuadranta 2023). Ha sido finalista en el IV Concurso de Poesía de la Editorial in-VERSO y primer accésit del III Concurso de Relatos de Lamucca. Además coordina la revista literaria Irredimibles.
Ha publicado las novelas Domitila (Amazon 2013) y Arena negra (Cuadranta 2023). Ha sido finalista en el IV Concurso de Poesía de la Editorial in-VERSO y primer accésit del III Concurso de Relatos de Lamucca. Además coordina la revista literaria Irredimibles.
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