«Un nuevo país al otro lado de mi ventana», Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg)

Un relato brutal sobre la extranjería y la relación con los otros.

Reseña de «Un nuevo país al otro lado de mi ventana», de Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg)

«—¡Desaparece, turco de mierda! ¡Regrésate con las burkas!» El punto de partida de Un nuevo país al otro lado de mi ventana de Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg) es una agresión racista. El narrador camina tranquilamente por las calles de una ciudad sueca y de pronto es golpeado por un comentario extremadamente violento por parte de otro caminante, un desconocido que intuye su origen y lo increpa. «Ni mi mujer me habría reconocido. Pero él sí me reconoció»: la sorpresa y el desgarro del que se sabe herido. Lo reconoció como un ser extraño, extranjero, invasor. La potencia de esta imagen nos predispone para una lectura brutal que nos irá llevando por el entresijo de las preguntas sobre la identidad, la experiencia migrante y la soledad del que no tiene patria. Un libro fascinante que viene a confirmarnos la magnífica capacidad literaria de Kallifatides.


Un libro fascinante que viene a confirmarnos la magnífica capacidad literaria de Kallifatides.

Lo primero que nos sacude ante cualquier libro de Kallifatides es la cualidad concreta pero honda de su escritura. Abraza un lenguaje directo pero que, al mismo tiempo, es poético, y siempre está diciendo otra cosa. La ironía y el uso de otros recursos literarios le permiten dibujar un mapa oscuro y luminoso en sus libros. Nos cuenta la herida pero también nos invita a creer que no todo está perdido. En Un nuevo país al otro lado de la ventana la luz entra a raudales. Kallifatides defiende magistralmente el mestizaje y nos invita a desarmar prejuicios para abrazar un vuelo a la deriva que permita otra mirada sobre el mundo. En su escritura todo apela a lo íntimo, incluso cuando la premisa es pensar sobre asuntos políticos o sociales lo íntimo es el disparador. Aquí, en principio el tema es el carácter constante del sentimiento de extranjería y orfandad, que se da en todas las direcciones: en la patria adoptiva y también en la tierra que nos vio nacer. Cuando Kallifatides es consciente de esto algo cambia en él para siempre: la aceptación de esa perpetua soledad significará una decisión y también un alivio para él. «Me había vuelto extranjero en mi país», escribe.


Portada de «Un nuevo país al otro lado de mi ventana», de Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg)
Theodor Kallifatides una defensa de la libertad y el mestizaje

Y esta proyección de lo colectivo en lo íntimo me parece importante, porque nos permite encontrar una forma de ver el mundo muy personal y nos recuerda que nada puede ser inmenso si antes no fue nuestro, es decir, si no lo hemos pasado por el tamiz de la experiencia o de la empatía. Creo que Kallifatides es uno de los grandes ejemplos de la literatura contemporánea que ha entendido esto y lo practica con maestría. Tanto es así que al leerlo sentimos el deseo de volver a ciertos autores y autoras de la gran literatura para recordar el nacimiento de nuestro fervor por las palabras y esa inexplicable deseo de encontrar el mundo en el lenguaje.

La principal característica que comparten esos grandes escritores es una mirada abierta que les lleva a mirar al costado de la realidad, y poner en palabras todo aquello que a los demás nos pasa desapercibido; una actitud que también es aplicable al lenguaje. En este libro, por ejemplo, encontramos una interesantísima reflexión sobre el sentido y contrasentido de la experiencia migrante: ser extranjero convierte a quien vive a nuestro lado en alguien que también es transformado por esa experiencia. Esto significa que aunque la experiencia sea nuestra, modifica la vida de los otros. Y Kallifatides nos ofrece una mirada insólita sobre esa compleja y colectiva experiencia. Y creo que tenemos aquí una muy buena razón para leerlo. «Que tú vivas en un país extranjero significa que los que te rodean viven con un extranjero. ¿Cómo influye esto en ellos?»


Aprender a pensar en lo que a veces nos pasa desapercibido

La perspectiva de la vida no es grandilocuente. Kallifatides se empeña en construir universos materiales, donde los cuerpos importen y donde la cultura y el arte también sean parte de esa materialidad. Cerca de esta idea surge la certeza de que «la vida no tiene esencia, sólo peso entre el nihilismo y el deseo del instante». Y esto, escribe, Kallifatides, te lo permite ver la experiencia. Me resulta difícil no pensar ahora en la belleza, que es otro de los temas importantes de este libro, y un tema al que el autor ha vuelto desde diversos ángulos a través de su obra. «Cuando veo algo bello, de inmediato busco encontrar la mancha negra. No por mezquindad, sino porque sólo así puede acercarme a ello». La belleza con su sombra, ¡y de qué forma magistral consigue mostrárnosla!

Aprender a pensar el mundo sin mapas es una de las invitaciones más generosas que nos hace la literatura, y algunos autores además de invitarnos a ampliar la mirada nos ofrecen desvíos para enriquecerla. Aprender a conocer lo que nos rodea como si nunca nadie lo hubiera etiquetado y practicar una observación del mundo donde sea la inocencia quien nos guie y no la convicción de estar siempre en lo cierto. Vivir de puntillas, como quien sabe que no está a salvo pero tampoco en peligro, para ser capaces de imaginar que «más allá de mi ventana se extiende una nueva patria». Ésa es la gran invitación de este libro para construir una nueva realidad. Después de leerlo, seguramente, querrán volver o empezar con toda la obra de Theodor Kallifatides, y ésa es quizá la prueba de que estamos ante uno de los escritores más fascinantes de nuestro tiempo. Que nadie se prive de disfrutar de este libro extraordinario.


Me parecía muy pertinente la búsqueda de la expresividad concreta


Te invitamos a leer al asombroso de Theodor Kallifatides

UN NUEVO PAÍS AL OTRO LADO DE MI VENTANA
THEODOR KALLIFATIDES
TRAD. SELMA ANCIRA
GALAXIA GUTENBERG
2023

0 Comentarios