El Maquinista de la Generación: entre el legado y el presente

El junco maquinista. Así llamaba Juan Ramón Jiménez a Manuel Altolaguirre. De ahí le viene el nombre a la revista cultural que publica el Centro Cultural Generación del 27, que representa un sentido homenaje a uno de los personajes más generosos de esa época, fundador de la revista «Litoral» entre otras muchas cosas. «El Maquinista de la Generación» representa no sólo un homenaje a aquella época sino también el empeño de continuar contribuyendo con el pensamiento cultural y literario de nuestra lengua. Es una revista hermosísima que reúne todo lo que deseamos de un proyecto así: una serie de textos ensayísticos extensos y muy cuidados en una edición delicada y bella. Una revista de tirada semestral que queremos recomendarte con entusiasmo desde este portal.

«El Maquinista de la Generación» es una revista cultural creada por el Centro Cultural Generación del 27 en el año 2000. Ya desde su nombre se proyecta con una intención doble: por un lado, homenajear al gran impulsor del grupo del 27, Manuel Altolaguirre, y con él a todos los y las protagonistas de esa generación; por el otro, ofrecer un espacio de reflexión que sirva para tejer lazos entre la tradición y el presente, ofreciendo el contexto para que diversas estéticas puedan conversar y contribuir con el enriquecimiento cultural de la sociedad.

Es una revista muy bien estructurada y realizada con un gran cuidado en lo formal. Esto es algo muy importante y que pocas revistas en papel consiguen: organizar los textos dentro de una publicación requiere de cierta visión rítmica y temática y, lamentablemente, son pocas las resvistas que le den verdadera importancia. El compromiso del Centro Cultural no sólo con la generación cuya memoria protege sino también con nuestro tiempo es innegable, y este proyecto es un buen ejemplo del trabajo arduo y necesario que vienen realizando.

En este tiempo tan frenético cada vez se reducen más los espacios de calma y reflexión honda, y cada vez la poesía más comprometida tiene menos posibilidades; por eso, esta revista, que promueve este tipo de relación con la palabra, es un verdadero hallazgo. En «El Maquinista...» encontramos textos increíbles de gran hondura filosófica, teórica y literaria. Se destacan en ella una variada colección de ensayos que indagan en la vida, obra y correspondencia de diversos personajes del arte, así como también varias propuestas de lectura —reseñas, textos inéditos y recomendaciones de diversa índole—. No quiero olvidarme del aspecto gráfico: a las colaboraciones escritas se suman ilustraciones, fotografías y obras de carácter pictórico que agregan color y valor a esta revista. En este número, por ejemplo, tenemos la colaboración de Blanca Montalvo con una serie ilustrada que lleva el nombre de «27 reinas», ¡este número mágico, que alude a la creatividad y la imaginación!

El número 30-31 de «El Maquinista de la Generación», publicado en diciembre de 2022, se abre con dos textos introductorios que pueden leerse como sendos homenajes a Rafael Pérez Estrada. El primero, firmado por José Antonio Mesa Toré, reúne un conjunto de aforismos fabulosos —lo que significa humorísticos y pensantes— en torno a los espíritus celestes que tanto gustaban al escritor malagueño, los ángeles. Encontramos píldoras potentes. Rescato una: «A veces los ángeles también sufren angustia existencial: "¿quién guarda al ángel de la guarda?", se preguntan». El segundo texto es un poema de Juan Manuel Villalba dedicado a Pérez Estrada también. «Tú has hecho del poema blanco oro / buscando entre los ángeles tu altura», leemos.

La correspondencia entre Carlos Edmundo de Ory y Rafael Pérez Estrada es otro de los grandes aportes de esta revista, ya que nos permite conocer más a fondo la relación entre estos dos escritores. Una lectura que podría servirnos para encontrar las afinidades y los desencuentros que marcaron dicha relación y que, al mismo tiempo, nos ofrece un interesante viaje a través de la obra de ambos. Este estudio ha sido realizado por Salvador García Fernández.

Marcos Vasconcellos publica una fabulosa investigación sobre la relación entre Rafael Alberti y Victoria Amado en la Huerta de Mena o Los Almendros, la residencia de verano de Carlos Arniches, en la que coincidieron en torno al año 1927, junto a tantas otras figuras intelectuales del momento. Vasconcellos explora los detalles de esos encuentros juveniles en la quinta y nos brinda un repaso por la vida sentimental del poeta andaluz. Leemos: «Uno de los poemas que Alberti le dedica es uno suyo propio, fechado en 1927, y que escribió inspirándose en el estanque de Huerta de Mena». Una relación no correspondida que, sin lugar a dudas, marcó de alguna manera la poesía de Alberti. Se destaca el cuidado del análisis, que se encuentra atravesado por las emociones de quien ha visitado un sitio transformado en algo anodino y descubre el brillo de otro tiempo en ese paisaje olvidado. Con este ensayo Marcos Vasconcellos conquistó el Segundo Premio del Certamen Juan Carlos Aragoneses.

Yago Rodríguez Yáñez firma un interesantísimo artículo en el que expone con claridad el vínculo entre la obra de Pasajero en museo, de Pedro Salinas y Oda a una urna griega de John Keats. Allí leemos: «No cabe duda de que la producción de Keats supuso un elemento fundamental en la producción del madrileño». Ambos se refugiaron en el mundo de los museos para crear un espacio de contención ajeno al ruido de la realidad, y ambos supieron crear un mundo nuevo magistral. Leemos que el libro de Salinas surge «a partir de una luz que en ocasiones contrasta con la oscuridad de los acontecimientos». Es un texto deslumbrante que nos permite ahondar en los silencios, las influencias y el vínculo entre el yo poético y la realidad. Pero, quizá lo más interesante, es que nos propone una nueva perspectiva de lectura para la obra de ambos poetas, reconociendo que pese a la desolación y la brutalidad de la vida «la belleza antigua se conserva y el ideal que lleva implícito se levanta como una verdad universal».

«El Maquinista de la Generación» es una revista de homenajes, y en este número en particular encontramos varios. Destacaremos los textos dedicados a Pablo Aranda y Alfonso Sánchez Rodríguez, que nos permiten acercarnos a las obras de estos dos grandes autores y entender sus aportes a la literatura de este Litoral. A Sánchez Rodríguez, va dedicado también el artículo que publica Pablo Rodríguez Canto: «Góngora, 1927 la construcción de un mito literario», que comienza así: «Cuando faltan pocos años para la conmemoración del cuarto centenario de la muerte de don Luis de Góngora es tentador pensar que hacia 2027 puedan tener lugar acontecimientos literarios de tanta trascendencia como los que se dieron hace un siglo». Es un lúcido texto que explora el curioso vínculo que se entabló entre los jóvenes del grupo poético del 27 y su padre en letras, Luis de Góngora, a quien reivindicaron a través de sus obras. Finalmente, encontramos un interesante texto de José Luis González Vera que explora a través del estudio de diversas obras de arte la transgresión del modelo patriarcal por parte de las mujeres. «En busca de las alegres vividoras», se titula, y es un texto magnífico.

Tenemos también una sección de poesía bilingüe de varios idiomas y diversos traductores, donde la estética de la revista juega un papel fundamental. Encontramos una disposición cuidadosa de la estructura de los poemas, lo que ofrece movimiento a las páginas y nos permite disfrutar de una lectura donde hay silencio y voz. El broche final es la sección de «Reseñas», donde encontramos numerosas recomendaciones firmadas por prestigiosos autores de poesía y prosa contemporáneas. Para los que siempre estamos buscando nuevos libros que leer este apartado de la revista nos será de gran ayuda.

«El Maquinista de la Generación» es una revista preciosa y de altísima calidad que publican el Centro Cultural Generación del 27 y la Diputación Provincial de Málaga. ¡Qué felicidad da sentarse a leer textos tan elaborados y fascinantes! Se me ocurre terminar esta invitación con estos versos de Xulio L. Valcárcel —en traducción de Yago Rodríguez Yáñez— que entrañan precisamente el deseo de esta publicación de recuperar el espíritu de un tiempo pasado y traernos su luz. «¡Cuánto amé la luz de aquellos días! / Queda tu perfume en la porcelana del tiempo»