La idea de la escritura solitaria ya no se reivindica. Quizá porque hemos entendido que, incluso en la soledad nuestras ideas son colmenas y no granitos aislados. Nuestras ideas se construyen pegoteando la cera de las ideas que nos han ido formando, hasta derivar en una gran colmena sostenida por un discurso coral. Al leer a Nieves Muriel lo recordamos. En sus libros Sólo lo cierto cuenta. Libertad femenina y poesía y Madrid, ambos publicados por Sabina Editorial, encontramos una reconstrucción en clave ensayística y poética, respectivamente, de la genealogía que nos alimenta. La escritura de mujeres es el tema de estudio de la autora y en estos dos libros nos permite intuir algunas de sus obsesiones.
«Madrid»: una colmena volcánica
«Soy sólo una canasta, / me tejieron las otras y entre cien / me ha escogido una mujer / que me lleva colgada / de su mano». En los poemas de Nieves Muriel podemos encontrar un trabajo estético que se alimenta de dos pulsiones: la de poner en palabras la fragilidad y la de afrontar un lenguaje sensible a la vez que riguroso. En Madrid encontramos un conjunto de poemas que nos invitan a descubrir el hueco de esa gran colmena que es la ciudad, donde todo hierve, donde todo explota. «Despierto y digo lengua», leemos. Y a partir de ahí se van desgranando versos que nos hacen pensar en nuestra relación con lo personal y lo colectivo, y el modo en que la ciudad influye en dicha construcción. El lenguaje permite estructurar el pensamiento pero también descubrir lo que sentimos, articular lo desconocido y alcanzar un refugio, y entre lo tangible y lo metafórico que suponen lo conocido y lo posible se mueve la voz poética.
Desde la poesía, y en armonía con las otras, la autora escribe y se alza contra la rabia: «he llegado hasta aquí / he afilado mi lengua». Hay en este libro una indagación profunda en las múltiples heridas que infringen en nosotras las tradiciones, pero también hay una reivindicación de la lengua como medida de salvación. Esa lengua sirve para defenderse, es verdad, pero también para construir apegos, y esto es importante. Más allá de la oscuridad que se expande por ese mapa, por esa ciudad, por ese yo que habla, hay también muchísima luz: la que se destila en el encuentro entre hermanas que se escuchan y se lamen las heridas. Y es esa luz la que se nos queda pegada cuando cerramos el poemario.
El libro se divide en tres partes que son tres actitudes y tres refugios: el origen, las hermanas y la política. La voz poética revisita sus relaciones y organiza un pensamiento en torno a la comunión entre mujeres. «Mis hermanas son pájaros oscuros
colmadas de belleza». En este viaje poético vuelve a las palabras gastadas, a las palabras perdidas, para darles nuevo significado, y aterriza de lleno en la idea que tiene del mundo para pensarse con el derecho de reclamar lo que le pertenece y salir a la calle sintiéndose dueña y parte de esa ciudad que tanto duele. Esto me parece que está muy bien planteado y plasmado, y es uno de los aciertos más luminosos del libro.
Podríamos decir que estamos frente a un poemario que se ofrece como un mapa y también como un breviario, que nos acerca al mundo y nos invita a pronunciarnos desde y contra él: a hilvanar las palabras olvidadas y reivindicar nuestro espacio. El origen, las mujeres y la política son aquí pilares maravillosos sobre los que apoyarse, redefinirse y redescubrir el lenguaje. «Dame la historia radical. / Una vida imposible / y otra vida implacable».
MADRID. NIEVES MURIEL. SABINA EDITORIAL. 2018 |
«Sólo lo cierto cuenta»: genealogía de poetas en libertad
La libertad parece uno de los temas fundamentales en la obra de Nieves Muriel. Y en Sólo lo cierto cuenta la aborda desde diferentes perspectivas. Una de las que ha llamado mi atención es el vínculo que establece entre la creatividad desatada y la relación con la madre. Si bien se puede leer metafóricamente, en la lectura entendemos que, como el cuerpo es tan importante en la escritura nos está hablando directamente de la relación de carne y hueso con nuestra progenitora, un vínculo que extendido a la literatura nos convierte en hijas de numerosas mujeres que hemos sabido tomar como referentes. Leemos: «Las obras magistrales de la poesía del siglo XX están escritas por autoras y poetas que no han perdido el vínculo con la madre, ni "ese punto de vista" relacional y político que enseña otros modos de estar en relación con el mundo». Este punto de partida es importante para entender el pensamiento global que la autora nos plantea en este ensayo.
En el pensamiento de Muriel la literatura que aparece ha sido escrita por mujeres. Y para poder pensar desde ahí se vuelve imprescindible el rechazo al patriarcado y la puesta en palabras de las injusticias que han amenazado desde tiempos antiquísimos esa escritura. Muriel plantea aquí algunos temas que son importantes y que merecen una reflexión, como la idea de que lo universal sea lo masculino y lo femenino cuente como algo anecdótico o temporal. Esta idea, que supone uno de los pilares sobre los que se ha construido la historia de la cultura occidental, está cambiando, pero sigue muy presente en el pensamiento colectivo, por eso resulta urgente conversar sobre él. Y solamente escribiendo contra ella podremos cambiar esa mentalidad, viene a decirnos Muriel, y analizando hondamente de dónde vienen las palabras que las mujeres traen al mundo. Por eso, esa idea del vínculo con la madre me parece tan significativo, porque para la pensadora, «la relación con la madre es también un espejo».
Nieves Muriel escribe sobre la libertad en la escritura de mujeres |
Para Muriel el punto de partida de la escritura de mujeres es la libertad. Y esta facultad aparece como una fuerza centrífuga brutal que establece nuevas formas de decir. «Una experiencia de la libertad, vivida por "más mujeres que hombres" y que tiene su origen en la relación entre mujeres». Las mujeres que escriben con libertad son sacudidas por una fuerza que tiene mucho que ver con lo revolucionario, con lo prohibido, y es posible que en gran medida tantos siglos de opresión nos permitan observar y habitar la libertad de una forma totalmente auténtica. Para Muriel la familia de mujeres es importante, porque en ese vínculo que se establece entre las otras que escriben se gesta el pensamiento feminista. Ojalá todo el feminismo reivindicara eso que señala la autora: la idea de que en él cabemos todas, todas nuestras subjetividades en armonía y aliento común. La autora plantea, asimismo, la necesidad que tenemos de una crítica literaria que argumente de forma consistente esa libertad común, y aprenda a leer las claves de la literatura de las escritoras.
Este ensayo lúcido se encuentra atravesado de voces imprescindibles: Gloria Fuertes, Virginia Woolf, Adrienne Rich, María Zambrano, Concha Méndez y muchas otras se asoman a este libro y apostillan los pensamientos de Muriel. Con ellas, la autora construye una gran colmena que tiene en el centro una crítica a la crítica literaria, y que plantea preguntas sobre la forma en la que hemos estado leyendo las obras escritas por mujeres. «Hay en la biografía del feminismo y la crítica de la crítica literaria un pasaje por nombrar»: la libertad que construyen las mujeres al alejarse de las ideas dogmáticas que gobiernan el mundo de la literatura y acercarse a las voces de otras mujeres. El feminismo es aquí la gran puerta por la que entra la libertad. Un libro maravilloso que nos deja pensando en nuestra manera de mirar, de leer y de vincularnos con las demás mujeres. Un ensayo que nos propone sacar «al patriarca de casa» y juntarnos «con otras, para seguir tejiendo y ordenando el mundo».
SÓLO LO CIERTO CUENTA. LIBERTAD FEMENINA Y POESÍA. NIEVES MURIEL. SABINA EDITORIAL. 2022 |
0 Comentarios