«Tratado sobre buitres», de Niall Binns (Piedra de Sol)

Una exploración poética en torno a la vida de estas aves carroñeras.

«Tratado sobre buitres» de Niall Binns (Piedra de Sol)

«Cuando son jóvenes, los buitres recorren el mundo. Se han visto ejemplares en Turquía que fueron anillados aquí, en Monfragüe» escribe Javier Morales en su novela que lleva por título el nombre de ese monumental parque, Monfragüe. La he recordado mientras leía Tratado sobre buitres de Nialls Binns (Piedra de Sol), un poemario maravilloso que explora el mundo de estas fascinantes aves desde una perspectiva ambientalista a la vez que léxica y filosófica. Es un libro crítico, escrito con lucidez y buen gusto, donde el tratamiento formal viene a recordarnos que la poesía es el género más elástico y diverso que existe y que a un buen poeta lo reconoces por su capacidad para tensar hasta el extremo los bordes de las fórmulas concebidas a lo largo de la extensa historia del género. Un poemario hipnótico que recomiendo con entusiasmo.


Explora el mundo de estas fascinantes aves desde una perspectiva ambientalista.

«La vaca cuya carne como/ fue criada y cuidada por alguien que desconozco». El punto de partida de este libro es la semilla de nuestra institución como especie dominante en una cadena compuesta por muchos otros mamíferos dotados de aptitudes más propicias para ejercer el liderazgo. La imposición de nuestra voz por sobre las otras y la tendencia al antropocentrismo han provocado que estemos viviendo uno de los tiempos más dramáticos para el planeta, después de la extinción masiva durante el Período Cretácico. Entender que nosotros somos esa roca afilada que viene a toda velocidad es importante. Dada nuestra afición por transformar a nuestro paso todo lo que tocamos, es imposible intentar explicar la situación de las demás especies desvinculándonos. La autocrítica y la humildad, por tanto, son dos actitudes que podrían ser de gran ayuda para entender y modificar nuestro comportamiento con el resto de criaturas vivientes. Y eso es lo que hace Binns, en este poema, donde describe el proceso terrible que se pone en movimiento para producir la comida humana, y en el resto del libro, proponiendo preguntas importantes en torno a nuestra relación con la naturaleza. Termina el poema presentando las similitudes entre nuestra alimentación y la de los buitres. «Carroñero él, carroñero yo», y creo que es un buen ejemplo de lo que nos encontramos en este libro, que podría leerse como un intento de reflexionar sobre nuestra afición a la muerte y nuestra costumbre de convertir en yermo todo lo que tocamos.

Niall Binns ofrece en este poemario una interesante y también inquietante reflexión sobre nuestra manera de mirar y relacionarnos con nuestro entorno, donde juega un papel importantísimo la tendencia desquiciante a no considerarnos parte de ese todo mágico que es la vida en la Tierra. Y aquí, como en la homeostasis salvaje, los buitres están en el centro. Se despliegan sobre estas páginas las variopintas alas de los carroñeros y se nos explica la importancia de cada una de las subespecies en el proceso de descomposición y "limpieza" de los suelos, determinante hito en el ciclo de la vida para que ésta continúe abriéndose camino.

Los animales carroñeros son fundamentales para la preservación de los biomas, dado que consumen los restos putrefactos de otros animales e impiden así la propagación de enfermedades. Pero los buitres van desapareciendo, a causa del uso de fungicidas y herbicidas como el diclofenaco y de la falta de osamentas en los campos, debido a una obsesiva "limpieza" llevaba a cabo por nuestra especie. Binns critica con poética lucidez nuestro accionar en la naturaleza y nos habla con tristeza de un mundo que va desapareciendo. Juega un papel importante en estos poemas el tono irónico, que le sirve al autor para proponer imágenes de la realidad y permitirnos hilar fino en ellas para desarmar su absurdo. «O estás mirando, simplemente, con sorna al hombre/ que trastorna su entorno depurando el campo de cadáveres/ y compensando al buitre con vulture restaurants», leemos en el magistral poema «Carroña de carroñas. Vulture Restaurant».

Cada poema de Tratado sobre buitres es una escena. Es un libro brutalmente fotográfico, que nos permite avanzar montaña arriba, visitar los escenarios donde los buitres se alimentan y visualizar el mundo que les vamos dejando. La estética es importante: Binns se decanta por un lenguaje directo, que nos permite vislumbrar la realidad de las aves y, una vez que nos tiene dentro del monte, nos invita a pensar en las mentiras inventadas para menospreciarlas. Reflexiona así sobre los atributos negativos que imponemos sobre las carroñeras y que les han dado tan mala popularidad, atributos que pertenecen a nuestra especie por encima de todas las demás. «¿Quién inventó la mentira?/ Quién instaló al buitre en el bestiario del mal?», se pregunta la voz poética.


Juega un papel importante en estos poemas el tono irónico.

«Amanece, y la mirada/ gélida del alba se diría que es broma, se diría que el canto del mirlo/ fuese un arpegio de ironía en este mundo». En los poemas de Binns encontramos una tensión más propia de la poesía latinoamericana, donde la voz no se decide por lo narratológico o lo lírico y siempre busca formas directas a la vez que sensibles de decir las cosas. Esta dicotomía se ve también en el empleo del término «Tratado» en el título: nuestra predisposición lectora hacia una lectura enciclopédica, objetiva, apolítica y, a lo sumo, bucólica, se viene abajo enseguida, puesto que lo que tenemos en nuestras manos es una reflexión poética tremendamente crítica, que desgrana las aristas desagradables de la realidad de las praderas, donde los buitres ya no encuentran alimento. Este sustantivo del título, entonces, sirve para confirmar las dos cualidades del libro: su carácter científico y su carácter experimental, donde la didáctica le sirve al poeta para transmitir información contundente y estadística de una forma clara, y el vuelo de la imaginación y el roce real entre cuerpo y palabra le da los silencios y la intensidad que necesita para exponer la herida abierta de la naturaleza, a través de la figura de uno de los animales menos atractivos para la mirada urbana.

Asombroso descubrimiento este libro, donde los buitres se convierten en los reyes de la selva, por un día, derrocando tantas falacias que los han convertido en criaturas olvidadas por los ambientalistas y los amantes de los pájaros. La pasión ornitológica de estos poemas y el conocimiento de la realidad son dos cualidades que hacen de este libro un tratado necesario. La voz poética enseña a la vez que imagina, porque al final lo que quiere siempre la poesía es imaginar otro mundo posible. «Heraldo blanco de la primavera/ que regresas cada año/ a finales de marzo/ para ver deshacerse en torrentes la montaña». No quiero olvidarme de las ilustraciones de interior de la artista Yenny Paredes, que ofrecen una ventana a nuestra sensibilidad al simbolizar de forma contundente la hendidura en la que cuerpo y lenguaje eclosionan para guiarnos a un nivel más hondo de sensibilidad y percepción.

Es un poemario bello en el horror que lo habita, donde la principal intención parece ser mostrar ese mundo carroñero que se ve modificado y aniquilado por el avance de la modernidad —esa palabra tan deseable para muchos—. Una lectura que ofrece luz para pensar nuestra obsesión con la muerte que se manifiesta a través de nuestra alimentación pero que también es una forma de estar en el mundo. «Y nosotros, que comemos toneladas de carne de/ animales bien muertos quién sabe dónde/ ni cuándo ni cómo/ nosotros encoñados con la muerte/ calentándonos con ella en el cine/ la prensa, los libros/ sin pensar en la simbología». Al final, es un tratado sobre la simbología de la muerte y nuestra evolución como sociedad, un camino por el que avanzamos hacia el pasado a una velocidad vertiginosa, acercándonos al encuentro de un nuevo Chicxulub. Y en esta carrera los buitres se desplazan, migran, en la búsqueda desesperada de la supervivencia, y viajan desde Monfragüe hasta Turquía. «Los últimos buitres agonizan en sus nidos», leemos. Pero la observación y el cuidado son actitudes que siempre estamos a tiempo de inaugurar; este libro puede ser una hermosa manera de iniciarnos en esta bella actitud hacia la naturaleza salvaje que nos rodea y de la que formamos parte. ¡Que nadie se lo pierda!


«Tratado sobre buitres» de Niall Binns (Piedra de Sol)


TRATADO SOBRE BUITRES
NIALL BINNS
YENNI PAREDES (ILUST.)
PIEDRA DE SOL
2002

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