«Herida fecunda», de Sandra Lorenzano, gana el XV Premio Málaga de Ensayo

En el Ayuntamiento de Málaga tuvo lugar ayer 19 de marzo la rueda de prensa del Premio Málaga de Ensayo que organizan en conjunto nuestra ciudad con la editorial Páginas de Espuma. Premio que este 2024 celebra sus 15 años y que ha caído en la escritora argenmex Sandra Lorenzano. En un acto en el que participaron Francisco de la Torre, Alcalde de Málaga, Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma, y la propia ganadora, Sandra Lorenzano.

El premio Málaga de ensayo cumple quince años y lo hace de la mejor manera que podría, celebrando la diversidad de nuestra lengua con un libro que propone una pregunta o una una serie de inquietudes en torno al lenguaje y a la forma en la que el exilio puede marcar las derivas de éste. La obra ganadora es Herida fecunda y su autora, Sandra Lorenzano, estuvo en la rueda de prensa en la que se dieron a conocer los detalles de la misma.

El ensayo de Sandra Lorenzano fue elegido por un jurado presidido por la directora general de Cultura del Ayuntamiento, Susana Martín Fernández, e integrado por la catedrática y ensayista Estrella de Diego; la novelista y ensayista Espido; el catedrático de Universidad y ensayista Javier Gomá, y el escritor y responsable de la Casa Gerald Brenan, Alfredo Taján, quienes no tuvieron dudas acerca de la resolución, escogiendo esta obra por unanimidad.

Abre el acto el Alcalde de Málaga para hacer un repaso de los numerosos autores y autoras que han pasado por esta misma sala y felicitando a Páginas de Espuma por la exquisita labor; se detiene especialmente en el hecho de que estamos ante un premio que tiene un catálogo equitativo, donde hay tantas autoras como autores. Refiriéndose al tema del libro, el exilio, no se olvida del inmenso vínculo entre Málaga y México, pensando en los muchos malagueños exiliados en ese otro país. «El español nos une», dice.

Toma la palabra el editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor, quien demuestra su alegría por estar nuevamente en el Salón de los Espejos para anunciar un nuevo año de este premio al que le tiene mucho cariño. Dice que le hace especial ilusión presentar el premio este año porque el galardón cumple 15 años, en los que ha ido creciendo y consolidándose y manifestado una vocación latinoamericana. Es la quinta persona latinoamericana que lo consigue y la primera mujer de este continente. Se siente entusiasmado que este 2024 el galardón se proyecte celebrando un ensayo híbrido a través del cual «hemos ganado dos nacionalidades», refiriéndose al origen natal y el lugar de residencia de la autora, Argentina y México, respectivamente. Porque desde ahí «escribe Sandra, reconociéndose en ambas orillas y, al mismo tiempo, en ninguna».

Herida fecunda es un ensayo que se contamina de varios géneros —poesía, artes plásticas y visuales— «no de cómo es un exilio, sino cómo se siente alguien que está exiliada». A lo largo de la lectura uno de los elementos que va a repetirse es el tartamudeo, que hace referencia a «la imposibilidad de encontrar las palabras» para contar «lo que está pasando» y que poco a poco dará paso a la palabra y «a la memoria que atraviesa el texto». Es un libro que va a tener un recorrido muy amplio en Latinoamérica, donde podrá conseguirse en México y Argentina. «En México para celebrar el 23 de abril».

«¡Fiu, qué momento!», Sandra Lorenzano comienza su intervención con entusiasmo y agradecimiento. «Sólo un exceso es bienvenido, y es el exceso de agradecimiento», dice, apoyándose en los moralistas franceses. Defiende «la Patria de la Ñ» y agradece la labor que desde el Ayuntamiento de Málaga se ha hecho para sostener este premio. Agradece a Juan Casamayor, «un hombre amoroso y brillante» y señala la delicada edición que ha hecho la editorial: «El objeto libro todavía importa, y es un objeto precioso», dice, y cuenta que se puso a llorar cuando vio el libro en persona.

«Me gusta mucho pensar en los puentes entre América Latina (mi hogar, mi casa, mi continente) y España» y, por eso, formar parte de este premio le supone un regalo, más si se añade el hecho de que es la primera mujer latinoamericana: «me llena de orgullo y responsabilidad», dice. Le interesa mucho pensar en todo lo conseguido en el territorio de las conquistas sociales y el orgullo que le produce la Gran Marea Verde, «que ha transformado el mundo» y asume el premio como un eslabón más en esa «cadena de mujeres que reivindican sus derechos éticos y políticos, y que se puso de manifiesto con el premio».

«María Zambrano es mi maestra sobre el tema del exilio», dice y cuenta una anécdota del brevísimo tiempo de exiliada que vivió la autora veleña en Morelio (México) «A pesar de estar poco la marca mexicana fue tan fuerte» que al recibir el Premio Cervantes comenzó su discurso rememorando su primer día en aquel lugar. «Si alguien ha pensado el exilio en nuestra lengua ha sido María Zambrano». Para ella la experiencia del exilio empezó en la adolescencia y ha sido un territorio en el que pensarse. De alguna manera, más que pensarse como argentina o mexicana le gusta sentirse parte de una tercera patria, el exilio. Defiende la idea de Matria por sobre Patria, «por la recepción y el acogimiento» que le produce ese lugar.

Además de García Zambrano hay otra escritora que ha alimentado las reflexiones de este libro, Clarice Lispector, quien decía «El exilio es una herida, pero podemos hacer que sea fecunda» a lo que Lorenzano agrega que es una experiencia en la que también podemos encontrar luz porque nos da «la posibilidad de crecer y crear», es decir, convertirlo en una herida fecunda. «El título me representa totalmente», ratifica, y dice que fue importante entender que «el dolor del desgarramiento podía volverse una herida fecunda»

«La historia política y social deja una marca en nuestra historia personal. Esas marcas nos van quedando en el cuerpo», y el cuerpo también está en el centro de esta reflexión. Aquí llega el gran desafío de la escritura que es poner en palabras la herida y hacerlo de una manera que pueda dejar huella en los lectores, reconvirtiendo la experiencia personal en un aprendizaje colectivo. «Hacer de lo afectivo un ensayo es un reto» y el mejor camino para abordarlo es a través de la palabra «poética». «La función de la palabra sería entonces zurcir esos pedazos». Al final esa herida fecunda es una «suma de lo que soy», como si se tratase de «una maleta de los afectos que le han permitido no naufragar en la vida», poetas que la han acompañado e iluminado a lo largo de su vida.

«No puedo no percibir la lengua, por eso me resulta cercana la poesía, que es también la lengua tartamuda. Me gusta pensar que es una lengua que deambula». Su tartamudeo, cuenta, se vio reflejado en vergüenza al no poder expresar ciertas cosas que pensaba o sentía en ese idioma parecido tan distinto, que era el español de México, y en una obsesión o extrema atención a fin de que no se le escapara ninguna "argentinada"; hasta que en determinado momento comprendió que la mejor manera de relacionarse con el lenguaje es desde la libertad, dejándolo fluir. «Si puedo hablar como me sale entonces ésta es mi lengua».

Herida fecunda es un libro que propone una reflexión en torno al lenguaje, a las violencias históricas y a la experiencia de la escritura, con el deseo de hallar una poética personal en este viaje. Un libro cuya reseña podrás disfrutar pronto en nuestro blog. Mientras tanto, te invitamos a leerlo.