Seguramente el siglo XIX es uno de los períodos de la Historia que más ha enriquecido el mundo del libro. El romanticismo, que fue el primer movimiento que abarcó todo el Continente Europeo y generó una línea cultural y artística similar en los diferentes países que lo componen. Las ideas intelectuales y el conocimiento pasaron a un segundo plano para dar espacio a la exploración de un campo mucho más cálido y productivo, el mundo de las emociones. Seguramente son muchas las obras que cambiaron el mundo en aquel momento, pero hemos querido hacer una brevísima selección con aquellas novelas escritas por mujeres que significaron una ruptura con lo conocido y una resignificación de la sociedad de aquel momento.
«Delphine» de Madame de Stäel
«Delphine» de Madame de Stäel es la primera gran novela romántica de Europa. La protagonista, de nombre homónimo, nos permite a través de sus ojos descubrir un mundo que estaba cambiando. La gran revolución había triunfado y sin embargo, todas las libertades por las que se habían jugado la vida los revolucionarios, continuaban sin ser atendidas, replegadas al campo de lo no dicho. Este es uno de los grandes puntos que se tratan en este libro.
Se encuentra escrito en forma de epístola y le sirve a la autora para ofrecernos una pintura maravillosa de una época clave en nuestra Historia. Es importante señalar que se le adjudica a Stäel la responsabilidad de un nuevo subgénero dentro de la novela que consiste en la búsqueda de una literatura que apele por las emociones. Un estilo que al día de hoy consideramos característico de ese siglo pero del que fue Madame de Staël pionera. "Delphine" es, de hecho, la primera novela romántica de Europa.
«Frankenstein» de Mary Shelley
Si Madame de Stäel se ocupa de los sentimientos de una mujer que se siente marginada, Shelley va un poco más allá y construye una criatura diferente en todos sus aspectos, casi, al resto de los humanos. Un monstruo que podríamos pensarlo con ganas como el primer robot con inteligencia artificial (de hecho, esta historia ha dado pie a muchas novelas que se construyen desde el Mito y trabajan la relación obra-creador desde la ciencia ficción).
Pero tendría que pasar mucho tiempo para que eso sucediera, en el siglo XIX lo que Shelley hace es reflexionar sobre la responsabilidad en el trabajo, en la vocación, y permite llevarnos a esa pregunta tan presente en la literatura ¿que podamos hacer algo es razón suficiente para llevarlo a cabo? Podemos, sí, pero ¿debemos? En torno a eso hay numerosas reflexiones en la novela. Y también en torno a las sensaciones de una criatura que es rechazada por la sociedad. El surgimiento de la ira, y con ella, de la venganza. Una novela impresionante a la que conviene regresar de vez en cuando.
«Jane Eyre» de Charlotte Brontë
¿Crees que porque soy una mujer pobre y sin familia, carezco de corazón? Cada vez que llegamos a esta parte, el nuestro se rompe en mil pedazos. Esta novela de Charlotte Brontë fue sumamente importante en su momento. De las tres hermanas, fue la primera en publicar, y también la que recibió un reconocimiento mayor. La fuerza de la educación y la búsqueda de un espacio en el mundo de la literatura la llevaron a enviar su manuscrito con un seudónimo masculino, porque tenía la certeza de que era la única forma de publicar. Y no estaba muy equivocada. Le costó mucho trabajo demostrar que el libro era de una autora y no de un autor; pero esa es otra historia sobre la que escribiremos otro día. Por ahora nos centramos en esta novela maravillosa.
«Jane Eyre» es una historia escrita en tono de remembraza que relata el pasado de una joven huérfana y su desesperada búsqueda de la felicidad. El romanticismo de la época se encuentra plasmado con contundencia: el vacío existencial, la lucha entre la individualidad y la pertenencia a un grupo, y sobre todo, el miedo que ya comenzaba a abrirse paso en la literatura. Brontë se ocupó de la realidad de las mujeres huérfanas al poner sobre la mesa las escasas posibilidades que se les presentaban de conseguir sus sueños: siendo la única forma posible de subsistir el emplearse en una casa de aristócratas para ejercer de institutrices. Sometidas a los deseos de otros y relegando su libertad para siempre. El libro se encuentra escrito con maestría y nos permite experimentar un gran abanico de emociones: centrándose fundamentalmente en la lucha interior que se establece en una criatura en contacto con sus emociones, al tener que tomar la difícil decisión de seguir lo que dictan el corazón y el deseo, o cumplir con los mandatos de un dios que jamás se ha manifestado.
«Sensatez y sentimientos» de Jane Austen
Su primera edición no llevaba el nombre de la autora impreso en la portada. En su lugar, la etiqueta "Por una mujer". Y se convirtió en un clásico en poco tiempo. Porque Austen lo tenía todo: humor, tragedia y un oficio que a muchas de nosotros nos encantaría conseguir. Sin duda, leerla es una buena forma de practicar posibilidades en esta difícil tarea que supone la escritura.
En esta novela nos plantea un conjunto de desamores y de relaciones conflictivas atravesadas por una situación social crítica. Por supuesto, Austen no se corta y aprovecha para dejar en evidencia el machismo (aunque entonces no se usaba aún esta palabra) y la hipocresía de una clase social que basaba su poder en la humillación del débil. Marianne es un personaje hermoso que se ganó el corazón de la literatura para siempre.
«Los pazos de Ulloa» de Emilia Pardo Bazán
Aunque en el momento de su publicación esta novela no alcanzó una relevancia internacional, con el paso del tiempo se le han otorgado a Pardo Bazán los títulos que se merece por una obra tan potente y articulada estrictamente con el momento histórico que la atraviesa. Al igual que muchos autores y autoras de su generación Pardo Bazán exploró el tema del vacío existencial, aquello que muchos denominan, el tedio absoluto, haciendo hincapié en la importancia de la búsqueda interior.
«Los pazos de Ulloa» es una novela anclada a la vida rural que se enfoca en pintarnos un momento histórico y lo que supone la vida material para una joven educada para depender de otros, la difícil tarea de construirse siendo mujer en un mundo de hombres, pautado y pactado por ellos. Esta es la última novela costumbrista de Pardo Bazán, y se despide de este estilo por todo lo alto. A través de la lectura podemos conocer la vida de Nucha en un escenario rural y las presiones sociales a las que debe enfrentarse por no poder divorciarse de un hombre que no la hace feliz. Atraviesa este argumento una mirada sobre el positivismo y una visión casi paisajística de la literatura. Realmente, una novela increíble que nadie debería perderse.
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