La voz de Emilia Pardo Bazán es sumamente relevante para la tradición de la literatura española dado que supo importar tendencias de otros países europeos e incorporarlos desde una perspectiva propia, revolucionando la literatura de su tierra.
Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña, en el seno de una familia de clase acomodada. Recibió una buena educación, que le permitió descubrir pronto a los grandes autores y autoras de la literatura y decantarse también por la creación literaria.
Su precocidad la llevó a componer su primer poema con poco más de ocho años. A los quince ya tenía su primer cuento, y se animó a enviarlo al Almanaque de La Soberanía Nacional, donde se lo publicaron. Ésa sería la primera historia de muchas que verían la luz y le servirían para convertirse en uno de los referentes de su generación.
A los dieciséis años se casó con José Quiroga. Ese mismo año, 1868, estalló la Revolución, y según supo expresarlo la autora en sus memorias, ambos hechos la marcaron considerablemente; siendo, quizá éste uno de los años fundamentales de su experiencia vital, que se vería volcado en su obra.
Además de dedicarse a la narrativa, Pardo Bazán fue una de las primeras mujeres en colaborar con periódicos y revistas. De hecho, muchas de sus obras vieron primero la luz en fascículos a través de estos medios. Fue también una gran viajera, y gracias a sus numerosas aventuras consiguió enriquecer su literatura y dar vuelo a su creatividad.
Emilia Pardo Bazán falleció el 12 de mayo de 1921, a causa de una crisis diabética. Es recordada por haber sido una de las responsables de posicionar la literatura gallega en el panorama nacional.
La obra de Emilia Pardo Bazán
En la obra de Emilia Pardo Bazán hay muchas referencias a su tierra. Tanto es así que la ciudad conocida como Marineda es una recreación ficcionada de La Coruña. Este punto de partida le permitió afianzarse con una gran autenticidad en la literatura española.
Su acercamiento a la literatura le vino a través de la poesía, y fue éste el género que cultivó desde pequeña. No obstante, se la conoce sobre todo por su narrativa, aunque tardó en dedicarse al género novelístico, por considerarlo menor y por miedo a que le quitase tiempo a su formación intelectual, que le preocupaba mucho.
Algunas de sus novelas más conocidas son Pascual López, La insolación, Un viaje de novios, La Quimera, La tribuna y Los pazos de Ulloa.
Como dijimos antes, fue primero poeta, sin embargo no llegó a publicar más que un libro y una recopilación de poemas antiguos: Jaime y Poesías inéditas u olvidadas. Como dramaturga, Pardo Bazán también es una autora de referencia. Siendo sus obras más conocidas Verdad, El becerro de metal, Juventud: comedia dramática en tres actos y Cuesta abajo.
Hay dos elementos fundamentales en la obra de Pardo Bazán: el realismo y el naturalismo; en ambos casos, la autora supo darle una vuelta de tuerca a la literatura de España y ofrecer nuevas miradas sobre la creatividad literaria de su país.
Su interés por el realismo la llevó a construir historias donde naturaleza y sociedad se dieran la mano; es decir, donde pudiera reflexionar sobre los problemas de su tiempo y a la vez determinar cómo el entorno condiciona la trama, es decir, las historias. En lo que respecta al naturalismo, deberíamos decir que fue quien dio a conocer este movimiento en la literatura española, por lo que leerla es acercarse a lo novedoso.
Emilia Pardo Bazán en el ciclo «Con lupa»
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