Biografía de María Tsvietáyeva

Poeta rusa de destacada musicalidad y conciencia social.




«Algún día, criatura encantadora, / para ti seré sólo un recuerdo». Le escribe Marina Tsvietáyeva a su hija Alia. Su obra, en gran parte testimonial nos ofrece una mirada sobre las barreras de una autora auténtica e independiente en una época oscura para las mujeres.

Marina Tsvietáyeva nació el 8 de octubre de 1892 en Moscú, en el seno de una familia acomodada. Su padre fue el fundador del Museo Pushkin. Desde pequeña, Marina sintió el llamado de la literatura, y fue animada por su entorno a publicar su primer libro siendo adolescente. Desde entonces no dejó de trabajar, y se convirtió en una de las autoras rusas más destacadas de su generación. No obstante, su vida no sería fácil. Pasaría de pertenecer a una clase adinerada a quedarse sin nada y a sufrir el exilio. Todo ello se ve reflejado en su poesía

Debido a sus ideas libertarias, en una época de represión, Marina se pondría en contra del sistema y esto le traería consecuencias que cambiarían su vida para siempre. Debido a la persecución política, se trasladó al extranjero con el deseo de volver cuando las cosas mejoraran. Pero su exilio duraría mucho más de lo que a ella le hubiera gustado. Durante ese tiempo vivió en Berlín y Francia. Y más tarde, se mudaría a Tartaristán, donde se suicidó, el 31 de agosto de 1941.




La obra de Marina Tsvietáyeva


La obra de Marina Tsvietáyeva es amplia y toca temas demoledores como la pérdida de libertad, el peso del patriarcado y la dificultad para vivir conforme a los deseos. Mucha de su obra también hace hincapié en la dificultad para entender las relaciones humanas: poemas donde la culpa y el deseo juegan un papel importantísimo. Al leerla descubrimos que los dos ingredientes que fluyen a través de su obra son la valentía para escribir de las emociones y los pensamientos y la capacidad para observar con ojos agudos la realidad.

Entre sus títulos inolvidables tenemos Álbum vespertino, Campo de cisnes, Después de Rusia y Versos a Chequia. Descubrir a Tsvietáyeva es un camino fascinante hacia el corazón de una mujer valiente y férrea pero blanda y emocional por otro lado: una contradicción que como ella expresa en sus poemas, significará para ella su fuerza y su flaqueza para enfrentar esta batalla campal que es la vida.

Aunque la academia rusa tardó muchos años en reconocer la valía de esta autora, al día de hoy es uno de los nombres imprescindibles de la literatura del país. Terminamos esta semblanza parafraseándola, para decirle: Marina «¡tú quedarás para siempre!»

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