«He dejado de escribir en este blog sin dar explicaciones». Así comienza el último artículo que publicó Patricia Souza en su blog «Palincestos». En dicho texto la autora peruana reflexiona en torno a la empatía, a la importancia de no emitir juicios prematuros y de forma arrogante. «No entendemos todo, sólo una parte de la realidad. Hay que ser más paciente, y generosa, consigo misma, y con los demás, otorgarles su espacio, reconocerles, o reconocer nuestros límites».
Así ponía fin a un espacio personal en el que había compartido opiniones respecto al mundo, a las voces ajenas, a la realidad. Desde su pensamiento anticolonialista De Souza supo tender puentes entre feminismo y literatura y nos dejó obras que trabajan desde el erotismo algunos de los problemas cruciales de nuestro mundo. Patricia de Souza falleció el 24 de octubre a causa de una grave enfermedad. Aquí va nuestro pequeño homenaje, invitándote a leerla y pensarla.
La voz de la mujer pensante
«Las mujeres tienen que nombrar» Lo decía Flora Tristán, a quien Patricia de Souza dedicó su tesis doctoral «Flora Tristán y Lautréamont, la extraterritorialidad y la traducción de acuerdo a un mundo de migrantes y de refugiados». Y en eso consistió la obra de Patricia, en nombrar aquellos territorios arrebatados por el patriarcado, resignificar la identidad de género y sexo desde una narrativa pensante donde cuerpo y espacio deben entrar en conflicto para acomodarse a un nuevo decir. En su libro Erótika, escenas de la vida sexual, hay una revisión de las formas de experimentar la sexualidad desde una visión no normativa: el cuerpo, saliéndose de la explotación del sistema, viviendo de la carne la experiencia de la vida.
Respecto a la géneros literarios. De Souza entendía el oficio como una exploración de identidad contra todo mandato; es decir, como una especie de búsqueda de una voz que pudiera nombrar lo prohibido y aferrarse a lo que nos pertenece. A lo largo de su obra fue profundizando en un lenguaje que reconquistara el territorio que los diversos sistemas aplastantes nos han ido arrebatando; un lenguaje capaz de renombrar nuestro espacio. Porque «cuesta liberarse de esos lastres académicos que nada tienen que ver con escribir», por eso siguen siendo muy necesarias actitudes de escritura rabiosas y antisistémicas, capaces de retomar el curso de una historia que nos ha ignorado, que ha reescrito nuestro deseo desde otra mirada. Leer a Patricia de Souza podría ayudarnos a encontrar nuevos faros que atraviesen la oscuridad de nuestra noche, y nuevos espejos en los que mirarnos. «Yo he querido, lentamente crear un rostro de mujer en el que otras personas, mujeres, hombres, ancianos, se reconozcan».
El erotismo se halla presente en toda la obra de Patricia de Souza, pero no como tema central sino como camino de indagación sobre temas de índole política (suponiendo aquí que la sensualidad o el erotismo no fueran un asunto vertiendo en lo político), como las relaciones de poder, la infección del capital en lo íntimo y la pérdida de la infancia. Sin lugar a dudas, leerla puede servirnos para reflexionar más y mejor sobre nuestra propia identidad y nuestro compromiso con las nuestras.
Antes de terminar quiero recomendarte esta maravillosa entrevista que le hizo Claudia Apablaza; en ella Patricia de Souza se explaya sobre su ideal, llevado a la vida y a la escritura. «apoyarse en los árboles / perder miedo al vacío / y llevar esa música sosegada, / como un campo de trigo por donde pasas suavemente la mano / fuera miedo, fuera, fuera... / la vida se impone». Y seguirá imponiéndose la vida a través de una obra que merece nuestra atención. A través de la voz de una mujer valiente que supo construir un espacio de crítica desde la humildad y desde una escritura libre y potente. No dejes de leerla.
2 Comentarios
Tengo que echar un vistazo a su trabajo ❤
ResponderEliminarYa me contarás qué te parece, Kinga. Ojalá que te guste. Pronto publicaré una reseña de su libro "Mujeres que trepan a los árboles" publicado por Trifaldi. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.
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