En la última década el género breve ha conseguido muchísimos adeptos. Lamentablemente se ha fomentado un desarrollo superficial y casual del oficio breve, condenándolo al territorio del mero aprendizaje y exploración primigenia, desoyendo así su tradición y su importancia. Pero siempre estaremos los amantes del cuento alzando la voz contra las injusticias de la supremacía de ciertos géneros por sobre otros. En lo que respecta al relato breve hay que decir que se trata de un terreno fascinante para explorar con rigor las sutilezas, los silencios y la sensibilidad. Y así lo ha demostrado en su larga trayectoria Ana María Shua, nuestra protagonista de este «Miércoles de Cuentos».
Ana María Shua es la mariscal del microrrelato; así la presentan en la web Páginas de Espuma, y no podemos estar más de acuerdo. Es una de las cuentistas más sutiles y concisas que ha dado nuestra lengua y leerla es aprender a encontrar nuevas formas de decir las cosas. Por todo esto, la mejor forma para aprender las posibilidades del género es leerla.
Entre las cosas a señalar de la estética de Shua habría que decantarse por esa capacidad para crear tensión con pocas palabras y provocar emociones intensas en textos de una brevedad imposible. En este nuevo capítulo de «Miércoles de Cuentos» hemos escogido un relato de su último libro La guerra (Páginas de Espuma) que esperemos sirva para animar a nuestros lectores a acercarse a su obra. Y el microrrelato escogido es «Juana de Arco escucha voces».
En este libro, Shua nos ofrece una mirada a uno de los temas con más potencial y más explorado en la literatura, pero desde una nueva perspectiva, el género breve, en el que seguramente no se ha hablado lo suficiente sobre este invento humano en el que poder y dolor se hacen con el protagonismo de la vida. La guerra es un tema que da para mucho, tan denso, tan difícil, tan doloroso ¿cómo resumirlo en pocas palabras? Imposible. Pero aunque no podamos describirlo con brevedad, sí podemos llegar a dibujar emociones, imágenes, situaciones. Y esto es lo que hace la autora en este libro extraordinario, sobre el que volveré muy pronto.
Pero volviendo al relato escogido, a través de la lectura de «Juana de Arco escucha voces», podemos viajar a través de conjeturas en torno a las razones por las que nace un mito, la necesidad de plantar una semilla que se eleve y motive a otros en una misma causa, y también en torno a las pulsiones idénticas que alimentamos mujeres y hombres. Evidentemente leer a Shua puede servirnos para explicar algunas cosas inexplicables de nuestra realidad, desde una mirada lúcida que mete el dedo en los ejes de nuestros abusivos sistemas y nos invita a ponernos de pie contra la muerte.
Toda esa luz, ese brillo que se nos escapa de las cosas, Shua es capaz de captarlo y doblarlo a través de la palabra con una exquisitez y una sencillez deslumbrante. Nadie se pierda este libro maravilloso. Dejamos un extracto del relato que traduce mejor lo que queremos, que invita mejor a la lectura de la mariscal del relato breve.
«Los especialistas en salud mental consideran hoy la posibilidad de una psicosis alucinatoria. Mientras tanto, entre la santidad y la locura, Juana de Arco conduce al ejército francés con indiscutible habilidad táctica y estratégica, además de alentar a las tropas con su presencia, con su fiebre, con su armadura blanca». [«Juana de Arco escucha voces». Ana María Shua. La guerra. Páginas de espuma, 2019]
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