Biografía del Marqués de Sade

Escritor francés popular por sus novelas amorales y su ensalzamiento de los gustos carnales.




Si hurgamos en el índice de libros prohibidos de la Iglesia católica, encontraremos muchas de las novelas de el Marqués de Sade en él. Seguramente se trata de uno de los escritores más irreverentes y atrevidos de la historia de la literatura.

El Marqués de Sade nació en París el 2 de junio de 1740, con el nombre de Donatien Alphonse François de Sade y se educó junto al príncipe Luis José de Borbón-Condé, porque su madre era la dama de compañía de la princesa.

Desde su nacimiento su vida estuvo condicionada por los deseos de sus padres. Tanto es así que ni siquiera pudo escoger con quién casarse: su padre arregló un matrimonio que traería mucho infortunio a la vida de Donatien.

Sin embargo, no era un hombre fácil de controlar y mucho menos, de conducir, y a lo largo de su matrimonio tuvo numerosas amantes, a quienes les escribió y dedicó algunas de sus novelas. Su popularidad como hombre libertino era de dominio público y por su comportamiento extrovertido fue encarcelado muchas veces, siendo acusado de cosas nimias como si fuesen verdaderos delitos.

Como él mismo lo dijo en una ocasión, su vida se prolongó de encierro en encierro. Su mente libertina, su deseo de vivir al margen de la ley y de ir por libre le valieron la etiqueta de enfermo mental. Fue condenado al encierro y tuvo que soportar toda clase de abusos de autoridad, a las que respondió con inteligencia y literatura.

El Marqués de Sade falleció el 2 de diceimbre de 1814 en Charenton-Saint-Maurice (Val-de-Marne).


La obra del Marqués de Sade


El Marqués de Sade nos dejó una importante enseñanza: hay que levantarse contra un tipo de literatura que intenta ser moralista y decirnos cómo debemos vivir. Al leerlo entendemos que su gran búsqueda siempre fue rebelarse contra un mundo de plástico y organizado por quienes lo lideran. Esto lo llevó a crear un tipo de novela que no existía, cuyo principal objetivo es entretener y pintar de forma irreverente las pulsiones vitales de la humanidad.

Entre sus novelas más importantes se encuentran Justine o los infortunios de la virtud, Alina y Valcour, El portafolio de un hombre de letras, Los crímenes del amor y Las ciento veinte jornadas de Sodoma.

Algunos de los rasgos que sus lectores más audaces han señalado sobre este autor son su formulación de una contranovela. En lugar de escribir sobre el triunfo de la virtud sobre el vicio, como lo plasmaban las novelas de aquella época, se centró en el regocijo de las pulsiones vitales y en su satisfacción. Lo depravado como tema principal que no debe ser corregido es seguramente uno de los temas que más se destaca de toda su obra.

"El espíritu más libre que jamás ha existido", dijo Apollinaire de Sade. Quizá no estemos de acuerdo en mucha de sus visiones; evidentemente su violencia y su forma de entender el mundo de las mujeres es machista y poco aceptable en nuestro tiempo. No obstante, quizá deberíamos ir más allá de ello, para leerlo y pensar en la cuestión de la libertad y la voluntad, que son en verdad los temas más importantes de su obra.

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