Día Internacional del Libro Infantil

Te regalamos un cuento para festejar el Día Internacional del Libro.



Día Internacional del Libro Infantil

Si no hubiese podido participar del mundo de los cuentos y si no hubiese podido inventarme mis propios mundos, me habría muerto. Esto que dice Ana María Matute se vuelve real en todos aquellos que dedicamos gran parte de nuestro tiempo a crear mundos distintos, y que sentimos que la vida se estira un poquito más gracias a la magia de la imaginación. Citar aquí a la Matute no es para nada fortuito, ya que hoy festejamos el Día Internacional del Libro Infantil y, seguramente, pocas personas como ella han sabido entender a los niños.


Decía Ana María Matute también que los niños no son tontos, como los adultos a veces creen. Y que su gran imaginación no es producto de la inocencia sino de la esperanza. Me interesa especialmente su forma de reflexionar sobre el silencio de los mayores, los sucesos dramáticos y los niños. En su empeño de protegerlos terminan dejándolos a merced de un peligro mayor que la propia realidad: porque en una psique infantil todo es posible, y los niños no tienen miedo de rellenar aquellos huecos que el mundo adulto dibuja ante ellos. Esto lo vemos en muchos de sus cuentos. Tampoco se olvidó esta escritora de pensar en la crueldad, esa peculiaridad tan preponderante en la infancia. Y con estos dos elementos creó algunos cuentos maravillosos, muchos de los cuales se encuentran reunidos en su obra La puerta de la luna.

Hoy es el Día Internacional del Libro Infantil, que ha sido instaurado el 2 de abril de 1967, coincidiendo con el natalicio del maravilloso escritor Hans Christian Andersen. El objetivo de esta celebración es la difusión del género, buscando despertar el interés y la pasión por él; aunque existe una meta todavía más ambiciosa, que es lograr que la lectura se convierta en un hábito. Desde Bestia lectora no nos vamos a perder la oportunidad de aportar nuestro granito de arena para que así sea.

Hans Christian Andersen fue un escritor danés que nació el 2 de abril de 1805. Aunque aprendió muchos oficios, la literatura siempre fue su principal pasión. Escribió ensayos sobre teoría literaria pero se hizo popular gracias a las adaptaciones de algunas de las narraciones tradicionales europeas. Entre los títulos más conocidos se encuentran sus versiones de El patito feo, Pulgarcita, La reina de las nieves y La princesa y el guisante, entre muchas otras.

Y he comenzado este homenaje al cuento infantil hablando de Ana María Matute porque en varias ocasiones confesó su pasión por la obra de Hans Christian Andersen, a quien asumía no sólo como uno de los responsables no sólo de su curiosidad lectora, sino también del surgimiento de su oficio de escritora. Y me parece que al final la literatura es eso: la posibilidad de que otro te dé un abrazo en tu soledad y te ayude a encontrar la luz dentro de ti.


Un cuento en Bestia lectora


Hace unos años escribí un cuento llamado La isla misteriosa en el que quise rendirle un homenaje casi directo a Julio Verne, a quien considero (como dice la Matute de Andersen) uno de los responsables de que me interesaran tanto los libros y, sobre todo, la creación que tira de lo intangible para cambiar la realidad.

En el Día Internacional del Libro Infantil, deseo compartirlo con vosotros, queridos lectores, para que festejemos juntos la magia y hermandad que permite la literatura. Es un cuento muy especial porque además he tenido la suerte de que una ilustradora como María Morales le pusiera vida y color. Ella ha conseguido que la historia se materialice de una forma preciosa. Y aquí ya hay otro ejemplo de los brazos y abrazos que tiende la creación.



Puedes leer aquí el cuento La isla misteriosa de Tes Nehuén y María Morales. Gracias por compartir esta pasión por la palabra escrita y permitir que Bestia lectora crezca y se ramifique.

0 Comentarios