Biografía de Rosa Chacel

Si existe una generación literaria prolífica en España, ésa es la Generación del 27. Son muchísimos los nombres destacados de esta época, y el de Rosa Chacel es evidentemente uno de los fundamentales.

Rosa Chacel nació el 3 de junio de 1898 en Valladolid, en el seno de una familia liberal que la educó con una serie de libertades poco comunes para las mujeres en aquella época.

A causa de su delicada salud no pudo acudir al colegio de pequeña. No obstante recibió una exquisita educación en casa gracias a que su madre era maestra. Esto le permitiría formarse como una niña vivaz y crítica, capaz de discernir lo justo de lo injusto y de pronunciarse conforme a sus ideas.

Durante su adolescencia se inscribió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando para estudiar escultura. Y fue en esa época que comenzó a relacionarse con alguna de las figuras fundamentales de la intelectualidad española del momento, entre los que se encontraban Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno, y quien más tarde se convertiría en su esposo, el pintor Timoteo Pérez Rubio.

Durante el Franquismo, Chacel colaboró con el movimiento revolucionario y continuó escribiendo en favor de la justicia. Pero, aunque ya tenía un cierto nombre, el avance de la censura sobre las obras valiosas de la literatura consiguió que durante un tiempo su trabajo literario cayera en el olvido. Fue en esta época que Chacel viajó y vivió en otros lugares, huyendo de la represión. De este modo, su nombre llegó a Argentina, Brasil y México, lo que le serviría para ganar lectores.

Chacel falleció el 27 de julio de 1994 en Madrid a los 96 años. Su obra es una de las más destacadas de nuestro siglo y leerla puede servirnos para comprender el impacto que el exilio tuvo sobre una de las generaciones literarias más significativa de la Literatura Española.

La obra de Chacel es amplia y ofrece características auténticas que la convierten en una de las escritoras españolas ineludibles del siglo XX. Es necesario leerla para comprender no sólo el carácter intimista de su trabajo literario, ese juego autorreferencial donde la ficción juega un papel fundamental, sino también las características de la literatura de un momento histórico bien preciso.

De su obra narrativa podríamos mencionar La sinrazón, Saturnal, Barrio de Maravillas, Estación. Ida y vuelta, La confesión y Teresa. Pero Chacel también publicó poemarios exquisitos como A la orilla de un pozo y Versos prohibidos.

Sin lugar a dudas, el hecho de que haya comenzado su andar literario en el territorio de la poesía marcó definitivamente toda su obra. Al leer sus novelas nos encontramos con una extrema preocupación por el detalle. Con absoluto talento, Chacel nos ofrece imágenes contundentes y poéticas que ilustran un mundo sólido, donde palabra e imagen se dan la mano.