Rocío Wittib en nuestro «Lunes de Poesía»

«La poesía es eso que nunca empieza y nunca termina». Así comienza 35 veces vamos a hablar de la misma mierda, de Rocío Wittib (Ediciones Liliputienses). Es un poemario que nos lleva a preguntarnos en qué momento la poesía abandonó el nosotros para servir al capitalismo de lo autoficcional; en qué momento la poesía abandonó la ficción para ubicarse en un ámbito de certezas masticadas por el sistema. Una lectura que nos invita a pensar lo poético como un espacio donde la voz siempre revela la verdad de muchas voces que acoge y traduce en el poema. Que nadie deje de leerlo.

A partir de la anáfora «La poesía es», Rocío Wittib construye un poemario que explora el sentido del arte poético, el refugio de la verdad, su relación con lo material y las exigencias que supone. Una de las cualidades principales es que se halla escrito como un duelo de trompetas: a partir de una frase que se ofrece como verdadera, la autora desvela otras posibles tramas para ella. Esto me ha interesado mucho porque nos conduce a pensar que la verdad, si existiera, si fuese posible acceder a ella, sólo sería asequible de una forma cuántica, es decir, habitando en dos sitios opuestos de forma simultánea. Este hilo da vida a un poemario lleno de preguntas sin respuesta pero también de respuestas que piden una pregunta.

«Si no has venido a declarar una guerra, ríndete». El planteo principal está aquí: la poesía es una búsqueda que nos deja a la intemperie y que exige una actitud guerrera. Más allá de la intención íntima del lenguaje poético, la poeta propone declararse en «guerra contra todo lo que fuimos». Habría que volver aquí a lo contradictorio de la forma: la búsqueda de una verdad exige una convulsa pelea interna y con el mundo; porque toda indagación nos coloca al borde del abismo cuestionando aquellas verdades que creíamos inamovibles.

«¿Cuántas repeticiones bastan para una verdad?» se preguntará más adelante. Puede que la respuesta que encuentre no sea la esperable «La noche era la noche»; puede que en el silencio haya más herida que canto, parece que cruza por la mente de quien enuncia. Sin embargo, volverá algo la empujará de vuelta a la idea inicial: «La poesía es arriesgarte a perderlo todo». Y allí habrá un reflejo luminoso. Tratará de construir una verdad donde no todo sea oscuridad, aferrándose a una luz que le confirma que «La poesía es la voz del pueblo que falta».

Aquí aparece la idea central de todo el libro, que tiene no sólo que ver con sus afirmaciones y preguntas sino también con su forma: son muchas las voces en las que hace pie Wittib para construir este poemario. Sentencias aforísticas de poetas y artistas que ella retuerce y hace propias, quizá para convencernos de que la poesía es algo colectivo. Hablábamos hace poco del «Nosotros» como bandera poética.

«La poesía es un relámpago entre dos oscuridades». La luz que alumbra fugaz y eléctricamente y que nos recuerda que hay algo mudo que debe desentrañarse para iluminar las sombras, supone un alto riesgo pero también es una fuente de alegría, porque puede recordarnos la increíble capacidad de gozo que tenemos.

«Todos caminamos al borde del abismo / si nunca nos asomamos no vamos a saber quiénes somos». Asomarnos a los versos de Wittib es darnos la oportunidad de explorar mejor los límites de lo que somos y entender qué le debemos a las voces que caminan junto a nosotros. Me parece una maravillosa lectura para estos tiempos de debilidad identitaria.

Como siempre, terminamos este nuevo capítulo de nuestro «Lunes de Poesía» con un poema de este gran libro. ¡Que nadie deje de leer a Rocío Wittib!

«la poesía es algo que está fuera del lenguaje

nada hay fuera del texto
dame un respiro

la poesía es la angustia de un vértigo infinito

vuelve la cabeza
dale la espalda

la poesía es algo que nunca nos deja en paz

qué poca seriedad
qué mal ejemplo»

35 VECES VAMOS A HABLAR DE LA MISMA MIERDA. ROCÍO WITTIB. EDICIONES LILIPUTIENSES. 2021