Algunos autores no pueden ser encasillados en una estética, su obra es tan diversa que cuesta definirla y por suerte, se vuelve imposible encorsetarla. Es el caso de Manuel Caballero Bonald.
José Manuel Caballero Bonald nació en Jerez de la Frontera el 11 de noviembre de 1926, en el seno de una familia mestiza: su padre era cubano y su madre de ascendencia francesa.
Estudió Filosofía y Letras, demostrando desde muy joven un interés absoluto por la literatura. Comenzó a publicar de muy joven y, con el correr de los años, fue desarrollando una obra insólita, a la que se le ha destacado el estilo barroco y el desarrollo de un lenguaje personal diverso y exquisito.
A lo largo de su carrera recibió numerosos reconocimientos, entre los que podríamos destacar el Premio Reina Sofía de Sofía Iberoamericana (2004), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2012) y el Premio Cervantes (2012).
Caballero Bonald falleció el domingo 9 de mayo de 2021, a los 94 años de edad. Nos ha dejado una obra abundante y variopinta, que nadie debería perderse.
La obra de Caballero Bonald
Si bien comenzó, y desde entonces se lo ha vinculado, como integrante de la Generación del 50, a diferencia de otros de sus congéneres, no se mantuvo en un estilo rígido: pronto fue lanzándose a nuevas estéticas que le alejarían de los demás poetas de su generación.
Para hablar de la literatura de Caballero Bonald tendríamos que plantearnos un viaje largo y diverso. Porque ha avanzado sobre diversas estéticas y se ha mantenido en movimiento, hasta encontrar un estilo propio e inigualable.
Cabe mencionar que, si bien fue quizá más conocida su obra poética, Bonald cultivó también la memoria y la narrativa, ofreciendo siempre obras asombrosas. Entre sus libros fundamentales habría que mencionar Ágata ojo de gato, Descrédito del héroe, Campo de Agramante, Desaprendizajes y Entreguerras.
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