«Casa fugaz. Poesía 1998-2018», de Andrés Neuman (La Bella Varsovia)

Una antología se parece a una prueba de color, como bien lo insinúa Ada Benson en la ilustración de cubierta de Casa fugaz. Poesía 1998-2018 de Andrés Neuman (La Bella Varsovia). A través de un repaso veloz por su creación poética podemos intuir la búsqueda sonora que empapa de voces la poesía de este maravilloso escritor. ¡No te pierdas este libro fascinante!

En la obra poética de Andrés Neuman lo que se distingue es el movimiento. Ha estado siempre persiguiendo algo, una voz, una imagen, una pregunta. El resultado de ese camino lleno de bifurcaciones es una poesía cercana pero compleja, mística a la vez que terrenal. Una obra que llega a conmovernos tanto por lo que dice como por sus omisiones.

«¿Qué te llevarías si tuvieras que meter dos décadas en una maleta?», se pregunta Erika Martínez en el prólogo de Casa fugaz. Describre, desde un tono cercano, dulce y alegre lo que supuso el descubrimiento de la poesía de Neuman: una especie de deslumbramiento, dice. Y es, sin duda, una bella forma de explicar cómo es la experiencia de lectura de esta obra compleja.

Podríamos escoger palabras como asombro, alegría, posibilidad de luz, también para completar esa idea. Y es que descubrir la poesía de Andrés es aceptar que un poema siempre nos llevará a destinos nuevos, en cada lectura. Porque «un poema no acude a un sólo andén». Esas palabras preliminares que dedica Erika se leen como una invitación exquisita a la inmersión y creo que representan una muy buena razón para leer este libro: nos permite intuir los aspectos fundamentales de la obra de Neuman.

A lo largo de esta lectura podemos atravesar tanto sus poemarios y sus series poéticas como sus aforismos poéticos (haikus). Y tenemos de yapa un conjunto de poemas inéditos, que nos pueden ayudar a imaginar hacia dónde se dirige su obra.

Los poemas de este libro acontecen «Entre el luto y la amnesia de estar vivos» y suponen un descubrimiento fascinante para los que buscamos en el poema un refugio pero también una forma nueva de conocer el mundo y de aceptar nuestra fragilidad. Y pienso que esta antología puede ser una hermosa forma de atreverse a pensar la vida de otra manera, a la par que implica acercarse a un trabajo estético magistral.

A lo largo de este libro vamos encontrándonos con las distintas etapas de la poesía de Neuman, cada una caracterizada por un tono en particular. Para hablar muy fugazmente sobre su obra podríamos decir que mientras que en los primeros libros se nota un mayor interés por la deconstrucción de las estéticas tradicionales, en la nueva poesía encontramos una libertad absoluta, desprendida de todo parámetro y de toda contrabúsqueda, una poesía mucho más esperanzadora a la vez que crítica con la sociedad. Asimismo, a través de los poemas inéditos, podemos visualizar un futuro de poesía luminosa.

«Todo acontecimiento tiene algo de accidente; también el acontecimiento de la palabra». Vuelvo a la guía de Erika, que nos anima a confirmar esa idea del movimiento, de la lectura bifurcada, que supone el encuentro con Neuman. Y, en ese descubrimiento fascinante, los instantes y la fragilidad del cuerpo ocupan un eje central. Independientemente del tono o de la estética de cada uno de sus libros, detrás de toda palabra siempre hay un deseo de búsqueda casi salvaje, para entender la experiencia de la vida a partir del lenguaje.

Leemos: «Durando en lo fugaz, / así transcurriría nuestra entrega» en el poema que da título a la antología y destaca la importancia de aferrarse a lo mínimo, a lo único que sabemos cierto. Vivir con una meta clara: enamorarnos «de la fragilidad de estas paredes». La poesía como una casa, la casa como un espacio de encuentro con lo fugaz. Nadie debería dejar de leer este libro.

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CASA FUGAZ. POESÍA 1998-2018. ANDRÉS NEUMAN. LA BELLA VARSOVIA. 2020