En la historia de la literatura no fueron pocos los casos de escritoras que firmaron sus obras con seudónimo masculino y eso les permitió pasar a la historia. Tal es el caso de Cecilia Böhl de Faber, quien bajo el seudónimo de Fernán Caballero, conquistó un lugar de prestigio en la literatura española.
Cecilia Böhl de Faber nació en Morgen, Cantón de Vaud (Suiza) el 25 de diciembre de 1796. Fue hija del hispanófilo alemán Juan Nicolás Böhl de Faber, quien influyó notablemente en el pensamiento y la literatura de Cecilia. Su madre, Francisquita Larrea, era una mujer sumamente culta que organizaba reuniones en su casa a la que asistían algunas de las mentes más brillantes de la época.
Poco a poco Cecilia Böhl de Faber fue construyendo una estética, que hacía pie en las peculiaridades de la vida del interior, que tanto había llamado su atención desde su llegada a España, en 1813.
Cecilia Böhl de Faber falleció en Sevilla el 7 de abril de 1877.
La obra de Cecilia Böhl de Faber
Su obra se encuentra enmarcada en el regeneracionismo católico. Aunque aseguraba que rechazaba la política, escribió varias novelas en las que se puede vislumbrar su pensamiento antiliberal.
Se considera que la obra de Bohl de Faber, conocida durante mucho tiempo como Fernán Caballero, fue una de las primeras en practicar el folklorismo en España. En ella encontramos descripciones interesantísimas de la vida de los pueblos andaluces, pobres pero honrados.
Entre sus obras más significativas se encuentran La gaviota, La hija del sol, La familia de Alvareda y Cuentos, adivinanzas y refranes populares.
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