«La divina probabilidad de los recuerdos extintos», de Iury Lech (Jekyll & Jill)

Una novela sobre la trabajosa tarea de conocerse (y reconocerse).

«La divina probabilidad de los recuerdos extintos». de Iury Lech (Jekyll & Jill)
«La divina probabilidad de los recuerdos extintos», de Iury Lech.
Foto: Jekyll & Jill

A lo largo de su historia la literatura ha intentado internarnos en el corazón humano, que es la mente. Y quizá nadie lo haya conseguido mejor que Dostoyevski con su Rodión Raskólnikov. Al leer La divina probabilidad de los recuerdos extintos de Iury Lech (Jekyll & Jill) se hace inevitable viajar a esa otra novela. Wolef es un «personaje en permanente fuga astromagnética» que va configurándose a través de una narración que explora la delicada frontera que divide lo que se recuerda de lo que cae en el olvido para siempre. Un hombre que se enfrenta a la desidia desde la melancolía, con el deseo de reconstruir su propia memoria, pero con el temor de no saber cuánto de lo que existe en su mente se ajusta verdaderamente a lo vivido. Un libro extraordinario. De lo mejor que vas a leer este año, créeme.


Una narración que explora la delicada frontera que divide lo que se recuerda de lo que cae en el olvido para siempre.

«¿Cómo se transforma una bestia en humano?» Quizá el sentido de este libro resida en esa pregunta, esa indagación que nos carcome: por qué no somos otro, y si lo fuéramos, qué seríamos, y si nos convertimos, en qué. Lo que en otras palabras viene a ser; qué semilla de monstruo o bestia llevamos dentro. En esta novela fascinante Lech explora todas estas inquietudes desde una perspectiva fantasiosa. Y lo hace a través de un personaje peculiar que se enfrenta a la difícil tarea de conocerse, de hurgar en su memoria y en el mundo que palpa para descubrir su identidad. Quizá con el objetivo de, una vez conseguido tamaño objetivo, reconocerse en lo vivido y desprenderse del dolor y el miedo que arraiga en nosotros la certeza de nuestra mortalidad, para vivir, simplemente (y con lo mucho que también implica) vivir.

Una de las primeras cosas que llamó mi atención es que, pese a tratarse de una novela escrita en tercera persona, usa recursos propios de la primera pero en diferido, tales como el fluido de conciencia o la remembranza de la infancia desde la melancolía de la adultez. Y en ese sentido también podemos leer ecos de nuestro querido Chejfec: la ficción como canal para pensarnos, desfigurando las fronteras entre realidad y sueño.

A medida que avanzamos en la lectura vamos descubriendo a un personaje inquietante y misterioso, parado a mitad de camino entre la nebulosa del olvido y la intensidad de lo recordado. Wolfe. Que observa el arte, ciertos artilugios o inventos, y se propone viajar en el tiempo sin modificar el curso de la historia. Wolfe avanza tiempo adentro con la seguridad de quien sabe que hay luz en lo vivido, pero sobre todo en el futuro. Quizá lo que más desea es «contemplarse con la mirada del otro», ese otro que narra. De este modo, el gran juego de Lech termina siendo la confusión del narrador. ¿Quién vive y quién recuerda? Esto me ha resultado extraordinario.


Portada de «La divina probabilidad de los recuerdos extintos», de Iury Lech (Jekyll & Jill)
«La divina probabilidad de los recuerdos extintos», de Iury Lech
(Jekyll & Jill)

Wolfe aparece al principio como un personaje apesadumbrado que, empujado por la desidia, ha llegado a desconectarse del mundo. ¿Viajar al pasado le podría ayudar a reconstruir el entusiasmo? Quizá ésta sea la inquietud que persigue Lech, con el deseo de conocer los mecanismos posibles de supervivencia para un personaje que siente «un profundo desencanto ante las ruinas del pasado». Y en ese sentido la novela es una indagación sobre el modo en que se tejen los hilos de nuestra historia, pero también sobre los estímulos externos que colaboran con lo que recordamos.

Es sorprendente como, a pesar de ser un libro corto, contiene numerosas preguntas que se van ramificando de forma fantástica, rozando a veces lo tenebroso y lo absurdo, pero sin perder su arraigo con lo racional. Y quizá una de las más interesantes sea todo lo relacionado con la consciencia. Lech consigue emparejar ciertos conceptos de la filosofía, la ciencia y el ocultismo desde un decir literario bellísimo, y nos ofrece un libro que es una puerta, si lo dejamos. ¿De qué forma se ha gestado el pensamiento? Qué interesante pensarnos «hacedores del pensamiento mediante la estética y lo artístico».


Lech consigue emparejar ciertos conceptos de la filosofía, la ciencia y el ocultismo desde un decir literario bellísimo.

Una novela que juega con nosotros desde el principio. ¿Quién es el narrador? La pregunta nos pincha desde las primeras páginas. Pero pronto lo olvidamos, porque Wolef acapara toda nuestra atención. Su perfil nos recuerda al asesino de Crimen y Castigo. Un hombre que ha entendido que la vida es una cosa absurda pero quiere encontrarle sentido. El gran reto al que se enfrenta es «dejar atrás los pensamientos atávicos que le esclavizan al dolor y al miedo para encontrarse con la sublime geometría de su providencia». Para ello deberá enfrentarse a la melancolía y reconfigurar su relación con el pasado. Lo que debemos averiguar es cómo.

«El arte fue su debilidad y su castigo», leemos. Wolfe aparece con la niebla, y se marcha del mismo modo. Un personaje que no termina de definirse, que no podemos reconocer del todo, pero que nos abre un montón de puertas y miradas sobre el mundo y el pensamiento. Iury Lech es un escritor extraordinario. Nos atrapa desde el comienzo, con un decir tremendamente literario enarbolado a un discurso directo y en constante movimiento.

Sin duda es ésta una de las mejores lecturas que he hecho este año. Y no me quiero dejar fuera la belleza de la edición. Influye que el color de la cubierta sea uno de mis favoritos, pero no es lo único. Jekyll nunca defrauda, y en esta ocasión nos trae un nuevo libro único, que no hemos leído, y que seguramente no leeremos en mucho tiempo. ¡Maravilla pura!


«La divina probabilidad de los recuerdos extintos», de Iury Lech (Jekyll & Jill)
Novedad de Jekyll & Jill: Iury Lech

LA DIVINA PROBABILIDAD DE LOS RECUERDOS EXTINTOS
IURY LECH
JEKYLL & JILL
2022

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