«Plenitud y vacío», de Álvaro Galán Castro (Visor Libros)

Poemario ganador del XXIII Premio de Poesía Generación del 27.

Reseña de «Plenitud y vacío» de Álvaro Galán Castro (Visor Libros)

Plenitud y vacío es el poemario con el que Álvaro Galán Castro ganó el XXIII Premio de Poesía Generación del 27, un prestigioso galardón que organiza dicha institución y que publica la editorial Visor. Encontramos en él un ejercicio de reflexión en torno a la quietud en el contexto de la pandemia, y del que brotan numerosas preguntas sobre la fugacidad de la vida y la posibilidad de gozar de los instantes. Un libro de alta calidad literaria, con una selección precisa de epígrafes y una mirada luminosa sobre el porvenir. Que nadie se lo pierda.


Un ejercicio de reflexión en torno a la quietud en el contexto de la pandemia.

«Yo, que siempre ando a tientas y voy siempre / pisando la dudosa luz del día», leemos. En estos versos quizá se encuentre la semilla del libro: una conversación silenciosa que el poeta mantiene con su hija, y que marcará el pulso de los poemas, y el riego de las reflexiones. No hay certezas, sólo el deseo de abrazar las arrugas del tiempo en la experiencia cotidiana. La gran pregunta tras la que corre la voz poética es acerca de la posibilidad de tomar conciencia del momento presente y hacer que sean los instantes maestros y la memoria, un jardín que regar con palabras.

Álvaro Galán nos ofrece en este poemario una exploración de la verdad desde una mirada perpendicular, detenido el lenguaje en la clavícula que fusiona tiempo y sueños. Y estos poemas son una puerta a las inquietudes que siempre están atizando nuestra vida. Preguntas en torno a la fugacidad de la vida pero también en torno al valor que damos a los conocimientos y, en su lado anverso, a los afectos.


Reseña de «Plenitud y vacío» de Álvaro Galán Castro (Visor Libros)

Una casa con la puerta cerrada. Nuestro tiempo pandémico se asoma a este libro, arrostrando nuestros miedos más viscerales, que entonces se potenciaron de una forma nueva, nunca antes experimentada. La ciencia ficción convertida en materia viva. Y aquí, en estos poemas, el lenguaje quebrándose, mostrando una herida sin nombre que es nuestra imposibilidad de ejercer alguna influencia sobre el curso del mundo. Es más, la sensación de ser impostores mensajeros, incapaces incluso de nombrar el mundo. Leemos: «Nombrar no es poseer. Nombro la rosa / pero no se eterniza en mi palabra / ni frena la imparable progresión de la arena».


La ciencia ficción convertida en materia viva.

Aquí habría que abrir un gran paréntesis para centrarnos en la fuerza que tienen en este libro las ideas epistemológicas, las preguntas innumerables en torno a lo que la experiencia significa y lo que no puede significar; en última instancia, a la naturaleza de la verdad. Y es la perspectiva la gran aliada del poeta para enunciar esas preguntas: una mirada que sospecha de las cosas, del sí mismo, del mundo de los otros; una voz que ansía dar con el nombre de las cosas para entender cómo nacen, qué las hace "vivas" y por qué "aquí y ahora". Creo que en esos desvíos reflexivos se encuentra el mayor acierto de este libro, y la intuición de que estamos ante un poeta que despide lucidez.

Estamos hechos de cuerpos frágiles que han de consumirse. Nuestra misión es consumirnos. Y es nuestra naturaleza mortal la que ha hecho posible el surgimiento del arte, y también de la historia —la necesidad de escribir lo que hemos sido—. En la poesía de Galán también es semilla esa única certeza. Pero también el brillo de lo que se le opone. Porque «si muerte pronuncio / tampoco digo nada». Y aunque la muerte asoma con seriedad en varios poemas, en este poema adquiere más fuerza porque viene a romper esa verdad, y se eleva desde el cuerpo hasta el mundo de lo sensible. Porque en estos cuerpos caben los sueños, que tienen su semilla en el lenguaje. ¡Y qué extraordinario es descubrir que la poesía es el mejor territorio para expresar estas verdades!


Reseña de «Plenitud y vacío» de Álvaro Galán Castro (Visor Libros)

Plenitud y vacío es un libro que nos alienta a creer en la naturaleza de desierto que revela nuestra existencia, pero que tiene su luz. Quizá porque en esa triste verdad, también reside la certeza de estar vivos; es decir, una promesa de amor, una promesa de consuelo. En esa hendija hay una invitación a creer en la posibilidad del instante que, si lo dejamos, se revela pleno ante nosotros. La vida, todo lo que conocemos, y que cada día nos asombra: «Su empeño de brotar hasta en la grieta / penúltima del muro».

«La puerta está cerrada». Y a lo largo del libro así permanece. Pero, a veces se asoman criaturas que contagian de luz ese adentro dolorido. Y me parece que los caminos adoptados por el poeta para mostrar ese juego de entusiasmo en medio de la desidia es perfecto: a través de las enseñanzas que recibe de su hija. En esa conversación silenciosa y siempre asombrada está la llama cálida y verdadera de este libro. ¿De qué manera responder a tanto brillo? Se podría crear una verdad superflua y siempre edulcorada. No es lo que el poeta hace. Muestra en estos poemas la sutura de la vida, la noche con su costado más fiero, pero también la posibilidad de redención que nos ofrece la vida compartida. Y aunque es un libro lleno de dudas también contiene certezas sólidas, máximas contundentes. «Lealtad y respeto al tiempo de los otros, / pero no te ates nunca».

En última instancia, Plenitud y vacío es un libro que rompe el molde de la realidad con la esperanza que pendula entre la grisura («Ya que todo ha de ser aniquilado, / me quisiera morir, cuando me llegue, / de luz o de silencio») y la pulsión de habitar con goce cada instante, todo el vacío («Que quede en el umbral al albur de los vientos, / al ímpetu infinito del vacío»). Un libro fascinante que seguro tiene unas cuantas verdades reservadas para cada mirada que le dé una oportunidad. Ojalá que sea la tuya.


Reseña de «Plenitud y vacío» de Álvaro Galán Castro (Visor Libros)


PLENITUD Y VACÍO
ÁLVARO GALÁN CASTRO
XXIII PREMIO DE POESÍA GENERACIÓN DEL 27
VISOR LIBROS
2021

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