«Regreso a Bellavista. Una llamada en la noche», de Octavio Cortés (Editorial Sloper)

Pensar en los idos siempre nos acerca al misterio. Sobre esta idea se erigen las dos historias que conforman el díptico Regreso a Bellavista. Una llamada en la noche de Octavio Cortés (Sloper). A través de dos narraciones tejidas en torno a la mirada que pone sobre los narradores el paso del tiempo, el autor nos invita a pensar en los estrechos lazos que existen entre el mundo real y el mundo de las posibilidades. Una vez más nos encontramos con una escritura intensa: en el primer texto más poética, en el segundo más realista. En ambos casos ofreciendo un relato verdadero y transformador.

«Bellavista se alzaba, flanqueada por dos hermosos cipreses italianos, sobre una pequeña colina donde antiguamente se habían cultivado viñedos y naranjos». Así comienza Regreso a Bellavista de Octavio Cortés, una novela breve que ofrece cierta continuidad con su obra anterior, Días en Cala Escorpí, y cuyo principal acierto es presentar el trabajo del duelo desde un lugar poético y metafórico, pero ofreciendo un relato absolutamente material, que estimula nuestra lectura desde el primer párrafo.

Lo más fascinante de esta novela es que todos los objetos que van apareciendo tienen una historia y son ejes sobre los que pivota la narración. La forma en la que Cortés consigue darles protagonismo para contar la historia me parece fabulosa. Y esto se debe a que, aunque por un lado el relato tiene una connotación metafórica y una serie de imágenes poéticas , por otro se encuentra enraizado en lo material y son precisamente los objetos los que dibujan el ritmo de la historia. Un pasillo, una puerta, el violín, la casa misma. El protagonista está realizando su duelo ante la pérdida de Laura y son estos objetos los que le permiten hilvanar el recuerdo y establecer una relación entre el pasado y el presente.

Regreso a Bellavista es el relato del duelo. El protagonista, después de perder a su amada, está esperando el veredicto: ¿qué sucederá con esa casa en la que él y Laura han sido felices? Este momento doloroso se verá matizado por sus conversaciones con el viejo Ordinas, el guardés de la finca. A través de esas charlas iremos conociendo el pasado y reconociendo en el dolor del protagonista la existencia de un amor inolvidable. Ese amor, que no está en el libro más que a través de la memoria, será el que impulse el relato y nos invite a quedarnos. «¿Por qué regresó Laura a Bellavista?» Ésta es la pregunta que quiere responder el narrador. Porque está convencido que en su respuesta reside la semilla del misterio. Laura, una criatura fascinante a la que no se puede asir del todo en la mirada, ni en el lenguaje, de quien el narrador no puede escapar. «Algo habrá que hacer con este amor. No estaba en los planes»

Regreso a Bellavista es una bellísima historia donde se muestra la crudeza de la vida: donde la felicidad y el dolor se están rozando todo el rato, donde las voces del pasado adquieren protagonismo a medida que vamos volviéndonos mayores y donde parece que vivimos para mantenernos siempre pegados a un momento. El protagonista no puede salir de esa casa, de ese amor, de la sensación de haber amado y de ser correspondido. «Yo no creo que vaya a salir nunca de ese momento», dice. Una novela intensa donde música y literatura se funden para ofrecernos un paisaje sensorial y musical verdadero y vitalista. Que nadie se lo pierda.

«Un sobre cerrado con un poema secreto». El narrador del segundo relato de este libro descubre un poema secreto de un escritor del que cree haberlo leído todo: Juan Martín Lassette. El punto de partida de este relato es una inquietud, el misterio que roza lo conocido y lo transforma. En Una llamada en la noche encontramos un maravilloso juego metaliterario, donde el narrador se implica en la escritura ajena y desea conocer aquello que se ha mantenido fuera de la obra. «Juan Martín Lassette murió fusilado durante la represión de Queipo de Llano en Sevilla, a finales de 1936». Con el deseo de hurgar en la verdad de aquel hombre que creía conocer, el narrador se lanzará a una investigación que lo obligará a cambiar su mirada sobre el mundo.

Las memorias de la juventud y una escritura desesperada serán los motores que llevarán la historia hacia delante. «Lo que se quiso callar, lo que tuvo que ser callado; lo que no se pudo cantar o contar; lo que nos confrontó con un dolor imposible de gestionar, esos son los auténticos cimientos de este mundo nuestro que, en la superficie, parece un jardín bien cuidado». Ese jardín que son los libros ilumina cada una de las páginas de este relato y se abre ante nosotros con la magia que suponen las buenas historias, a través de un personaje que es sacudido por una verdad misteriosa, que cambiará su mirada para siempre.

También en este caso la muerte juega un papel fundamental. El verdadero motivo de la narración es dilucidar el pasado; el narrador debe enfrentarse a preguntas sobre la vida y la literatura que parecían ya resueltas para comprender quién es aquel hombre al que tanto admiró. La amistad quebrada por la muerte provoca en el narrador una sensación extraña. Leemos: «Siempre he sentido que soy la mitad de algo, de un artefacto que quedó partido por la mitad».

En este díptico ambos narradores se encuentran detenidos en el tiempo. La pérdida los obliga a fijarse en lo que no fueron capaces de ver y que siempre nos explica mejor que lo visible. Son dos relatos donde la vida se encuentra desnuda, con todo el misterio bordeando la mirada sobre el mundo e invitándonos a pensar en lo que no aparece en escena. Dos narraciones estimulantes que nos invitan a pensar en aquello que traen y llevan los años, en reafirmarnos en una única certeza: lo que sabemos es el misterio. Y para poder zambullirnos en su intriga nada mejor que pensar en los que nos han dejado, y escalar desde ahí. Y esta lectura nos puede servir para eso.

REGRESO A BELLAVISTA.
UNA LLAMADA EN LA NOCHE
OCTAVIO CORTÉS
EDITORIAL SLOPER
2023