«Este nudo de maletas», de Teresa Simón Cabodevilla (Amargord)

«En un país que amaba ya estará amaneciendo». Esta frase de Olga Orozco le da a Teresa Simón Cabodevilla el perfecto pie para iniciar su maravilloso poemario Este nudo de maletas (Amargord), en el que encontramos una voz poética sólida que explora la huella del amor sobre el cuerpo y la noción de soledad en este habitar el mundo. Encontramos un conjunto de poemas intensos donde el erotismo y el deseo están en primer plano y guían nuestra mirada hacia lo íntimo como espacio de refugio y salvación.

En este libro Teresa Simón nos ofrece un recorrido en torno a la extrañeza y a la función que el amor y los apegos cumplen en esa herida de soledad. La voz poética es atravesada por otras voces, y por los lugares extraños que poco a poco se van volviendo propios gracias a los nombres. «No importa ya la ciudad que nos esté esperando / si rozar tu nombra / es estar en casa», leemos. Pero en ese intento de apropiación del espacio también hay distancia, y dolor, porque hay casas que se desmoronan antes de completarse. Y así como es un poemario sobre el amor y el apego, es también un libro sobre la soledad que provoca la ruptura, y la forma en la que los sitios se transforman con las ausencias.

En lo que respecta a la estética, tenemos una obra que se construye desde frases directas y encadenadas que permiten cierta fluidez en la lectura, mientras nos ofrecen una contención o un escenario en el que trascender nuestras propias experiencias de pérdida y desamor. La importancia de construir una casa aquí está relacionada con la oportunidad de dibujar un recuerdo perenne. La unión simbólica entre casa y memoria está clarísima, como también lo está su hilo común: el amor lésbico.

La voz poética se aferra al cuerpo amado desde la memoria, y se convence de que pronunciar un nombre es tener un hogar: «Pronuncio la palabra casa: sólo quiero esperarte, / por si vuelves temprano». En esa experiencia de extranjería también el amor se va transformando, hasta volverse distinto, y también distante. Me parece muy interesante el símil que Cabodevilla plantea entre la experiencia migrante y el desamor, cruzándolos hasta lo más hondo y haciendo del lenguaje un camino que permite el entendimiento o la aceptación de ambas experiencias.

Es un poemario amoroso pero es también un diario sobre la orfandad y la soledad que impone la experiencia migrante. Quizá no exista una soledad más concreta que ésta, donde el volver a empezar es una vivencia tanto material como espiritual, y las voces realmente se vuelven distintas. Creo que este desconcierto está muy bien planteado. Y también su opuesto: quien vive en estos poemas regresa a su lugar de nacimiento y descubre que ya no es la misma persona, y lo que encuentra refuerza esa distancia que le han impuesto los caminos y amplía la lejanía con la persona amada. «Nadie pregunta por el que vuelve, / no interesa qué fue mal», leemos. Pero lejos de ser un libro gris, los poemas rebotan una luz intensa y nos invitan a creer en algunas de las formas en las que el amor puede salvarnos. «Otra vez allí: / nosotras».

Este nudo de maletas es un libro escrito con absoluta sensibilidad que imprime en quien lo lee el deseo de transitar por la experiencia amorosa con intensidad pero también de puntillas. «Marcharme como llegué a este país grande / y extraño: de puntillas» leemos. Una lectura absolutamente recomendable para quien desee sumergirse en la susceptibilidad de la experiencia amorosa desde una perspectiva poética, mientras se deja atravesar por las preguntas importantes en torno a la soledad, los afectos y la escritura.

NUDO DE MALETAS
TERESA SIMÓN CABODEVILLA
AMARGORD
2023