Lina Meruane: «Cuido mucho la escritura, desde los inicios de los párrafos hasta la estructura del relato»

Entrevista a la escritora chilena Lina Meruane, autora de «Avidez» (Editorial Páginas de Espuma).

Lina Meruane fotografiada por Isabel Wagemann
Lina Meruane fotografiada por Isabel Wagemann

En Avidez Lina Meruane (Páginas de Espuma) nos ofrece una serie de cuentos que giran en torno al horror y cuyo lirismo sobrecoge por esa contraposición entre el lenguaje y lo que cuenta. La elección de un tono desenfadado a la vez que intenso, le permite a la autora mostrarnos situaciones tremendas, de cierta peculiaridad siniestra, que podrían acontecer en nuestro mundo, atracar nuestra realidad y transformarla. El descubrimiento de la violencia siempre está cargado de deseo, porque todo lo que vibra exige de cierta contradicción. Esto parece ser lo que vienen a decirnos estos cuentos. Conversamos con la autora sobre la escritura de estas historias y la propia idea que ella tiene sobre la forma en que el horror avanza en la literatura.

P—En este libro reúnes cuentos de unos treinta años de escritura. ¿Qué criterio usaste para unificarlos en un mismo libro?

R—Los cuentos que seleccioné para este libro eran cuentos escritos autónomamente pero atravesados por la avidez, que además de ser una palabra potente abarca una amplia gama de sentidos que van del hambre material al apetito sexual y a otras pulsiones obsesivas.

P—Me gustaría preguntarte por tu relación con el horror. ¿Cuáles son los límites que crees que no deben sobrepasarse y de qué manera te interesa trabajarlo en tu escritura?

R—Yo no había reparado en que tantos textos míos se rozaban con el horror o provocaban una sensación espeluznante… Yo no experimenté ni miedo ni asco mientras escribía, y acaso es que mantengo una distancia emocional con lo que escribo. Intento detenerme ante escenas que me parecen demasiado descarnadas y a menudo corto los relatos antes de que lleguen a la sangre.

P—Los personajes de tus cuentos están al filo de la madurez o en un punto en el que las cosas van a cambiar sí o sí y donde se abren diversos caminos. ¿Qué te interesa de esta frontera?

R—Todas las fronteras me interesan, son lugares de tránsito y de transformación. El lugar donde ocurre el cambio, el mecanismo que lo posibilita, y por supuesto el cambio mismo, me parecen fascinantes, y por qué no decirlo, me parecen aterradores… Precisamente porque no se sabe que ocurrirá después de atravesada esa frontera.


A menudo corto los relatos antes de que lleguen a la sangre

P—¿De qué manera has escrito estos cuentos? ¿Cómo es el proceso desde que tienes una idea hasta que se materializa?

R—Nunca me basta una idea o una trama, que por supuesto importan aunque solo sea para arrancar. Lo que tiene que ocurrir para que yo escriba un relato es que aparezca ante mí el espacio donde va a transcurrir y sobre todo la voz de quien lo narra: cuando puedo oír la narración puedo empezar a escribir y puedo, asimismo, soltar las riendas de la idea original para que los personajes vayan a donde tienen que ir.

P—Háblame de tus referentes literarios.

R—Son tantos, una biblioteca entera de referentes que van cambiando por temporadas, pero no son autores de lo fantástico ni del terror. Mis referentes suelen ser autores y autoras muy literarios, muy experimentales, que me han enseñado a leer sus libros. Beckett, Duras, Droguett, Eltit, Lispector, Ocampo, y muchísimos más.

P—Tus textos tienen un trabajo formal extraordinario. ¿Qué aspecto cuidas más de la forma de un cuento?

R—Más que las tramas, cuido mucho la escritura, desde los inicios de los párrafos hasta la estructura del relato. Pero sobre todo le dedico mucha intensidad a la producción del ritmo y a la respiración de la frase; es decir, trabajo acuciosamente la puntuación (persiguiendo el efecto musical sin tener en cuenta la norma), y elijo palabras (y sinónimos de esas palabras, y palabras afines) que se ajusten al fraseo que busco. Y las palabras que van surgiendo a veces me llevan, por asociación libre, a lugares inesperados. Por eso las tramas se me van transformando: una palabra me lleva a otra y cambian el recorrido del cuento.

P—Me ha interesado la relación que estableces entre la violencia y el deseo de lo prohibido. ¿Se podría pensar la vida sin establecer una relación con la violencia o con lo salvaje?

R—Hay muchas vidas, incluso muy buenas vidas, sin violencia; la violencia sin embargo es ese límite que siempre aparece en las relaciones humanas, la violencia es siempre una posibilidad y una tentación porque el ejercicio del poder de unos sobre otros la requiere y quienes ejercen violencia (y a veces quienes la sufren) sienten placer. Por eso, lamentablemente demasiadas vidas están atravesadas y marcadas por la violencia. Pero mientras pienso en la violencia como modo del poder, como algo propiamente humano, asocio lo salvaje con la necesidad y el instinto no como algo planificado ni necesariamente destinado al sometimiento del otro.

P—¿Qué vínculo podemos encontrar entre tu escritura y el Realismo Mágico?

R—Acaso tú me lo puedas decir como lectora… Yo no siento una vinculación estilística con ese movimiento que, por otra parte, admiro y del que he sido asidua lectora en mi juventud. Aprecio las libertades que se tomaron los escritores del llamado “realismo mágico” al escribir, el modo en que nos enseñaron a ir siempre más allá de las convenciones de lo posible y a llevar la escritura a su lugar más alto.


Lamentablemente demasiadas vidas están atravesadas y marcadas por la violencia

P—La importancia de la carne, de la sangre, de los cuerpos es evidente; sin embargo, también trabajas con un material simbólico interesante. Dado que tus cuentos permiten diversas lecturas, ¿cómo te gustaría que los leyéramos, más cerca de lo tangible o de lo abstracto?

R—Es cierto que me enfoco en lo material, pero que esa precisión en la descripción de la materia devela operación más simbólicas… Eso sucede sin que yo lo haya planificado, y la lectura tampoco puede prescribirse, entonces, que cada cual lea como quiera y ojalá se deje llevar por la lectura.

P—Te acaban de galardonar con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso. ¿Cómo has recibido la noticia? Hay quienes dicen que los premios son la mejor ayuda para poder escribir con más calma, ¿qué opinas?

R—Me alegra recibir este premio con el nombre de un autor que leí de joven y con admiración. Y me alegra recibirlo en Chile donde hasta hace unos años no se me leía, y me enorgullece recibirlo como descendiente de palestinos que llegaron como migrantes hace un siglo en mi país. Y por supuesto que un premio es también una beca para el libro siguiente.


El nuevo libro de Lina Meruane en Páginas de Espuma

AVIDEZ
LINA MERUANE
PÁGINAS DE ESPUMA
2023

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