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Contenido del artículo
Introducción
Dice Zadie Smith que la experiencia migrante nos atraviesa de tal manera que incluso cuando creemos que estamos escribiendo de otra cosa, hablamos de ella. No podemos escapar de sus efectos, como no podemos escapar de nuestra sombra. Venecos de Rodrigo Blanco Calderón (Páginas de Espuma) confirma este pensamiento. Encontramos aquí un conjunto de maravillosos cuentos que suceden en Venezuela y fuera de ella pero que comparten el deseo de nombrar la identidad venezolana. En nuestra época hablar de Venezuela es hablar de la diáspora, de la masiva migración de casi ocho millones de personas para buscar una mejor vida en otros países. Una de las lecturas de este libro podría devolvernos a la pregunta sobre la identidad nacional y el cambio de paradigma que suponen para ella el nomadismo y el desplazamiento. Estamos frente a un libro de cuentos que nos permite disfrutar de la gracia, la precisión y el talento de uno de los grandes autores latinoamericanos de nuestro tiempo. Espero que nadie se quede fuera de esta música.
La palabra y su origen
Las palabras que se usaron como método sistemático de maltrato deben ser sacadas del infierno para adquirir un sentido identitario. Rodrigo Blanco Calderón toma el término Veneco, usado despectivamente para referirse a las personas nacidas en Venezuela, para dotarla de un carácter positivo. De alguna forma, el propio libro sirve como una crítica también a las generalizaciones. El autor nos propone a una serie de personajes que aunque comparten origen no se parecen en nada y todos ellos tienen una visión del mundo y de la propia Venezuela muy diferente. Ese carácter heterogéneo también se encuentra expresado en los escenarios que vamos atravesando con los cuentos: casas, aeropuertos, bares, ciudades diferentes. Y también en la forma, puesto que encontramos numerosos juegos de lenguaje, maneras de abordar el tono e ideas estéticas diversas; sin embargo, gracias al abordaje de la pregunta sobre la identidad nacional, el autor consigue dotar a la obra de un eje sólido que consolida las historias en un mismo universo expresivo.
Venecos puede leerse como un mapa de personajes que comparten la misma decepción por un ideal que se ha roto para siempre. A través de una escritura directa y contundente, Rodrigo Blanco Calderón va hilvanando una posible idea del pensamiento patriótico a través de la visión que sus personajes tienen del mundo. Aunque pueda parecer arriesgado me gustaría apuntar que otro de los ejes temáticos del libro es la soledad a la que conduce el fracaso. La mayoría de los personajes han tenido más éxito del que ostentan cuando se pinta la historia, y ahora se encuentran en su decadencia, habiendo sido abandonados por aquellos que los amaban. Esta idea podría extrapolarse a la forma en la que ciertos países han sido desmarcados del mapa internacional, perdiendo apoyo o atención. Me gusta pensar que gracias a libros como éste se visibiliza la individualidad que conforma un grupo de desplazados. La mirada política sobre las realidades colectivas tiende a volverse fría o sistemática y olvidamos que en cada una de esas miles o millones de personas que han sido atravesadas por una desgracia económica o política hay criaturas que quieren vivir, que viven, que aman, que sueñan. Creo que la literatura de Rodrigo Blanco nos permite apreciar algunas individualidades y acercarnos con el cuerpo (porque ¿qué otra cosa nos ofrece la lectura?) a esas realidades para hacerlas un poquito propias.
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Los cuentos fabulosos de Rodrigo Blanco Calderón |
Los buenos comienzos
Entre los numerosos aciertos de los cuentos de Blanco Calderón hay uno que me parece importante: sus comienzos. La contundencia de sus primeras frases hace de este libro un viaje fabuloso, divertido y del que no quieres bajarte. Comienzos como este: «Lo único que necesito para poder contar esta historia es que me crean cuando les digo que su protagonista se llama Juan Pablo Castel. Si creen eso no les costará creer lo demás.» Otro elemento destacable es el manejo de la tensión narrativa, incluso en aquellos cuentos en los que pasan pocas cosas la forma en la que el ritmo va actuando sobre el movimiento del lenguaje es magistral. El libro incluye el cuento El extranjero sobre el que hemos hablado en este mismo blog, a raíz de su inclusión en la antología Para quedarme aquí de Editorial Graviola que narra un encuentro inesperado de un venezolano radicado en Málaga con una persona de su pasado, lo que removerá un secreto y un miedo, y donde se puede apreciar especialmente esto que digo.
Por seguir con algunas ideas estéticas de esta obra me gustaría volver a la mirada sobre la individualidad. Los cuentos de Rodrigo Blanco tratan sobre venezolanos y venezolanas que viven en su país o que han emigrado pero que atraviesan la vida en su propia individualidad, con problemas absurdos o brutales, con realidades acomodadas o difíciles, con la mirada propia de cada uno. El gran acierto de la construcción de los personajes creo que se logra al usar un lenguaje que tiende al minimalismo, a la escena cruda, a la expresión concreta. Esto hace de estos cuentos materia pura, vida contada con las palabras propias de la realidad. Es difícil asomarse a estas historias y no sentirse estafada, ninguneado, olvidada, patético, traicionada, como se sienten los habitantes de estos cuentos, estos venecos que se nos quedarán imantados a la memoria para siempre.
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VENECOS. RODRIGO BLANCO CALDERÓN. PÁGINAS DE ESPUMA. 2025 |
Invitación a la lectura de «Venecos»
Venecos es un homenaje a los que hacen de este mundo un lugar más soportable: la literatura, el arte y las otras y otros que nos acompañan en el camino. Es también un canto a la libertad y sobre todo a la individualidad. Leerlo es sumergirse en un universo de alta literatura que se construye con el material de la vida cotidiana y que nos invita a mirar a esos otros y otras que también son huéspedes de la soledad. Y algo importante, no parece haber pretensión del autor por mostrar una opinión ni siquiera un estudio sociológico de la diáspora o la identidad venezolana sino, en todo caso, poner sobre la mesa preguntas e inquietudes importantes en torno a la migración y la identidad nacional a través de un abanico de historias fabulosas que nos permiten apreciar su manejo inteligente del lenguaje y del humor y confirman que es una de esas voces raras dotadas con la gracia de la palabra. Que nadie se lo pierda.
Rodrigo Blanco Calderón será el protagonista de marzo del club de lectura gratuito que realizamos en la librería Áncora. El encuentro en el que conversaremos sobre este magnífico cuentario será el 20/3 a las 19.00. Si vives en Málaga, estás invitado a unirte a la fiesta. ¡Escríbenos!
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