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La migración transforma la palabra. El vuelo produce vértigo y punza el lenguaje hacia una nueva dimensión. Esta es la primera conclusión que he sacado al leer Palabra ya horizonte. Encuentro de diez poéticas argentinas en España (Lastura). Una antología fabulosa que presenta, como anuncia, a diez poetas que aunque adhieren a formas de poetizar distintas se encuentran en la experiencia de la migración y esa experiencia contribuye con el enriquecimiento del verbo. El exilio y la migración se asoman a la poesía desde el desgarro, desde el descoloque y obligan a la reflexión y a la búsqueda de una palabra distinta. Escribo este texto a modo de invitación, porque creo que es un poemario magnífico que da cuenta de la diversidad de voces argentas que escriben desde España.
Este libro merece nuestra atención, no sólo por el magistral coro de voces que encontramos sino también por el estudio que ha realizado Esther Peñas sobre ellas y que prologa este libro. «Lo que pespunta la unidad es el exilio (forzado o no) y la nacionalidad», escribe. Su mirada es luminosa y permite apreciar la gran versatilidad que ofrece esta antología. «Son poetas a la espera», escribe Peñas. Y más adelante dirá que estos poetas nos permiten apreciar una mirada sobre las cosas, «Un entendimiento que no se queda en la pura dación de significado, sino que requiere el esplendor del sentido».
La importancia de una antología es la de ofrecer una primera mirada a las obras completas de diversos autores pero de una forma minúscula. Su utilidad reside en poder conocer a muchos poetas que tal vez jamás habríamos descubierto. Pero en este caso su importancia se duplica, puesto que nos permite conocer qué escriben los y las poetas de Argentina que residen en España, qué obsesiones, qué melancolías comparten. Así podemos ver con contundencia la rabia, la visión feminista de la migración, la extrañeza, la soledad multiplicada, la lengua doblada. En este libro, encontramos a diez poetas que comparten esa sensación de ingravidez que produce vivir lejos de tu patria, y diez distintas maneras de expresarla. Una lectura muy recomendable.
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Diez poetas que buscan en el lenguaje la pregunta sobre la identidad |
Poetas en orden de aparición
Neus Aguado (Córdoba, 1955). Exilio, memoria e identidad son los temas recurrentes en estos poemas. La escritura de Aguado es precisa y tiene algunos elementos que la acercan a la poesía meditativa (principalmente cuando evoca espacios geográficos y momentos emocionales y pone en el centro del poema la distancia entre el lugar de origen y el territorio habitado). Aguado construye imágenes de pérdida y reconstrucción, donde el tiempo y la ausencia se convierten en elementos esenciales. La migración, además, funciona como un disparador para reflexionar sobre la historia.
Nadie está dispuesto a arrancarse los ojos
Andrea Aguirre (Buenos Aires, 1983). El tratamiento de la intimidad en el poema es lo primero que sorprende de su poesía. La memoria y la identidad pasan por el cuerpo y se canalizan en el poema a través de un lenguaje tierno que se interrumpe por momentos con cierta crudeza. Otro rasgo interesante es la superposición de tiempos en el poema, la posibilidad de que en la memoria el tiempo sea circular o avance de una forma peculiar. Aguirre indaga en los límites del lenguaje y en la manera en que las palabras pueden resignificar la experiencia y el recuerdo.
Qué frágil la memoria del que ama solo con el lenguaje
Arturo Borra (Santa Fe, 1972). Desde sus primeros libros ha estado trabajando con numerosas inquietudes en torno a la lengua que se rompe. Sus obsesiones estéticas tienen mucho que ver con la poesía de la resistencia pero adquieren un vuelo nuevo por su empeño en la economía del lenguaje. Memoria, soledad, lengua que se cuestiona, son algunos de los elementos que se repiten en sus poemas y que nos invitan a pensar el exilio como una experiencia transformadora en todas sus vertientes.
Esta escritura sobrante/ sobrevive como una especie/ que agoniza. No sé qué lenguaje apagado/ invoca
Aníbal Cristobo (Lanús, 1971). El poema ofrece una pregunta que siempre está en el mundo. La búsqueda desesperada de ternura se ve plasmada a través de un lenguaje que hace pie en la realidad pero que tienen un interés que apela al aura que rodea a las cosas. Una simbología silenciosa que nos cala y que nos permite acercarnos a una poesía escrita desde una absoluta sensibilidad y una fascinación por los instantes.
Hubo esa luz espesa, ahogándose detrás del/ matorral. Fue lo/ último, antes de que se hiciera de noche
Emma Fondevila (Buenos Aires, 1943). El tiempo, la memoria y la naturaleza, en el centro del poema. La voz poética se estremece ante los milagros de la vida e intenta capturar la esencia de los instantes, transformándolos en imágenes que nos sacuden y nos llevan a vivir esa misma experiencia de estremecimiento. A través de un lenguaje claro pero cargado de matices, Fondevila explora el desarraigo y la identidad, dialogando con la experiencia del exilio y la reconstrucción del hogar en la distancia.
Sabes que mi alma arraigo en una lejana orilla,/ en una tierra donde todo el año reina la nostalgia
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Este libro nos propone diversas indagaciones en torno a la migración y el desarraigo |
Rodrigo Galarza (Corrientes, 1972). Las inquietudes del desarraigo en la voz de este poeta adquieren potencia al partir de una instrospección filosófica y metafísica que adquiere autenticidad al plasmarse a través de imágenes naturales, donde el litoral argentino es protagonista. Ríos, tierra, calles sencillas y escenarios que apelan a nuestros sentidos atraviesan los poemas y proponen un diálogo en la propia lectura. El silencio y el lenguaje van trazando una huella que permite la exploración interior. Podríamos decir, sin embargo, que los poemas se nos escapan al pactar con lo fugaz, cierta atención en la mirada es la que nos permitirá llegar al centro de su poesía.
Todo lo que sé de mí tiembla, antes de emprender la huida
Laura Giordani (Córdoba, 1964). Desde sus comienzos ha estado trabajando por la pregunta sobre la identidad y la fragilidad humana. Su mirada comprometida y su delicadeza a la hora de pensar los conflictos sociales e íntimos, le han permitido trabajar con una poesía que nos toca y nos transforma. Su lenguaje es meticuloso y sensible y consigue transformar experiencias brutales en observaciones fabulosas. El desarraigo, la violencia sistémica, la palabra que se rompe, son algunos de los hilos conductores de una poesía donde la memoria y la resistencia sostienen la existencia.
Romperse en el regreso, sin ocultar toda la indigencia que sobrevivino
Cristina Grisolía (Rosario, 1946). Lo que más impacta de su poesía es el delicado equilibrio entre la contención y la intensidad. Sus versos están impregnados de una melancolía que atraviesa la memoria que es, asimismo, propulsada por el exilio. El lenguaje es claro y preciso pero tiene ciertos ecos de abstracción y simbolismo, que lo vuelven exquisito. Lo personal es aquí universal, la propia mirada se vuelve visión colectiva y la búsqueda personal es la de un mundo mejor para todos. Un manejo del lenguaje que no nos deja indiferentes.
No es necesaria la verdad/ no es pan de cada día ni hambre de cada noche/ no allana el dolor ni resquebraja muros
Viviana Paletta (Buenos Aires, 1967). La plasticidad y la ruptura fonética son algunos de los rasgos que caracterizan la poesía de esta autora, que en esta recopilación presenta poemas escritos con absoluta sensibilidad y proponen un diálogo inolvidable entre el pasado y el presente. A través de un lenguaje contundente Paletta construye imágenes que oscilan entre la nostalgia y la resistencia, y el resultado es una poesía que nos interpela tanto desde lo personal como desde lo social, lo íntimo y lo político conviven y se retroalimentan.
Uno es otro/ irremediablemente/ a un lado y al otro del cielo
Ricardo Pochtar (Buenos Aires, 1942). La palabra es aquí revelación. El poeta juega con un lenguaje que combina lo simbólico y lo realista y construye una reflexión sobre el tiempo, la identidad y la experiencia vital. Sorprende el estilo detallista y depurado donde el lenguaje es camino para llegar a la iluminación. Toda palabra construye una mirada que se plasma en un diálogo fabuloso entre tradición y presente, donde la experiencia del exilio está en el centro. El tono meditativo le sirve al poeta para indagar en las posibilidades del lenguaje para nombrar lo inasible y resistir a través de la palabra las experiencias brutales de la vida.
Después de la caída por puntos rehacer el camino
Palabra Ya horizonte es una antología que propone una mirada rotunda sobre la rajadura que supone la migración sobre la identidad. Tenemos aquí estilos fragmentarios, otros más narrativos; tenemos miradas simbólicas y otras más realistas; pero en todos ellos encontramos poetas que abren los ojos frente a un mundo extraño y desde ese lugar de incomodidad escriben. Diez poetas que nos ofrecen asombro y belleza y cuyos poemas son verdaderas observaciones que nos pueden ayudar a entender el mundo. Ese entendimiento del que habla Peñas en el prólogo y que supone un tremendo fogonazo de luz.
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PALABRA YA HORIZONTE. ENCUENTRO DE DIEZ POÉTICAS ARGENTINAS EN ESPAÑA. VV.AA. LASTURA EDICIONES. 2024 |
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