William Golding es uno de esos autores que son recordados por un sólo libro. No es que no haya publicado otras cosas, pero el mundo lector parece haberse quedado tan fascinado con su novela El señor de las moscas que no ha prestado suficiente atención al resto de su obra.
William Golding nació el 19 de septiembre de 1911 en Inglaterra. Su padre era profesor de ciencias y su madre una importante activista que luchaba por el sufragio femenino. De pequeño, William sintió una atracción poderosa hacia la literatura; sin embargo, para complacer a su padre, también dedicó mucho tiempo al estudio de las ciencias. El cultivo de ambas pasiones le sirvió para formar una visión muy peculiar del mundo, que más tarde volcaría en su obra.
En su juventud, Golding se unió a la Royal Navi. De aquellos años de servicio podríamos destacar su participación como marinero en la destrucción del Bismark y como apoyo naval en el Desembarco de Normandía. Y seguramente, estas experiencias tuvieron algo que ver con el curso que tomó su escritura: las imágenes de la guerra dejaron en él una marca indeleble que se vería reflejado en su narrativa.
En 1983 Golding recibió el Premio Nobel de Literatura. La Academia supo reconocerle su innovación en la novela anglosajona donde supo internarse en el terreno de lo simbólico para ofrecer una mirada profunda y reflexiones interesantes en torno a la naturaleza humana.
William Golding falleció el 19 de junio de 1993 en Reino Unido a causa de una insuficiencia cardíaca. Al día de hoy es uno de los escritores más recordados de su generación.
La obra de William Golding
Aunque Golding comenzó su carrera literaria como poeta, su mayor éxito lo consiguió siendo narrador. De hecho, su novela El señor de las moscas es uno de los referentes de la narrativa de su tiempo.
Su interés por construir una narración poco lineal, donde el peso de lo simbólico y lo alegórico permitiera una comprensión mayor de nuestra naturaleza, le llevaron a destacarse como autor y novelista.
Golding también dedicó tiempo al ensayo, enfocándose en aspectos relacionados con la técnica y la falta de imaginación; quizá influyó que haya atravesado períodos de sequía creativa. También escribió numerosos artículos en prensa defendiendo la existencia del Monstruo del Lago Ness.
Sus conocimientos navales y su pasión por descubrir el origen del mal le llevaron a contribuir con obras ineludibles donde el mal se presente no como consecuencia de la jerarquización social y el vicio institucional, sino como parte indeleble de la naturaleza humana. Ése es quizá el gran tema de su obra.
Para conocer a William Golding hay que leer El señor y las moscas, El dios escorpión, La oscuridad visible y La lengua oculta. Y hoy parece un buen día para hacerlo.
1 Comentarios
muy corecto
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