Mi biblioteca en 10 libros

10 libros que me siguen y persiguen.



Mi biblioteca en 10 libros

Publicar las portadas de diez libros que me hayan cambiado la vida. Así era la consigna de un desafío lector al que me invitaba hace unos días mi amiga Claudia Otonelli. Claudia es una excelente lectora y, además, es la creadora de Las Acacias, un proyecto de tejido alucinante que tienen que conocer. Me ha parecido un buen incentivo para pensar en cuáles son los libros más releídos de mi biblioteca, lo cual es un buen indicio de que me han cambiado de alguna forma. Y este artículo responde a ese desafío, reuniendo los diez ejemplares sin los cuáles no sería la persona que soy. La consigna era también «comparte diez portadas, sin explicaciones ni críticas», pero yo siempre voy contra las normas, así que hablaré sobre cada libro brevemente para que te les entren ganas de leerlos.



5 poemarios que me iluminan


La poesía tiene la capacidad de transformar todo aquello que toca. En lo que a mí respecta le debo más a este género que a ningún otro, en lo que atañe a mi deconstrucción y mis búsquedas íntimas. Muchos grandes poemas me han servido para pensar el mundo y encontrar luz en medio de la tristeza. Aquí van los cinco poemarios cuyas lecturas me han cambiado la vida de alguna forma.


«Pan», de José Viñals


Pan, de José Viñals es un poemario que reúne un conjunto de ideas que trabajan el material onírico y la memoria con absoluta plasticidad. Viñals consigue hilvanar, con un lenguaje por momentos directo y a ratos críptico, un conjunto de ideas sobre la extranjería, la vejez, la enfermedad, el dolor, el deseo y la locura, que impactan sobre quien lee de una forma sorprendente. Ya el punto de partida es fabuloso: el pan, eso tan mínimo y cotidiano, se presenta como el elemento constituyente de la poesía. La poesía y la vida, como criaturas amadas e indeleblemente unidas.

Y no quiero dejarme fuera la música que encuentro en este libro. Pese a que Viñals se decanta por un lenguaje más cerca de lo prosaico y que parece esforzarse por huir de la rima simétrica, al leerlo no podemos evitar sentir la ejecución de una serie de movimientos cortitos: cada poema como un ejemplo único de encuentro melódico del lenguaje con el sentido del mundo. Es verdaderamente un libro extraordinario que no debería perderse nadie y al que vuelvo con cierta asiduidad, cuando mi mundo interior se llena de nubarrones. Un libro que nos recuerda que lo complejo no necesariamente es complicado y que la razón de la palabra está en el mundo.



«Patio de locos», de Andrés Neuman


Una vez dije que si hay un libro que me gustaría haber escrito, es éste. Neuman construye en Patio de locos un cosmos psiquiátrico, con personajes variopintos que conviven en una realidad que está por encima de la nuestra, donde la lógica es otra. La lógica del lenguaje: ¡aquí, el gran hallazgo del libro! Porque Neuman ha sabido trabajar con una gramática y una estética distinta, totalmente acorde a este universo que nos presenta.

A lo largo de la lectura vamos descubriendo a una serie de personajes que se parecen a nosotros de alguna forma, que tienen al igual que nosotros la pulsión vital de tocar y entender las cosas, aunque sus métodos sean otros. Es éste un libro fascinante que releo con el mismo asombro y la misma pasión del primer día y por eso siempre lo estoy recomendando.


Patio de locos, de Andrés Neuman (Pre-textos)

«Réquiem», de Anna Ajmátova


En una edición de Cátedra tenemos Réquiem y Poema sin héroe, de la poeta de poetas Anna Ajmátova. Los dos son fabulosos pero el primero me puede. Lo leo y releo desde hace años, intentando entender de dónde sacó Ajmátova la paciencia y la lucidez para escribir sobre el desastre con tanta maravilla. A través de la lectura asistimos al derrumbamiento de un mundo desde la fortaleza de quien no está dispuesto a darse por vencido.

La muerte, la desesperación, la violencia y la pérdida de sentido son algunos de los elementos protagónicos de este libro extraordinario que se apoya en una estética que va dando pequeños saltos al vacío, en un intento desesperado por entender lo que parece carecer de sentido. Un libro que nadie debería perderse, donde descubrir y amar (más) a la gran Ajmátova.


«Posibilidades en la sombra», de Mariano Peyrou


Aunque es una lectura muy reciente, ya se ha convertido en un libro de referencia para mí. Me deslumbra la forma en la que en Posibilidades en la sombra Mariano Peyrou ha sido capaz de sostener el interés lector en un largo poema durante todo el tiempo, sin perder el ritmo, sin volverse monótono.

Es un poema largo que recorre algunos de los asuntos fundamentales de la experiencia vital: el amor, el desamor, la identidad y la certeza de estar vivos en el ahora. Hay interesantes miradas sobre la idea de sentido de la vida y una exquisita maduración que se va mostrando a medida que avanzamos en la lectura y retomamos los mismos temas. Uno de los últimos poemarios que he leído y al que no he dejado de volver. Peyrou es un poeta increíble, que quiero recomendarles con mucho entusiasmo.


«Matar a Platón», de Chantal Maillard


Matar a Platón de Chantal Maillard es otra maravilla a la que vuelvo siempre que puedo. En estos poemas, que juegan a mitad de camino entre una estética racional y una simbólica, podemos pensar(nos) de otra forma, con las cosas que damos por sentadas, con la aceptación de las normas de un mundo que no nos protege.

Maillard siempre construye en sus libros pequeños universos: microhábitats donde se respeta una determinada mirada y se sostiene a lo largo de todo el libro, generalmente para avanzar sobre un único tema importante pero tocándolo desde muchos aristas. En este caso quizá el gran tema sea la tradición y su fuerza para construir Historia dejándose fuera aquello que le molesta, lo que no encaja en el discurso acomodaticio para el sistema. Este libro es para enloquecer, se los aseguro. Pocas veces nos encontraremos con una capacidad poética que esté a la altura de lo mejor de Maillard, y que podría contenerse, intuyo, en este libro.

Matar a Platón, de Chantal Maillard (Tusquets)

5 narraciones a las que vuelvo


Entre los textos narrativos que me acompañan, algunos son más antiguos que otros, pero todos comparten esa capacidad para transportarme y hacerme sentir un mundo de palabra que no existe en este mundo. Van aquí los cinco libros de narrativa a los que vuelvo seguido. Algunos de ellos ya los he releído varias veces. Aprender de los que hacen las cosas como a una le gustaría hacerlas es una buena manera de vivir la lectura y la escritura.


«Grandes éxitos», de Antonio Orejudo


Antonio Orejudo es uno de los mejores escritores españoles, además de ser un sabio del Siglo de Oro, de quien siempre hay algo nuevo que aprender. En Grandes éxitos encontramos un conjunto de relatos que se apoyan en un discurso humorístico para ahondar en aspectos críticos de la sociedad contemporánea. Juega con diversas estructuras narrativas —y hay que leerlo bien despiertos para entenderlo, porque parece plantear con suma sutileza este juego de estilos y registros y podrían pasarnos desapercibidos— y nos ofrece una colección de textos inteligentes y llenos de suspicacia, que pueden servirnos para pensarnos.

Es éste el libro de Antonio que más me gusta y pienso que una de sus características fundamentales es que nos permite conocer varias facetas del escritor en una misma lectura, por lo que podría ser una forma excelente para poner un pie en su narrativa, y ojalá que sea, para quedarnos para siempre allí.


Grandes éxitos, de Antonio Orejudo (Tusquets)

«El libro de los americanos sin nombre», de Cristina Henríquez


Es el único libro que he leído de Cristina Henríquez y es también una de las obras que más he recomendado en los últimos años. Hay aquí una serie de relatos que son un canto a favor de la diversidad, de la igualdad, y de la aceptación del otro y sus diferencias. El libro de los americanos sin nombre nos permite acompañar a una serie de personajes latinoamericanos que emigran a Estados Unidos, nos muestra su día a día, y nos deja ver la fuerza violenta del racismo, la desesperación del que se sabe —y siente— excluido.

Con una prosa contundente, Henríquez nos obliga a descubrir que hay muchas razones para emigrar y en cada persona una historia, una forma de quitar ese carácter homogéneo que se le suele dar al expatriado. Narrado con talento y sensibilidad, este libro nos invita a pensar el mundo de otra forma, a no acostumbrarnos a la normalización del daño y a luchar por los sueños sin importar lo que el sistema nos venda, o cuánto nos rechace.



«Sur», de Antonio Soler


Sur es la novela más reciente de Antonio Soler, y es una prueba contundente del talento y el oficio de este grande de la narrativa española. Otro indispensable en cualquier biblioteca. Aquí tenemos una clase magistral de cómo trabajar con un registro coral donde se cruzan muchas voces y discursos.

Es una novela extraordinaria donde la propia Málaga es un personaje, una ciudad de a ratos realista y por momentos onírica, construida con precisión quirúrgica, como su fuese un gran hormiguero. Una ciudad donde los individuos se mueven aunque paradójicamente parezcan hallarse inmóviles, donde el pasado y el presente juegan una pulseada para aplastar el ánimo de los más despiertos, los que esperan algo más de la vida, los que se resisten a pensar esta cosa extraña que nos toca transitar como si fuera parte de una gran obra de teatro, es decir, los que se salen del libreto, y viven. Nadie debería dejar de leer a Soler, y empezar por esta novela podría ser una forma de darse un buen atracón de fabulosa literatura.

Sur, de Antonio Soler (Galaxia Gutenberg)

«Horas en una biblioteca», de Virginia Woolf


Sin duda de Virginia Woolf se podría recomendar casi todo, pero en lo que a mí respecta ningún libro me conmueve tanto como éste, en el que la escritora de Orlando nos anima a pensar en nuestra relación con los libros y las bibliotecas y trabaja sobre el duende de la lectura. Horas en una biblioteca es un ejercicio de instrospección para pensar qué significan los libros para nosotras y de qué forma nos cambian.

La sensibilidad con la que ella lee a los clásicos, la manera de expresar esta hermosa relación con establecemos con las palabras, esta necesidad de insuflarnos vida a través de los ojos, de vivir otras vidas sin movernos de casa, es fascinante. Y ésta es una recomendación que se me antoja muy apropiada para la consigna que nos ocupa. A la Woolf hay que llegar de pie para terminar de rodillas, adorando su talento y su capacidad literaria sin parangón.


«Todo cuanto amé», de Siri Hustvedt


Esta novela de Siri Hustvedt es una de mis favoritas. La he leído ya varias veces y cada vez descubro nuevas maneras de mirarla e interiorizarla. Todo cuanto amé podría leerse y contarse como la larga historia de amistad entre dos hombres, donde las experiencias compartidas han ayudado a reforzar el afecto que los une. Sin embargo, sería muy frívolo describirla así. Las novelas de Hustvedt son un universo reflexivo y ficcional en sí mismo. Por un lado nos permiten pensar aspectos de la realidad, por otro nos invitan a empatizar con las circunstancias ajenas. Vivimos a través de personajes muy bien trabajados a través de los cuales la autora nos presenta reflexiones indispensables sobre la experiencia vital.

Personalmente me interesa el protagonismo de la memoria, de la maduración emocional y la implicación del cerebro como órgano material en estos mecanismos; Siri no sólo sabe mucho de neurocirugía sino que aplica sus conocimientos con absoluta lucidez, huyendo de los tópicos y acercándonos una literatura atravesada de sentido científico y emocional. El arte y una reflexión crítica en torno a la realidad y el lugar de la mujer en las revoluciones sociales e íntimas, son otros de los temas que la obsesionan y que se asoman también en esta novela. Siri es una autora a la que admiro profundamente y de quien aprendo muchísimo. Esta novela, y Leo Hertzberg en esta novela, me conmueven de una forma particular. No dejen de leerla.

Y termino recomendándote de nuevo el trabajo de Claudia Otonelli. Puedes seguirla en Instagram también.

Todo cuanto amé, de Siri Hustvedt (Seix Barral)

2 Comentarios

  1. Interesante tu propuesta en poesía y narrativa, lástima que en Chile, no se encuentren algunos libros de tu lista. Excelentes las reseñas. Ya he agregado algunos a mi lista de pendientes.

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario! Si quieres ayuda para encontrar alguno de ellos avísame. Siempre existen maneras de pedirlos y que te los envíen o incluso muchos libros se encuentran en formato digital y se pueden comprar desde cualquier país. Un abrazo y gracias por tu visita. :)

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