Juan Ramón Jiménez nació el 23 de diciembre de 1881 en Moguer, en el seno de una familia dedicada al comercio vinícola. Desde pequeño sintió una gran pasión por las artes. Y aunque su primera inclinación fue hacia el dibujo, pronto fue atrapado ineludiblemente por la palabra, y la poesía.
No obstante, su padre deseaba que se convirtiera en abogado y lo obligó a estudiar Derecho. Juan Ramón empezó la carrera, compaginándola con colaboraciones literarias en revistas y periódicos, hasta que finalmente abandonó el camino señalado por su padre para seguir su propia senda.
A lo largo de su vida, Juan Ramón sufrió numerosas crisis nerviosas debidas a su patología bipolar. En varias ocasiones estuvo internado en centros de salud mental, y en toda su escritura dejó constancia de su inestabilidad emocional, que lo llevaba a sentirse incomprendido por los seres que estaban a su lado. Rubén Darío lo definió como una persona nefelibata, es decir, que es demasiado soñadora y no termina de plantarse en la realidad.
Juan Ramón también fue un hombre muy intenso en sus relaciones. Tanto es así que aunque estuvo casado durante gran parte de su vida con Zenobia Camprubí, tuvo en su vida muchas amantes. Gran parte de su poesía amorosa nos permite adentrarnos en esa forma que tenía de explorar el terreno amatorio: donde el instante parece ser el gran motor de supervivencia.
Gracias a su relación con Camprubí Juan Ramón Jiménez pudo organizar y mantener una carrera literaria. La gran capacidad de ella para ordenar el mundo fue de gran ayuda para su marido en la difícil tarea de sostener el oficio. También fue traductora, y realizaron juntos una gran labor de ayuda humanitaria.
A lo largo de su vida Jiménez recibió varios reconocimientos, entre los que se encuentra el Premio Nobel de Literatura, en 1956. Falleció dos años más tarde, el 29 de mayo de 1958, en San Juan (Puerto Rico).
La obra de Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez podría ubicarse en el novecentismo; sin embargo su poesía se encuentra a caballo entre ésta y la de la generación del 27, posterior. Dada su versatilidad y la gran distancia que existe entre sus primeros poemas y los últimos, podríamos decir que se trata de un poeta difícil de definir estéticamente.
Los lectores especializados separan el trabajo juanramoniano en tres grandes etapas: sensitiva (con una gran influencia de la poética europea vanguardista), intelectual (en la que puede notarse una afinidad con la poesía estadounidense de Whitman, Dickinson y Yeats) y verdadera (la experiencia se vuelca sobre el lenguaje, donde la extrañeza, el deseo de trascendencia y la búsqueda de la Verdad llegan a su punto máximo).
Entre sus obras más destacadas se encuentran Arias tristes, Platero y yo, La soledad sonora Domingos, Diario de un poeta recién casado, Animal de fondo y su autobiografía Vida. Su obra es todavía mucho más amplia puesto que fue un poeta verdaderamente prolífico. Dicho esto, resulta difícil decantarse por una lista de grandes libros, así que te invitamos a leerle y descubrir cuáles son tus favoritos.
Pero seguramente lo más destacable de su búsqueda poética es ese empeño por encontrar la verdad, por trabajar con un lenguaje cada vez más despegado de la realidad y más cerca de una mirada filosófica metafísica, donde la eternidad y la belleza son los hilos conductores de una obra exquisita. Sin duda es uno de los poetas españoles más fascinantes y que mejor han sabido aunar belleza poética y realismo. Que nadie deje de leerlo. Te invitamos a leer este artículo sobre la poesía de Juan Ramón Jiménez.
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